17 de junio de 2013

“Memorias de Adriano”, de Marguerite Yourcenar

FICHA TÉCNICA:
Género: Memorias
Traducción: Julio Cortázar
Editorial: Debolsillo

SINOPSIS:
La apasionante personalidad de Adriano, emperador de Roma en el siglo segundo, y uno de los más notables gobernantes que tuvo el Imperio, transciende cualquier reseña sobre su obra y figura para convertirse en fuente de inspiración de esta novela excepcional, alabada como una de las obras más singulares, bellas y hondas de la literatura del siglo XX. Este inventario autobiográfico ficticio que Adriano hace a las puertas de la muerte constituye el más íntimo y magistral retrato de quien fue uno de los últimos espíritus libres de la Antigüedad.

OPINIONES:
Fue la lectura de agosto de 2019 en el Club de Lectura.

Es una novela escrita a modo de una larga epístola, en la que la autora de origen belga recrea el testimonio de Adriano, Emperador del Imperio Romano en el siglo II, en un momento en que su salud ha menguado y se encuentra próximo a la muerte. Adriano, en la extensa carta que va destinada a su sucesor Marco Aurelio, disecciona su propia existencia, adoptando un tono paternal o conciliador en unos momentos, apasionado en otros, pero sobre todo se presta a dar consejos acerca de la política y el manejo del poder, al tiempo que reflexiona en torno a la naturaleza humana desde multitud de perspectivas. Temas como la enfermedad, la vida, el amor, los placeres, aparecen en dicho escrito, dotándolo de un carácter filosófico vigente para cualquier época. A ello se añade un estilo arduo, formado por oraciones largas. En conjunto, “Memorias de Adriano” es una novela histórica que va un paso más allá de la mera biografía, si bien, tampoco se puede tomar al pie de la letra lo que cuenta, pues no deja de ser una obra literaria, y la autora, que no es historicista, se toma sus libertades y licencias a la hora de narrar los hechos. Recomendable, aunque es una obra compleja que debe leerse con tranquilidad.
Dolors Martínez

"Memorias de Adriano" está considerada como un clásico de la novela histórica de manera muy merecida. Lejos de otras novelas del género que resultan superficiales y poco rigurosas, la obra de Marguerite Yourcenar cuenta con una profundidad que la sitúa a caballo entre la novela, el ensayo, e incluso la poesía. Se trata de unas memorias del emperador romano escritas en primera persona y dirigidas a su sucesor, Marco Aurelio. A través de ellas realiza una reflexión sobre su vida, a nivel personal y como emperador, reflexiona sobre el poder, la filosofía, el amor, y un largo etcétera. Ahora que se encuentra al final de su vida, acerca todos esos temas al hombre que le va a suceder en el cargo y le aconseja sobre su futuro mandato. Es una obra compleja que requiere tiempo, paciencia e interés, pero que no defrauda.
Ana Rayas

Hace rato que lo tenía pendiente y había visto el libro mencionado entre las listas de los libros que no se suelen terminar, por lo que no me esperaba algo livianito. Y no lo es. Se nota que la autora -como lo cuenta en las notas finales- se ha tomado su tiempo, reflexionado y madurado para poder transmitir la visión y ponerse en la piel de este personaje histórico. He tenido que volver cada tanto para releer la última oración o incluso el párrafo entero, no tanto por su extensión como por su profundidad e intensidad. Para saborear poco a poco, no me ha defraudado para nada.
Silvina Romano

He vuelto a leer por tercera vez LAS MEMORIAS DE ADRIANO sintiendo el mismo arrobo que la primera vez que las leí. Ya en aquel tiempo quedé atrapada por la musicalidad de la prosa, por el mundo que iba surgiendo ante mis ojos y por la voz del emperador Adriano que sintiendo cerca su final “he llegado a la edad en que la vida, para cualquier hombre, es una derrota aceptada” escribe una larga carta a su joven sucesor MARCO AURELIO (17 años).
Estamos en el SIGLO II d.C. ese siglo del que MARGARITA YOURCENAR, citando a FLAUBERT nos dice: «Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que sólo estuvo el hombre» y añade la autora refiriéndose a ADRIANO: “Gran parte de mi vida transcurriría en el intento de definir, después de retratar, a este hombre solo y al mismo tiempo vinculado con todo” y “Si ese hombre no hubiera mantenido la paz del mundo y no hubiera renovado la economía del imperio, sus venturas y desventuras personales interesarían menos“.
Y sí, ADRIANO hará balance de su vida desde su niñez en Itálica, pasando por su adolescencia en Roma, su progresivo ascenso en el ejército del emperador TRAJANO que llevó a cabo grandes conquistas con las que extendió los límites del imperio. Poco a poco, antes de ser emperador, irá forjando el ideal de un imperio de sólidas fronteras donde reine la PAX ROMANA, lejos de los improductivos conflictos asiáticos para lograr el feliz desarrollo de su mandato. Su estancia en Grecia en donde pasa algún tiempo y recorre con devoción y entusiasmo será fundamental en su visión del mundo:
“Empobrecida, GRECIA mantenía una atmósfera de gracia pensativa, de clara sutileza, de discreta voluptuosidad (...) Me parecía a veces que el espíritu griego no había llevado a sus conclusiones extremas las premisas de su propio genio (...) Entreveía la posibilidad (...) de imponer poco a poco al mundo la única cultura que ha sabido separarse un día de lo monstruoso, de lo informe, de lo inmóvil, que ha inventado una definición del método, una teoría de la política y de la belleza.”
Nombrado emperador, ADRIANO “un Ulises cuya Ítaca es solo interior”, luchará por llevar su ideal sabiendo que nada es permanente y previendo un futuro amenazador por el empuje bárbaro pero convencido de que la ROMA ETERNA sobrevivirá a los embates de la historia. Dice “Daba gracias a los dioses por haberme dejado vivir en una época en la que mi tarea consistía en reorganizar prudentemente un mundo, y no en extraer del caos una materia aún informe (...) Me placía, por fin, que aquellas palabras de Humanidad, Libertad y Felicidad no hubieran sido todavía devaluadas por un exceso de aplicaciones ridículas”.
Admirable libro resultado de una imponente labor investigadora tal y como reflejan las notas finales, de una prosa depurada, intensa, rítmica que obliga a una lectura minuciosa, y de una simbiosis de la autora con su protagonista excepcional.
Y termino con una frase que me gusta: dice Adriano: “lo humano me satisface, pues allí encuentro todo, hasta lo eterno”.
Ana Ballester


Pese a la "complejidad" de la lectura la he disfrutado mucho.
Mi edición tienen unas notas al final del libro que pertenecen a la autora; notas a modo de diario que escribió a lo largo de los años que tardó en escribir esta obra. En ella aparecen notas personales, de estado de ánimo, de investigaciones y datos sobre Adriano y la Roma de su época, reflexiones, etc. Me han parecido interesantes y algunas hasta esclarecedoras.
Una novela histórica. Muy novelada en algunas partes y muy fidedigna en otras (según las notas de la autora y la bibliografía consultada por ella).
Sea como sea, no cabe duda de que es (al menos para mí) un gran libro que aborda muchos temas: el amor, el poder, la guerra y la paz, leyes, moral, política, economía... un proyecto ambicioso de Adriano y un proyecto ambicioso de Marguerite Yourcenar. Lo que más me ha maravillado es esa escritura en primera persona que hacía que casi todo el tiempo olvidara que estaba leyendo a una autora del siglo XX y tuviera la sensación de estar realmente leyendo a un emperador romano del siglo II.
Ha habido partes más tediosas, pero la prosa ha ayudado a hacerlas llevaderas.
También ha habido partes en las que el "Adriano-Dios" aparecía más como "Adriano-humano". Este hecho me hacía verlo con más cariño a veces y otras caerse un poco el mito.
Un libro para recomendar, pero no a cualquiera ni en cualquier momento, ya que creo que es necesario un estado de ánimo y concentración apropiado.


“EL TRIUNFO FINAL ES EL ESFUERZO HONORABLE QUE HA CONSTITUIDO TODA NUESTRA VIDA ... 
LAS DECISIONES DEL ESPÍRITU Y LA VOLUNTAD PRIMAN SOBRE LAS CIRCUNSTANCIAS …
...HE PENSADO Y HE VIVIDO EN GRIEGO"…
Sereno y fluido texto de ficción histórica, las Memorias de Adriano son a la vez unos recuerdos, unas confesiones y un testamento ... armoniosa y musical cadencia plasmando escenas e ideas. ¡Qué perfección de prosa!
Marguerite Yourcenar se documentó exhaustivamente durante 10 años para lograr esta obra maestra de literatura, erudición histórica y antropológica ... y no es solo eso, sino que lo hizo en forma tal, que parece que está encarnando el espíritu de Adriano, es tan genuina la identificación del personaje y tan auténtica la caracterización ... es la voz sabia y cansada de Adriano la que se escucha. Y eso lo notan todos los que la leen, unos le llaman simbiosis y otros reencarnación ...
Ficción histórica ambientada en el siglo II d.C., la narración, dictada o escrita por el emperador Adriano a sus 60 años de edad, sintiéndose pronto a morir, es una carta a su nieto adoptivo y heredero, Marco Aurelio, de 17 años.
Sigue una línea de flujo de conciencia que va revelando los hechos claves gota a gota, creando expectativas, avanzando y retrocediendo, dejando pistas, formando un rompecabezas literario, con un vocabulario exquisito, adornado con palabras latinas y sitios geográficos del Imperio Romano.
Porque Adriano, resultó ser un genio polifacético y bisexual, sobrio y a la vez voluptuoso, estoico y epicúreo, disciplinado y sensual ... creo que encontró un balance humano.
Fue un maestro en todo: filosofía, artes, arquitectura y poesía, política ...
También fue un excelente militar a las órdenes de Trajano y un estratega pacificador creador de la Pax Romana en su reinado...
Gobernó creando leyes sociales progresistas, escribió constituciones, fue impulsador de infraestructuras en todo el imperio, como carreteras, acueductos y correo. 
Diseñó bosquejos de edificios públicos, monumentos, puertos y hasta de ciudades enteras a lo largo y ancho del imperio, que entregó a los ingenieros y arquitectos. Practicante e impulsador de deportes, cultos y orgías ... creo que en lo único que falló fue en el amor ... pero que personalidad tan fascinante …
Adriano fue un emperador humanista que enfocó en el hombre su genio creativo porque se sintió dios y trató de hacer su rol lo mejor que pudo ... y la eternidad de Roma Eterna es la eternidad de sus innovaciones en las leyes y mejoras para la vida humana que permanecen hasta nuestros días en la civilización occidental ...
Me he enamorado de esta prosa tan exquisita y elegante ... tan rica y amplia, y que abarca tantos temas, que es difícil escoger un tópico específico para comentar ... se queda uno callado por el respeto de tanta grandeza, mudo, impresionado, por la fertilidad de la pluma de esta autora.... la considero una obra maestra de ficción histórica y literatura.
“CON UN PIE EN LA ERUDICIÓN, OTRO EN LA MAGIA, O MÁS EXACTAMENTE Y SIN METÁFORA, SOBRE ESA MAGIA SIMPÁTICA QUE CONSISTE EN TRANSPORTARSE MENTALMENTE AL INTERIOR DE OTRO. M.Y.”
Lucila Argüello

2 comentarios:

  1. Por tercera vez lo releo y crece en mí la devoción por esta insigne autora que fraguó uno de los más bellos libros que han caído en mis manos.

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  2. ¡Qué difícil es comentar 'Las memorias de Adriano' tal es la variedad, riqueza y excelencia de lo narrado!

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