Género: Narrativa
Traducción: Pilar Adón
Editorial: Impedimenta
Traducción: Pilar Adón
Editorial: Impedimenta
SINOPSIS:
Corre el mes de marzo de 1913 y la convulsa ciudad de Moscú se prepara
para la llegada de la primavera. En el ambiente se percibe una
transformación dramática, pero en el número 22 de la calle Lipka, hogar
del impresor inglés Frank Reid, ese cambio será aún más evidente y
decisivo. Una noche, tras regresar a su casa, Frank descubre que su
esposa se ha marchado de la ciudad llevándose a sus tres hijos. Pronto
aparecerá en la vida del impresor una mujer sencilla, una especie de
dríade por la que Frank acabará por sentirse hechizado. Y así,
acompañado de su contable, Selwyn Crane, devoto seguidor de Tolstói, y
de Volodia, un misterioso estudiante que irrumpe en la imprenta con
extrañas intenciones, Frank tendrá que dilucidar qué motivos mueven a
los demás a comportarse de forma a veces extraña, a veces irracional.
OPINIÓN:
OPINIÓN:
Es
una novela corta ambientada en Rusia, unos pocos años antes de la
revolución. Cuenta la historia de Frank, ruso de nacimiento pero de
raíces inglesas, dueño de una imprenta y padre de Dolly, Ben y Anie.
Mediante la convivencia de esta familia con su entorno, sirvientes, empleados de la fábrica y vecinos, la autora expone con bastante gracia la sociedad rusa del momento. Una Rusia semejante a una olla a presión, con sus miserias, leyes restrictivas y sobornos a la orden del día.
De los personajes me ha gustado Selwyn, de personalidad inclasificable, y Charlie, ambos parecen estar por encima de cualquier circunstancia.
El estilo descriptivo de la autora es cotidiano, muy vivido, en especial los paisajes y ambientes. En este no puede faltar el gusto de la ironía, que recae principalmente en los dos personajes anteriormente citados.
De Penélope había leído anteriormente “La librería”, relato que me había desencantado un poco, aunque algunas descripciones me parecieron excelentes. En esta ocasión vuelve a quedarme la sensación de que me falta algo más. Si la historia se hubiera extendido no se habría desmerecido. La recomiendo pero, aviso, podría haber dado más de sí.
Mediante la convivencia de esta familia con su entorno, sirvientes, empleados de la fábrica y vecinos, la autora expone con bastante gracia la sociedad rusa del momento. Una Rusia semejante a una olla a presión, con sus miserias, leyes restrictivas y sobornos a la orden del día.
De los personajes me ha gustado Selwyn, de personalidad inclasificable, y Charlie, ambos parecen estar por encima de cualquier circunstancia.
El estilo descriptivo de la autora es cotidiano, muy vivido, en especial los paisajes y ambientes. En este no puede faltar el gusto de la ironía, que recae principalmente en los dos personajes anteriormente citados.
De Penélope había leído anteriormente “La librería”, relato que me había desencantado un poco, aunque algunas descripciones me parecieron excelentes. En esta ocasión vuelve a quedarme la sensación de que me falta algo más. Si la historia se hubiera extendido no se habría desmerecido. La recomiendo pero, aviso, podría haber dado más de sí.
Dolors Martínez
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