21 de mayo de 2013

"Un trabajo muy sucio", de Christopher Moore

Un trabajo muy sucio Christopher Moore
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa, Humor
Traducción: Victoria Horrillo
Editorial: Factoría de Ideas

SINOPSIS:
Charlie Asher es dueño de un edificio en San Francisco, tiene una tienda de objetos de segunda mano y está casado con una mujer guapa e inteligente que lo quiere por ser tan normal. Sí, a Charlie le van bien las cosas... hasta el día en que nace su hija, Sophie. Justo cuando se dispone a irse a casa, ve junto a la cama de su mujer a un extraño que asegura que nadie debería poder verlo. Pero Charlie lo ve y, de allí en adelante, comienzan a suceder cosas muy raras: la gente cae muerta a su alrededor, cuervos gigantes se posan en su edificio y parece que, allá donde va, oye susurros de una presencia siniestra. Sí, Charlie ha sido reclutado para un trabajo desagradable pero muy necesario: la Muerte. Es un trabajo sucio. Pero alguien tiene que hacerlo.

OPINIÓN:
No me había reído tanto desde que con 15 años leyera por primera vez “Sin noticias de Gurb” (E. Mendoza). Si Christopher Moore ya llamó mi atención para bien con su obra “Cordero”, en la que retrataba la que bien podría haber sido adolescencia del mismísimo Jesucristo, en “Un trabajo muy sucio” alcanza las más altas cimas de la irreverencia para tratar uno de los temas que tal vez menos llame a las risas, logrando sin embargo arrancar carcajadas ya no en cada página, sino en cada párrafo.
El protagonista, lo que el autor denomina un “macho beta”, un antihéroe, el ser más mediocre entre quienes menos tienen de especial, se encuentra de la noche a la mañana con un poder que no puede controlar y una responsabilidad que jamás hubiera deseado tener, pero cuando el dramático giro de su existencia comienza a hacer mella en sus seres queridos, y otros no tan queridos pero cercanos al fin y al cabo, decide asumir su nueva condición y nos conduce a golpe de ironía y humor ácido al lado más oscuro de nuestra dimensión.
Diálogos hilarantes por lo surrealista, escenas que es imposible recrear mentalmente sin cerrar el libro para reír bien a gusto durante unos segundos y un trama muy bien trabajada y con algún que otro giro inesperado a pesar de lo absurdo de las situaciones, convierten a Charlie Asher y a sus magistrales secundarios en ese grupo de gente encantadora que todo lector odia tener que abandonar al final de la historia.
Un auténtico antidepresivo tallado a golpe de palabras.

2 comentarios:

  1. Yo a Christopher Moore lo tengo bastante atragantado desde que me leí: "La sanguijuela de mi niña". No me gustó nada y me hizo reír cero.

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  2. Supongo que está para darle una oportunidad, porque no suena nada mal. :) Algo para divertirme un rato. :D

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