Género: Narrativa
Traducción: Marina Bornas Montaña
Traducción: Marina Bornas Montaña
Editorial: Acantilado
SINOPSIS:
Hitomi entra a trabajar en una tienda de objetos de segunda mano en
Tokio. «Esto no es un anticuario, sino una tienda de segunda mano», le
advierte el señor Nakano el día en que hace la entrevista. Allí está
Takeo, el joven asistente con quien inicia una extraña relación, y
Masayo, la hermana del propietario que hace exposiciones con muñecas y
cuya vida sentimental atormenta al señor Nakano, que se mantiene
vigilante sobre todo y a quien pierden las mujeres. Un grupo que
vagamente podría parecer una familia. Cronista delicada y elusiva,
Kawakami nos ofrece en este libro, además de la historia entre Hitomi y
Masayo, una sucesión de ventanas abiertas al Japón contemporáneo, en el
que conviven los objetos de una tienda extravagante con la vaga
melancolía de unos hombres y unas mujeres que nunca consiguen ser
felices del todo.
OPINIÓN:
Me ha gustado mucho este libro. No es que tenga una historia intrigante, ni sorprendente, ni un trasfondo social o existencial. No, nada de eso. Es simplemente la historia de varias personas relacionadas entre sí. Personas que viven con mayor o menor suerte en la vida, tanto sentimental como profesionalmente.
La historia está contada con esa elegancia que tienen muchos escritores nipones a la hora de narrar escenas de la vida cotidiana. Sus personajes son cálidos, cercanos, familiares, parecen que forman parte de la vida del lector. Me gusta mucho como está contada la historia. Con sencillez, sin un gran principio, ni un gran final. Sólo es eso, la vida misma.
Me ha gustado mucho este libro. No es que tenga una historia intrigante, ni sorprendente, ni un trasfondo social o existencial. No, nada de eso. Es simplemente la historia de varias personas relacionadas entre sí. Personas que viven con mayor o menor suerte en la vida, tanto sentimental como profesionalmente.
La historia está contada con esa elegancia que tienen muchos escritores nipones a la hora de narrar escenas de la vida cotidiana. Sus personajes son cálidos, cercanos, familiares, parecen que forman parte de la vida del lector. Me gusta mucho como está contada la historia. Con sencillez, sin un gran principio, ni un gran final. Sólo es eso, la vida misma.
Piedad Castilla Castillo
Nakano es un hombre de mediana edad dueño de una tienda de artículos de segunda mano, ubicada en un barrio corriente de Tokio. La narración gira entorno a las vivencias y pensamientos de Hitmoi, la empleada de la tienda, que a sus 25 o 26 años vive sus inquetudes vitales y amorosas y trata de aprender de todas las personas que le rodean. Junto con ella está Takeo, el otro trabajador de la tienda que es igual de joven que ella, y Masayo, hermana mayor de Nakano, artista y visitadora ocasional del establecimiento. El señor Nakano, Masayo, Hiromi y Takeo conforman un grupo un tanto peculiar, a veces, pero al mismo tiempo es verdad que en la vida real podemos llegar a ser así de extraños, complejos, indefinibles, de manera que, en ocasiones, ni nosotros mismos sabemos cómo ni por qué actuamos de tal o cual forma.
De la misma autora de esta obra ya había leído "El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor", por lo que puedo afirmar que en ambas publicaciones muestra un estilo sobrio y un fondo, en apariencia, simple pero que transmite lo cotidiano sin que sucedan cosas extraordinarias. Ahora bien, si tuviera que elegir pienso que me quedaría con "El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor", porque me llegó más hondo y porque, en comparación, "El señor Nakano y las mujeres" me ha dado la sensación de ser un relato demasiado deshilvanado, casi para perderse. Con todo, recomendaría esta escritora pero sólo a los muy aficionados a la literatura japonesa.
De la misma autora de esta obra ya había leído "El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor", por lo que puedo afirmar que en ambas publicaciones muestra un estilo sobrio y un fondo, en apariencia, simple pero que transmite lo cotidiano sin que sucedan cosas extraordinarias. Ahora bien, si tuviera que elegir pienso que me quedaría con "El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor", porque me llegó más hondo y porque, en comparación, "El señor Nakano y las mujeres" me ha dado la sensación de ser un relato demasiado deshilvanado, casi para perderse. Con todo, recomendaría esta escritora pero sólo a los muy aficionados a la literatura japonesa.
Dolors Martínez
Me lo apunto, que me ha gustado mucho lo que nos cuentas. Besos.
ResponderEliminarMe gusta la literatura japonera, así que, en cuánto pueda, a por él.
ResponderEliminarA mí también me gustan este tipo de historias cotidianas, pero bien contadas, si no pueden resultar tediosas.
ResponderEliminar