Género: Narrativa
Editorial: Huso
SINOPSIS:
Madrid, Navidad de 1936. Cercadas por las tropas de Franco, un millón de personas sufren frío, hambre y bombardeos. Ramón Toral, delegado de Seguridad del barrio de Tetuán, recibe la denuncia del asesinato de una vecina; la denunciante, Marcela Burgos, maestra y pionera de Mujeres Libres, sospecha que se trata de un crimen machista. Pero Toral recibe enseguida otro encargo: desmantelar una red de tráfico de salvoconductos. Para resolver los dos casos, visitará trincheras, hospitales y cabarés, y se las verá con héroes de la defensa de Madrid como Miaja, Cipriano Mera y Arturo Barea.
En Pólvora, tabaco y cuero, Valenzuela rinde homenaje a aquel Madrid del ¡No pasarán! que Antonio Machado llamó «rompeolas de todas las Españas». Y propone como personaje al primer detective anarquista de la novela negra.
OPINIÓN:
En las Navidades de 1936 Madrid estaba cercado por las tropas de Franco. Un millón de personas sufrían hambre, frío y continuos bombardeos mientras pedían al cielo que se hiciera realidad aquello del «¡No pasarán!».
Marcela Burgos, maestra y pionera de Mujeres Libres, denuncia la muerte de su vecina. Cree que ha sido asesinada por su marido y así se lo hace saber a Ramón Toral, delegado de Seguridad del barrio de Tetuán. Toral deberá investigar el crimen y también una red de tráfico de salvoconductos que le ha encargado el general Miaja, responsable de la defensa de Madrid tras la huida del gobierno republicano.
“Pólvora, tabaco y cuero”, de Javier Valenzuela, es una novela negra ambientada en el Madrid de 1936. Su protagonista, Ramón Toral, será el encargado de investigar el asesinato de la mujer y de terminar con el tráfico de salvoconductos que permite a los quintacolumnistas abandonar Madrid.
Toral es un personaje de los que dejan huella. Es anarquista, pero defiende el ideal de justicia en lugar de cargar contra aquellos obreros que piden un sueldo digno o participan en las matanzas indiscriminadas en las checas. Para él es importante que toda persona, independientemente de su filiación política, tenga derecho a un trato justo.
Al hilo de la investigación, el autor nos muestra la vida de ese Madrid que sufría bombardeos y miseria, pero que aún encontraba fuerzas y alegría para ir al cine o a bailar. También se nos hace contemplar lo fracturado que estaba el bando republicano, por los ideales opuestos de anarquistas y comunistas.
Una gran novela en la que un hombre se dejará la piel para conseguir que se cumpla la ley en un país que se desangra en una guerra cruel.
Ana G. Aranda
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