FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Aurora Echevarría Pérez
Traducción: Aurora Echevarría Pérez
Editorial: Lumen
SINOPSIS:
SINOPSIS:
Para descubrir eso y más, aquí está Tan poca vida, una historia
que recorre más de tres décadas de amistad en la vida de cuatro hombres
que crecen juntos en Manhattan. Cuatro hombres que tienen que
sobrevivir al fracaso y al éxito y que, a lo largo de los años,
aprenden a sobreponerse a las crisis económicas, sociales y
emocionales. Cuatro hombres que comparten una idea muy peculiar de la
intimidad, una manera de estar juntos hecha de pocas palabras y muchos
gestos. Cuatro hombres cuya relación la autora utiliza para realizar
una minuciosa indagación de los límites de la naturaleza humana.
OPINIÓN:
A trancas y barrancas terminé “Tan poca vida” de la escritora
norteamericana de origen hawaiano, Hanya Yanagihara, un libro que venía
precedido de buenas críticas, muchas recomendaciones y algunos premios
en Estados Unidos, pero que a mí, de sus 1.008 páginas me han sobrado
unas 700.
En principio se supone que es la historia de la evolución de cuatro amigos desde que se conocen en la universidad y cuya amistad continúa en Nueva York a lo largo de toda su vida, pero pronto vemos que hay un protagonista indiscutible que acapara la novela, mientras los otros tres se van desdibujando, y toda la trama va girando alrededor de él.
Abusos, maltrato, autolesiones, problemas físicos, psicológicos y de identidad sexual… Jude, el protagonista absoluto, es un personaje complejo y hermético, bastante inaccesible y lleno de complejos y profundos traumas, que incomprensiblemente ejerce una enorme fascinación sobre todas las personas que le rodean, le adoran, le cuidan y le miman, mientras que él se desprecia y se odia por su secreto y devastador pasado.
La novela da tantas vueltas y vueltas sobre la dura infancia y las graves secuelas físicas y psicológicas del protagonista, que llega un momento en que, a pesar de que son demoledoras, ya ni conmueven por cansinas y repetitivas.
Por otra parte, resulta que los cuatro amigos, brillan y triunfan cada uno en sus diferentes actividades profesionales, alcanzando un alto nivel social y económico que pronto les convierte en jóvenes millonarios, lo que me pareció bastante irreal.
No quiero hacer spoiler, pero las rutinas diarias de la vida de los personajes se repiten machaconamente, especialmente las de Jude, que cae una y otra vez en las mismas circunstancias, dando lugar a los mismos diálogos y las mismas situaciones, de modo que la lectura, incluso su compleja historia de amor, me resultó soporífera y aburrida y ya la guinda la puso la infausta última parte (unas 200 páginas) que se me hizo insufrible.
En principio se supone que es la historia de la evolución de cuatro amigos desde que se conocen en la universidad y cuya amistad continúa en Nueva York a lo largo de toda su vida, pero pronto vemos que hay un protagonista indiscutible que acapara la novela, mientras los otros tres se van desdibujando, y toda la trama va girando alrededor de él.
Abusos, maltrato, autolesiones, problemas físicos, psicológicos y de identidad sexual… Jude, el protagonista absoluto, es un personaje complejo y hermético, bastante inaccesible y lleno de complejos y profundos traumas, que incomprensiblemente ejerce una enorme fascinación sobre todas las personas que le rodean, le adoran, le cuidan y le miman, mientras que él se desprecia y se odia por su secreto y devastador pasado.
La novela da tantas vueltas y vueltas sobre la dura infancia y las graves secuelas físicas y psicológicas del protagonista, que llega un momento en que, a pesar de que son demoledoras, ya ni conmueven por cansinas y repetitivas.
Por otra parte, resulta que los cuatro amigos, brillan y triunfan cada uno en sus diferentes actividades profesionales, alcanzando un alto nivel social y económico que pronto les convierte en jóvenes millonarios, lo que me pareció bastante irreal.
No quiero hacer spoiler, pero las rutinas diarias de la vida de los personajes se repiten machaconamente, especialmente las de Jude, que cae una y otra vez en las mismas circunstancias, dando lugar a los mismos diálogos y las mismas situaciones, de modo que la lectura, incluso su compleja historia de amor, me resultó soporífera y aburrida y ya la guinda la puso la infausta última parte (unas 200 páginas) que se me hizo insufrible.
Yolanda Castilla Galdos
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