FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Carmen Vergara
Editorial: Alianza
SINOPSIS:
Traducción: Carmen Vergara
Editorial: Alianza
SINOPSIS:
Urdida en torno a la situación límite de una treintena de muchachos en una isla desierta, "El Señor de las Moscas" es una magnífica novela que admite lecturas diferentes e incluso opuestas. En efecto, si algunos pueden ver en esta indagación de William Golding en la condición humana la ilustración de que la agresividad criminal se halla entre los instintos básicos del hombre, otros podrán considerarla como una parábola que cuestiona un tipo de educación represiva que no hace sino incubar explosiones de barbarie prestas a estallar en cuanto los controles se relajan.
OPINIONES:
Tengo una sensación agridulce con esta lectura. Dulce porque ha sido un viaje sorprendente y maravilloso, la lectura me ha parecido amena, el tema muy interesante y la forma de plantearlo también. Terminaba un capítulo y ya quería leer el siguiente para ver qué es lo que iba a ocurrir. Y agrio porque, a medida que iba avanzando, veía cómo se avecinaba la tragedia. La balanza se inclinaba hacia el lado equivocado irremediablemente. El bien perdía en ese tira y afloja, la lógica era derrotada por la sinrazón y la oscuridad le ganaba la batalla a la luz. Los capítulos finales me dejaron perpleja y la tristeza se apoderó de mí al terminar la última página. Le he tenido que guardar luto y eso es bueno. “El señor de las moscas” ha pasado a formar parte de mi biblioteca.
Mar García
Un libro diferente a lo que había leído anteriormente ya que es una historia donde los protagonistas son niños, pero la temática es totalmente adulta.
Los personajes me sorprendieron, pensé que Ralph iba a ser el salvaje y Jack el racional y fue todo lo contrario, el personaje de Piggy era el claro ejemplo de la sensatez y madurez, tuvo un trágico pero esperado final ya que a casi nadie le gusta que le digan lo que está bien o lo que es correcto en cualquier circunstancia.
Los niños "salvajes" aparentemente sacaron de su interior toda la represión, instinto de supervivencia y de dominio, pero en realidad tenían miedo y se sentían inseguros ante la situación, la isla, de estar solos y por instinto ocultaron el miedo con agresividad como lo hace cualquier animal que se siente amenazado, es más fácil escapar de la realidad y "tener el control de nuestra fantasía" que hacerle frente, eso pasa en muchas ocasiones en la vida real (y también en otros libros), pienso que en una situación de riesgo cualquiera puede salirse de control.
Me gustó el final, los salvajes persiguiendo a Ralph para matarlo incendian la isla y... así es la vida y la casualidad, llevó a Ralph tener lo que quería y a los salvajes lo que necesitaban, lo interesante es cómo van a retomar la vida como personas civilizadas después de este trauma, "¿cómo pasar esta página?".
Me gustó el final, los salvajes persiguiendo a Ralph para matarlo incendian la isla y... así es la vida y la casualidad, llevó a Ralph tener lo que quería y a los salvajes lo que necesitaban, lo interesante es cómo van a retomar la vida como personas civilizadas después de este trauma, "¿cómo pasar esta página?".
Fabiola Ramos
Mi opinión es que este libro nos muestra las consecuencias y actitudes que podemos tomar en situaciones adversas, cuando las necesidades y cordura apremian, a través de varias metáforas vemos la maldad de la naturaleza humana.
Como mencionaron varios compañer@s lo más saludable es tomar esta novela como una alegoría y entenderla con cierta mentalidad filosófica. Haciendo esto se puede ver que cumple con mostrarnos actitudes y trivialidades que derivan en personalidades trágicas con el objetivo de lograr el poder y la razón, situaciones que vemos a menudo en la historia o sociedad actual.
Por otra parte también sentí muchos vacíos como por ejemplo la ausencia de niñas o adultos, el esclarecimiento del accidente, su manera de reaccionar ante tal acontecimiento. Estos datos no esclarecidos me impidieron tomar más importancia a una obra tan famosa como esta. También en gran parte vi falta de ritmo y un desarrollo muy repetitivo. Aunque el libro parece levantar vuelo desde la segunda mitad, esto no es suficiente, el autor sigue manteniendo los conflictos de la hoguera y la caza, pero se puede decir que esta segunda parte es más entretenida y compensa en algo las sustanciaciones repetitivas y densas. Al final el libro me gustó, mi calificación es 3/5.
Como mencionaron varios compañer@s lo más saludable es tomar esta novela como una alegoría y entenderla con cierta mentalidad filosófica. Haciendo esto se puede ver que cumple con mostrarnos actitudes y trivialidades que derivan en personalidades trágicas con el objetivo de lograr el poder y la razón, situaciones que vemos a menudo en la historia o sociedad actual.
Por otra parte también sentí muchos vacíos como por ejemplo la ausencia de niñas o adultos, el esclarecimiento del accidente, su manera de reaccionar ante tal acontecimiento. Estos datos no esclarecidos me impidieron tomar más importancia a una obra tan famosa como esta. También en gran parte vi falta de ritmo y un desarrollo muy repetitivo. Aunque el libro parece levantar vuelo desde la segunda mitad, esto no es suficiente, el autor sigue manteniendo los conflictos de la hoguera y la caza, pero se puede decir que esta segunda parte es más entretenida y compensa en algo las sustanciaciones repetitivas y densas. Al final el libro me gustó, mi calificación es 3/5.
Juan Marcelo Reynaga
Dice Stephen King: “Para mí, EL SEÑOR DE LAS MOSCAS siempre ha representado para qué están las novelas; qué las hacen indispensables. ¿Deberíamos esperar vernos entretenidos mientras leemos una historia? Por supuesto. Un acto de la imaginación que no entretiene es ciertamente un acto más bien pobre (…). Entre las críticas que he recibido destaco la que afirma que si la novela se sustenta únicamente en la emoción y la imaginación, no hay lugar para el análisis, y la discusión de la obra pasa a ser irrelevante (...) Yo me acabé la primera mitad de EL SEÑOR DE LAS MOSCAS en una tarde, con los ojos como platos, el corazón palpitante, incapaz de pensar, sólo de respirar profundamente. Pero llevo reflexionando acerca del libro desde entonces, más de cincuenta años“.
Los elementos para fraguar esta historia son muy sencillos: UNA ISLA, espacio de larga tradición simbólica en el imaginario occidental, receptáculo de las utopías más diversas. UN NARRADOR al que le debemos las magníficas descripciones de la naturaleza y que nos irá conduciendo por el angustioso camino del fracaso de la razón y el diálogo. Un COMIENZO traumático (el avión parece haber sido atacado) bastante bien llevado por los niños y que nos sitúan en un contexto bélico. Unos PERSONAJES de edades varias cuyo protagonismo correrá a cargo del apuesto y rubio RALPH y de su antagonista el pelirrojo JACK representantes de las dos facciones que pronto surgirán: cazadores y “pensadores” que entrarán en una progresiva y violenta colisión por el liderazgo. UNA ACCIÓN TREPIDANTE que me hizo entender a Stephen King pues me mantuvo atada al libro, la respiración contenida mientras pasaba frenéticamente las páginas a la espera del desenlace final. Y un FINAL inquietante e incierto en el que parece inmerso el mundo “civilizado”.
En conclusión, me ha “encantado” y retomo unas palabras de Stephen King: “Estoy de acuerdo en que «Me ha encantado» es la peor manera de comenzar un análisis serio de una novela, pero estoy dispuesto a defender que sigue siendo el corazón palpitante de la ficción. «Me ha encantado» es lo que todo lector desea poder decir cuando cierra un libro, ¿o no? ¿Y no es exactamente ese el tipo de experiencia que la mayoría de escritores quieren ofrecer?”.
Termino con unas palabras de WILLIAM GOLDING en una conferencia cuyo título es “UN BLANCO MÓVIL”:
“¿Sabía yo lo que hacía? Me había tomado más de media vida, dos guerras mundiales y muchos años entre niños para “dejarlos que se comporten como lo harían en la realidad” (…) Pero hay algo más (…) Después de la guerra vimos, poco a poco, lo que el hombre podía hacerle al hombre, lo que el Animal podía hacerle a su propia especie. Los años de mi vida invertidos en el libro no fueron años de pensar SINO DE SENTIR… Era como lamentar la infancia perdida del mundo… ”.
Los elementos para fraguar esta historia son muy sencillos: UNA ISLA, espacio de larga tradición simbólica en el imaginario occidental, receptáculo de las utopías más diversas. UN NARRADOR al que le debemos las magníficas descripciones de la naturaleza y que nos irá conduciendo por el angustioso camino del fracaso de la razón y el diálogo. Un COMIENZO traumático (el avión parece haber sido atacado) bastante bien llevado por los niños y que nos sitúan en un contexto bélico. Unos PERSONAJES de edades varias cuyo protagonismo correrá a cargo del apuesto y rubio RALPH y de su antagonista el pelirrojo JACK representantes de las dos facciones que pronto surgirán: cazadores y “pensadores” que entrarán en una progresiva y violenta colisión por el liderazgo. UNA ACCIÓN TREPIDANTE que me hizo entender a Stephen King pues me mantuvo atada al libro, la respiración contenida mientras pasaba frenéticamente las páginas a la espera del desenlace final. Y un FINAL inquietante e incierto en el que parece inmerso el mundo “civilizado”.
En conclusión, me ha “encantado” y retomo unas palabras de Stephen King: “Estoy de acuerdo en que «Me ha encantado» es la peor manera de comenzar un análisis serio de una novela, pero estoy dispuesto a defender que sigue siendo el corazón palpitante de la ficción. «Me ha encantado» es lo que todo lector desea poder decir cuando cierra un libro, ¿o no? ¿Y no es exactamente ese el tipo de experiencia que la mayoría de escritores quieren ofrecer?”.
Termino con unas palabras de WILLIAM GOLDING en una conferencia cuyo título es “UN BLANCO MÓVIL”:
“¿Sabía yo lo que hacía? Me había tomado más de media vida, dos guerras mundiales y muchos años entre niños para “dejarlos que se comporten como lo harían en la realidad” (…) Pero hay algo más (…) Después de la guerra vimos, poco a poco, lo que el hombre podía hacerle al hombre, lo que el Animal podía hacerle a su propia especie. Los años de mi vida invertidos en el libro no fueron años de pensar SINO DE SENTIR… Era como lamentar la infancia perdida del mundo… ”.
Ana Ballester
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