"El expreso de Tokio", de Seicho Matsumoto

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Traducción: Marina Bornas
Editorial: Libros del Asteroide

SINOPSIS:

Los cadáveres de un oscuro funcionario y una camarera aparecen una mañana en una playa de la isla de Kyushu. Todo parece indicar que se trata de un caso claro: dos amantes que se han suicidado juntos tomando cianuro.

Pero hay ciertos detalles que llaman la atención del viejo policía local Jutaro Torigai: el difunto se había pasado seis días solo en su hotel y en su bolsillo encontraron un único billete de tren; así que, seguramente, los amantes no habían viajado juntos. Enseguida se descubre también que el funcionario trabajaba en un ministerio en el que se acaba de destapar una importante trama de corrupción; el subinspector Mihara de la Policía Metropolitana de Tokio se hará cargo de la investigación en la que contará con la inestimable ayuda de Torigai.

Publicado en Japón en 1957, El expreso de Tokio es uno de los best sellers más famosos de Seicho Matsumoto. Su intriga minuciosamente ensamblada y la combinación de elementos psicológicos, sociales y políticos marcaron una nueva época en la novela negra japonesa.

OPINIÓN:

Seicho Matsumoto fue un periodista y escritor nipón desconocido para mí, hasta ahora. “El expreso de Tokio” es una novela corta de suspense publicada originalmente en 1947, por lo que guarda la esencia de una historia clásica de misterio. Por un lado, tenemos un crimen que pasa desapercibido casi para todo el mundo. El hallazgo de los cadáveres de un hombre y una mujer jóvenes hacen creen que se trata de un suicidio pasional y como tal es reconocido oficialmente, por policía y prensa. Por otro, teniendo en cuenta dicha tesitura, solamente unos sutiles aspectos y hechos hacen sospechar lo contrario. El inspector Kiichi Mihara con la ayuda de Jaturo Torigai, un inspector casi retirado, serán los que, siguiendo sus corazonadas e instinto lograrán resolver un caso de asesinato con suma perspicacia.
La esencia tradicional del relato antes mencionada se ve reforzada por un estilo sobrio y parco, tanto en diálogos y descripciones, lo importante son los hechos y el escritor los va desenmarañando sin florituras.En general ha sido una lectura que me ha sorprendido porque no me la esperaba tan entretenida, si bien el desenlace puede dejar algo frío y el desarrollo es un tanto agotador por tantas vueltas que da sobre lo mismo, el autor se desenvuelve bastante bien. Lo recomiendo como distracción para una o dos tardes, por mi parte quizá repita con el autor.

Dolors Martínez