Género: Narrativa
Editorial: Seix Barral
SINOPSIS:
Al anochecer, en la luz de color de oro o de ceniza, las figuras de la
pinacoteca cobran vida y salen de sus marcos: les pertenecen, hasta el
rayar del alba, la vasta rotonda y las salas solemnes del Museo del
Prado. Mujica Lainez nos narra aquí la vida imaginaria, secreta, y a la
vez muy real, de los seres de Velázquez o de El Greco, de Durero o de
Goya, del Bosco o de Veronés, mientras pululan con sus destellantes
trajes antiguos y con sus cálidos desnudos en la tiniebla maravillada
del museo nocturno. El don supremo de artífice verbal de Mujica Lainez y
su inventiva refinadísima e inagotable, tanto en lo irónico y lo
sensual como en lo ornamentado, edifican otra galería de personajes,
prodigiosamente vivos, en la pasarela de lienzos de uno de los espacios
visuales más suntuosos, nobles y sugestivos de Europa: un universo
narrativo autónomo, deslumbrante y completo. Una joya literaria en total
armonía con las joyas pictóricas que pueblan El Prado hasta que la luz
penetra por sus ventanucos. Es entonces cuando la magia sólo permanece
en las páginas deslumbrantes de este maravilloso relato.
OPINIÓN:
Dijo el pintor Antonio Saura, ilustrador de Don Quijote, por cierto, que
muchos de sus colegas escriben muy bien. La literatura científica sobre
pintura es abundantísima, y la imaginativa; puede comprobarse, por
ejemplo, en la librería estupenda del Museo del Prado. Pintura y libros,
historia de amor feliz, como demuestra con alegría este libro.
El caballero de la mano en el pecho se apoya en el marco de la maja vestida y charlan susurrando; el triunfo de Baco de de Vos compite en desfile alucinante por la galería pradiana con el carro de heno del Bosco; las vírgenes bajan de sus cuadros para visitarse, comandadas por la de fra Angélico; un ángel de Tiépolo se pierde y aparece dentro del jardín de las delicias. Todo esto y más sucede en las noches del museo, mientras tanto amantes como visitantes por compromiso del Prado vivimos nuestra vidas corrientes.
Mujica alardea aquí de erudición e imaginación, como en Bomarzo o Misteriosa Buenos Aires; este libro puede parecer menos ambicioso y ser más feliz.
Lo escribió en 1984, lo editó Seix Barral en el 85 y yo leo la 2ª edición de junio de 1986. 152 páginas. Me costó 2 o 3 euros en la feria de libro viejo de León, 2015. (Fantaseo con una posible y maravillosa edición ilustrada, con copias de los cuadros aludidos.)
El caballero de la mano en el pecho se apoya en el marco de la maja vestida y charlan susurrando; el triunfo de Baco de de Vos compite en desfile alucinante por la galería pradiana con el carro de heno del Bosco; las vírgenes bajan de sus cuadros para visitarse, comandadas por la de fra Angélico; un ángel de Tiépolo se pierde y aparece dentro del jardín de las delicias. Todo esto y más sucede en las noches del museo, mientras tanto amantes como visitantes por compromiso del Prado vivimos nuestra vidas corrientes.
Mujica alardea aquí de erudición e imaginación, como en Bomarzo o Misteriosa Buenos Aires; este libro puede parecer menos ambicioso y ser más feliz.
Lo escribió en 1984, lo editó Seix Barral en el 85 y yo leo la 2ª edición de junio de 1986. 152 páginas. Me costó 2 o 3 euros en la feria de libro viejo de León, 2015. (Fantaseo con una posible y maravillosa edición ilustrada, con copias de los cuadros aludidos.)
Luis Miguel Sotillo Castro
No sé si sabes que Zoé Valdés en homenaje a Manuel Mújica escribió "Una novelista en el Museo del Louvre". Un libro que me gustó mucho por la combinación de literatura y arte. (Lo tengo reseñado en mi blog).
ResponderEliminarTodavía no he leído el de Mújica, pero lo haré.
Un abrazo