Género: Narrativa, Humor
Traducción: J. M Álvarez Flórez
Editorial: Anagrama
SINOPSIS:
La más famosa novela de Tom Sharpe, en la que el autor no deja títere con
cabeza. El protagonista, Henry Wilt, encadenado a un empleo demencial
como profesor en un politécnico, acaba de ver postergado su ascenso una
vez más. Mientras, las cosas no marchan mejor en casa, donde su maciza
esposa, Eva, se entrega a imprevisibles arrebatos de entusiasmo por la
meditación trascendental, el yoga o la última novedad recién olfateada.
Wilt, que se siente impotente con respecto a su empleo, no vacila en
entregarse a fantasías cada vez más asesinas y concretas acerca de su
mujer, con la colaboración de una espectacular muñeca hinchable. A
partir de la inopinada desaparición de Eva, Wilt se encuentra encartado
como principal sospechoso de la presunta muerte de su esposa, y se pone
en marcha una desopilante investigación policíaca...
OPINIONES:
Es lo primero que leo de Tom Sharpe y creo que repetiré, hacía tiempo
que tenía en mente leerle para poder juzgar por mí misma si me gustaba o
no, más siendo fan del humor inglés, al que suelo caer de vez en cuando.
"Wilt" es la primera de una serie de obras de humor protagonizadas por un hombre corriente, aparentemente sin grandes aspiraciones, Henry Wilt. Después de leerla puedo decir que no me he reído en ningún momento, si bien algún sonrisa si he echado. Tampoco considero que la carcajada sea el condimento indispensable para considerar buenas o malas sin remedio las novelas de este tipo. A grandes rasgos, pienso que la lectura me ha entretenido y que, conforme avanzaba, iba mejorando, cada vez las situaciones parecían más grotescas y hasta reconozco que las circunstancias particulares de Henry Wilt tienen su sorna, de hecho las escenas protagonizadas por éste son las que más me han gustado.
Al principio cuesta entrar en la historia, los personajes son claramente odiosos y/o llevan una existencia penosa, además que el inicio, como parte introductoria de los personajes, es lo más serio del conjunto e incluso es un poco tostón las explicaciones que nos da el autor británico. Sin embargo, al conocer en mayor medida el entorno laboral y doméstico de Wilt, se comprende mejor su existencia y su comportamiento en relación a su mujer y el trabajo en la escuela de artes y oficios. Es aquí donde Sharpe muestra su humor más inteligente, en mi opinión. Los diálogos que mantiene con los miembros de la policía o con sus alumnos, o las conversaciones de los compañeros de Wilt sobre él o la proyección de la escuela son mordaces, tienen un trasfondo de realidad y dureza teniendo en cuenta los tiempos que corren por el mercado laboral y el valor que se les da a las humanidades, entre otras cosas.
En resumen, no me entretengo en la trama para no desvelar detalles, pero reitero que el texto gana en interés conforme se adentra en la lectura. Sobre todo quieres saber como Henry resuelve su peculiar (y en cierto sentido kafkiana) odisea, por decirlo de algún modo. En ese punto está lo más cómico e ingenioso del asunto. A pesar de no haberme reído, quizá me anime a leer otros de los siguientes libros de la saga Wilt, hay un aire sórdido, grotesco, pero especialmente me llama lo satírico.
"Wilt" es la primera de una serie de obras de humor protagonizadas por un hombre corriente, aparentemente sin grandes aspiraciones, Henry Wilt. Después de leerla puedo decir que no me he reído en ningún momento, si bien algún sonrisa si he echado. Tampoco considero que la carcajada sea el condimento indispensable para considerar buenas o malas sin remedio las novelas de este tipo. A grandes rasgos, pienso que la lectura me ha entretenido y que, conforme avanzaba, iba mejorando, cada vez las situaciones parecían más grotescas y hasta reconozco que las circunstancias particulares de Henry Wilt tienen su sorna, de hecho las escenas protagonizadas por éste son las que más me han gustado.
Al principio cuesta entrar en la historia, los personajes son claramente odiosos y/o llevan una existencia penosa, además que el inicio, como parte introductoria de los personajes, es lo más serio del conjunto e incluso es un poco tostón las explicaciones que nos da el autor británico. Sin embargo, al conocer en mayor medida el entorno laboral y doméstico de Wilt, se comprende mejor su existencia y su comportamiento en relación a su mujer y el trabajo en la escuela de artes y oficios. Es aquí donde Sharpe muestra su humor más inteligente, en mi opinión. Los diálogos que mantiene con los miembros de la policía o con sus alumnos, o las conversaciones de los compañeros de Wilt sobre él o la proyección de la escuela son mordaces, tienen un trasfondo de realidad y dureza teniendo en cuenta los tiempos que corren por el mercado laboral y el valor que se les da a las humanidades, entre otras cosas.
En resumen, no me entretengo en la trama para no desvelar detalles, pero reitero que el texto gana en interés conforme se adentra en la lectura. Sobre todo quieres saber como Henry resuelve su peculiar (y en cierto sentido kafkiana) odisea, por decirlo de algún modo. En ese punto está lo más cómico e ingenioso del asunto. A pesar de no haberme reído, quizá me anime a leer otros de los siguientes libros de la saga Wilt, hay un aire sórdido, grotesco, pero especialmente me llama lo satírico.
Dolors Martínez
Con este libro tengo una relación controvertida. Lo leí hace años en el instituto como lectura obligatoria y no me gustó. Lo quise leer más tarde de adulta, por si con la edad mejoraba, pero no pasé de las primeras páginas. De nuevo, años más tarde, me decido a leerlo por ser lectura conjunta del club de lectura al que asisto, y en esta ocasión sí que lo he terminado.
El protagonista es Henry Wilt, profesor auxiliar en una Escuela de Artes y Oficios, en la que tiene que lidiar con alumnos instaladores de gas, yeseros, carniceros... a los que intenta enseñar literatura para ampliar su sensibilidad, con poco éxito. En contraposición a este personaje, que se percibe gris y mediocre, su dominante mujer, Eva Wilt, se entusiasma y apasiona con toda novedad que se le ponga por delante, ya sea arreglo floral, meditación, yoga... Cuando Eva entabla amistad con Sally Pringsheim y esta invita a los Wilt a una fiesta en su casa, se encadenan una serie de equívocos y despropósitos que desbocan totalmente la trama. A partir de ese momento Wilt se verá implicado en una investigación policial que, curiosamente, sacará lo mejor de sí mismo.
Se suele clasificar a “Wilt” como novela humorística muy divertida. Yo confieso que me ha arrancado alguna sonrisa puntual y nada más, a pesar de que normalmente disfruto mucho del típico humor inglés. Se trata de “una enorme farsa en la que Tom Sharpe no deja títere con cabeza”. Es una sátira que busca ridiculizar muchos aspectos de la sociedad británica del momento (se publicó en 1976): el sistema educativo, la sofisticación de las clases altas, la liberación sexual... Y ello lo hace mediante personajes excéntricos y situaciones tan grotescas que, para mí, en su desmesura, llegan al absurdo y pierden la posible gracia.
Hasta superar las primeras ciento y pico páginas me ha resultado una novela bastante tediosa de leer. Después, a partir de que el protagonista se encuentre en un aprieto, los diálogos y reflexiones en los que interviene (en general también dentro del sarcasmo que destila todo el libro) se vuelven bastante amenos e interesantes. Y la parte final ha sido algo más absorbente, más que nada por las ganas de conocer el desenlace.
Tengo claro que ya no volveré a leer la novela, y dudo que lo intente con ninguna de sus secuelas, simplemente no es mi estilo; pero reconozco que, aunque no me guste mucho, la historia no está mal escrita y puede agradar a otros lectores que aprecien el humor sórdido y corrosivo.
Esther Rodríguez
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