Género: Narrativa
Traducción: Malika Embarek López
SINOPSIS:
Murad es un hombre sensible y un funcionario honesto. Su mujer, su suegra y sus compañeros de oficina no lo comprenden y lo miran con malos ojos. Un buen día Murad decide dejar de ser un bicho raro y acepta un sobre. Se convierte en un funcionario corrupto más y el dinero deja de ser un problema. Pero su vida empieza a camb iar irremisiblemente... Uno de los más destacados escritores árabes en lengua francesa aborda con lúcida agudeza uno de los problemas contemporáneos más universales: la corrupción.
OPINIÓN:
La novela está ambientada en Marruecos. Murad es ingeniero y tiene un importante puesto de trabajo en la Administración. El único problema es que es honesto, no se deja sobornar y a duras penas llega a final de mes con su sueldo de funcionario. Su actitud, de la que se enorgullece, no cuenta con el apoyo ni de su mujer, ni de su suegra, ni de los compañeros de trabajo; su propio jefe le pide “flexibilidad”. Pero cuando se siente presionado por los problemas económicos, la enfermedad de su hija… finalmente aceptará “un sobre”. Su vida dará un cambio drástico en cuanto a solvencia económica, pero también su salud física y mental se resentirá.
El autor nos muestra un mundo en que la corrupción, a pequeña escala, es una plaga que se infiltra en todos los niveles y aspectos de la sociedad, una economía paralela que es la que realmente mueve el país. Aquel que se apunta a ella será considerado “normal”, el que rechace el carro de la corrupción, por motivos éticos, es un desgraciado. La parte final de la historia me ha parecido un poco confusa, pero en conjunto me ha resultado una lectura interesante, tanto por el tema que trata como por la visión que se da de él.
OPINIÓN:
La novela está ambientada en Marruecos. Murad es ingeniero y tiene un importante puesto de trabajo en la Administración. El único problema es que es honesto, no se deja sobornar y a duras penas llega a final de mes con su sueldo de funcionario. Su actitud, de la que se enorgullece, no cuenta con el apoyo ni de su mujer, ni de su suegra, ni de los compañeros de trabajo; su propio jefe le pide “flexibilidad”. Pero cuando se siente presionado por los problemas económicos, la enfermedad de su hija… finalmente aceptará “un sobre”. Su vida dará un cambio drástico en cuanto a solvencia económica, pero también su salud física y mental se resentirá.
El autor nos muestra un mundo en que la corrupción, a pequeña escala, es una plaga que se infiltra en todos los niveles y aspectos de la sociedad, una economía paralela que es la que realmente mueve el país. Aquel que se apunta a ella será considerado “normal”, el que rechace el carro de la corrupción, por motivos éticos, es un desgraciado. La parte final de la historia me ha parecido un poco confusa, pero en conjunto me ha resultado una lectura interesante, tanto por el tema que trata como por la visión que se da de él.
Esther Rodríguez
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