Género: Narrativa
Traducción: Rubén Martín Giráldez
Traducción: Rubén Martín Giráldez
SINOPSIS:
¿Y si Jane Austen hubiera dado voz a los criados?
Son las cuatro de la mañana en Longbourn, la casa de los Bennett en
Herdfordshire. Mientras las cinco hermanas y sus padres, los famosos
protagonistas de "Orgullo y prejuicio", duermen
plácidamente, Sarah y Polly, las dos jóvenes doncellas, empiezan a
trabajar a las órdenes de la anciana señora Hill, la cocinera. Todos
llevan años repitiendo la misma rutina, pero saben que la vida es algo
más que un simple ir y venir de trapos, cacerolas y escobas.
Sarah es quien más desea arriesgar, y su pequeño y rutinario mundo
finalmente cambia el día en que James Smith, un nuevo sirviente, llega a
Longbourn arrastrando con él un pasado lleno de secretos y un futuro
donde cabe la libertad. De repente, los sótanos y los áticos de la
mansión cobran vida, y detrás de los delantales y los uniformes
descubrimos criaturas que tienen mucho que contar. Mientras las
hermanas Bennett duermen... sus criados por fin hablan, y vale la pena
escuchar.
El estilo de Jo Baker, que respeta la escritura de Jane Austen pero
tiene un carácter propio, aporta nueva luz a un clásico y lo hace con
gran talento e imaginación.
OPINIÓN:
Las novelas relacionadas de alguna manera con obras clásicas son cada
vez más numerosas. Por lo menos, en el caso de Jane Austen. Y no siempre
el resultado es satisfactorio. Sí que lo es en el caso “Las sombras de
Longbourn”, sobre todo teniendo en cuenta que su autora se ha atrevido a
introducirse en el universo de la admirada “Orgullo y Prejuicio”.
“Las sombras de Longbourn” no es, en esencia, precuela ni secuela de la obra de Austen. De hecho, transcurre en su mayoría en el mismo período que “Orgullo y Prejuicio”, en la casa de la familia Bennet. La diferencia es que, en este caso, los protagonistas son los sirvientes de la familia: aquellos que en la obra de Jane Austen ayudan a las damas a bajar de los carruajes, entregan notas, preparan cenas... O en el caso de la sufrida Sarah, protagonista de “Las sombras de Longbourn”, trata de limpiar con mucho esfuerzo las enaguas manchadas de barro de Elizabeth, tras cada uno de sus largos paseos.
Así pues, esta novela aporta un punto de vista diferente a la historia. Los principales acontecimientos referidos a los Bennet se suceden de igual forma que en “Orgullo y Prejuicio”, pero planteados desde la óptica de los sirvientes. Los personajes de Austen también aparecen, pero juegan un rol secundario, ya que son los sentimientos y preocupaciones de los sirvientes los que captan la atención de la autora.
Como pero señalaría que Baker plantea situaciones que implican a los personajes de “Orgullo y Prejuicio” en las que yo les imaginaría actuando de manera diferente. Pero bien es cierto que cada persona capta algo distinto en cada uno de los personajes. En cualquier caso, se trata de una novela bien construida, agradable de leer y que destila mucho afecto hacia la obra de Austen.
“Las sombras de Longbourn” no es, en esencia, precuela ni secuela de la obra de Austen. De hecho, transcurre en su mayoría en el mismo período que “Orgullo y Prejuicio”, en la casa de la familia Bennet. La diferencia es que, en este caso, los protagonistas son los sirvientes de la familia: aquellos que en la obra de Jane Austen ayudan a las damas a bajar de los carruajes, entregan notas, preparan cenas... O en el caso de la sufrida Sarah, protagonista de “Las sombras de Longbourn”, trata de limpiar con mucho esfuerzo las enaguas manchadas de barro de Elizabeth, tras cada uno de sus largos paseos.
Así pues, esta novela aporta un punto de vista diferente a la historia. Los principales acontecimientos referidos a los Bennet se suceden de igual forma que en “Orgullo y Prejuicio”, pero planteados desde la óptica de los sirvientes. Los personajes de Austen también aparecen, pero juegan un rol secundario, ya que son los sentimientos y preocupaciones de los sirvientes los que captan la atención de la autora.
Como pero señalaría que Baker plantea situaciones que implican a los personajes de “Orgullo y Prejuicio” en las que yo les imaginaría actuando de manera diferente. Pero bien es cierto que cada persona capta algo distinto en cada uno de los personajes. En cualquier caso, se trata de una novela bien construida, agradable de leer y que destila mucho afecto hacia la obra de Austen.
Ana Rayas
No hay comentarios:
Publicar un comentario