"El visitante", de Stephen King

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Traducción: Carlos Milla Soler

Editorial: Plaza & Janés

SINOPSIS:

Un niño de once años ha sido brutalmente violado y asesinado. Todas las pruebas apuntan a uno de los ciudadanos más queridos de Flint City: Terry Maitland, entrenador en la liga infantil, profesor de literatura, marido ejemplar y padre de dos niñas.
El detective Ralph Anderson ordena su detención. Maitland tiene una coartada firme que demuestra que estuvo en otra ciudad cuando se cometió el crimen, pero las pruebas de ADN encontradas en el lugar de los hechos confirman que es culpable. Ante la justicia y la opinión pública Terry Maitland es un asesino y el caso está resuelto.
Pero el detective Anderson no está satisfecho. Maitland parece un buen tipo, un ciudadano ejemplar, ¿acaso tiene dos caras? Y ¿cómo es posible que estuviera en dos sitios a la vez?
La respuesta, como no podría ser de otra forma saliendo de la pluma de Stephen King, te hará desear no haber preguntado.

OPINIONES:

Fue la lectura de abril de 2019 en el Club de Lectura.

Increíblemente adictivo. Hace mucho tiempo no leía nada de este extraordinario escritor, nunca defrauda ¡pero que bueno es! me ha mantenido en vilo desde principio a fin.
Me gustó mucho como se fue estructurando la trama, excelente trabajo de investigación, personajes fuertes que calan en el lector, tiene ciertos toques de humor, contiene una alta dosis de suspenso, toques inesperados de terror y algunos momentos tristes, muy tristes; indudablemente Stephen King es un gran escritor, su pluma es mágica... pronto muy pronto quiero leer otro libro de él... muy contenta con esta lectura.

Carmen Maradiaga

A Stephen King, como dije en una de mis breves intervenciones al hilo de la lectura de la novela, lo he conocido por las excelentes películas a las que su ingente obra ha dado lugar. Verdad es que planeé un par de citas en mi imaginario pero por alguna razón que no logro recordar las fui posponiendo. También me resulta simpático por su fijación con el mandatario de su país del cual dice tener un miedo terrible y por lo que deduzco muy superior al terror que deben producir sus novelas.

El terror considerado tradicionalmente como un subgénero parece haber elevado su estatus por obra y gracia de Stephen King a partir de los años 90, hecho que él atribuye a la desaparición de los popes de la crítica tradicional y a su sustitución por jóvenes que se habían iniciado a la lectura a través de sus libros. Ya en 1995 Michael R. Collings (profesor de escritura creativa y literatura en la Universidad de Pepperdine) cita a “Zona muerta”, “El misterio de Salem’s Lot”, “It” y “El resplandor” como candidatos a perdurar a través del tiempo y convertirse en CLÁSICOS. Asimismo se ha comparado su suerte con la de Dickens tanto por su escasa valoración como por la pintura realista sin concesiones de la vida a su alrededor.
Dicho esto y asumiendo mi condición de neófita en la lectura de las novelas de King, que presumo debe ser alguien que concita adhesiones inquebrantables, voy a dedicarle unas palabras al “Visitante”:
En primer lugar HE APRECIADO su virtuosismo como narrador que, abriendo fuego desde las primeras líneas, atrapa al lector casi con la misma violencia a la que someten al entrenador Terry Maitland deteniéndolo durante el partido en presencia de todo el público. La causa nos deja sin respiro pues se trata de un repugnante crimen en la persona de un niño. A partir de ahí se inicia la investigación de la policía cuya maquinaria implacable avalada por pruebas irrefutables parecen disipar toda duda sobre su inocencia. Dice Terry:

“—Es como si hubiera entrado en una novela de Kafka, o en 1984, y os hubiera arrastrado a ti y a las niñas”.

En segundo lugar DESTACO su solidez en la pintura de los personajes que se van perfilando con sus características más sobresalientes en el terreno de la investigación al más puro estilo policíaco en donde la SEGURIDAD de los acusadores se yergue implacable ante el DESCONCIERTO y desesperación del inculpado... hasta que la DUDA toma su lugar pues hace su aparición la PARADOJA o COARTADA que en la novela tradicional era “un ingenioso acto de desorientación, algo salido de una novela de Agatha Christie (o de Harlan Coben)” y que “habría sido el elemento central del último capítulo, cuando Miss Marple, Nero Wolfe o Myron Bolitar lo desentraña”.
En tercer lugar SUBRAYO la excelente puesta en escena de la llegada del presunto culpable al tribunal y la violenta muerte del acusado, impensable en cualquier novela policíaca y que me desconcertó pues posicionada como lectora al lado del que creía inocente sentí que había llegado al final del relato. ¿No había redención? ¿Toda una familia de la noche a la mañana había sido sacrificada inútilmente?... ¿Que era lo que quedaba?
Pues quedaba KING y su CUCO medio extenuado que va de aquí para allá tomando formas ajenas pero que necesita su tiempo del cual parece privarle todo el equipo de investigadores Ralph Anderson, Bill Samuels, etc... llevando como zahorí a Holly Gibney experta en estos temas y que con una muy acelerada intuición los lleva hasta el cubículo en donde con un par de mandobles lo deja para el arrastre.... no sin antes haberse liquidado al abogado y su detective por intermediación de un poli que se buscó como cómplice.
En conclusión, un novela con una primera parte excelente y que a pesar de sus violentos desgarros se lee con gusto y una segunda parte donde lo sobrenatural toma las riendas y que representa para mí un salto al vacío. Pero supongo que King puede permitírselo.

Ana Ballester