FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Alfaguara
SINOPSIS:
«No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola...»
Editorial: Alfaguara
SINOPSIS:
«No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola...»
Así comienza esta novela magistral de Javier Marías. Pero «eso fue hace mucho tiempo», según añade el narrador: ahora es él quien está recién casado, con Luisa, y en su propio viaje de novios, estando en La Habana, ve desde el balcón de su hotel a una mujer desconocida que espera en la calle y que durante unos segundos lo confundirá con la persona con quien se ha citado. A partir de entonces el narrador sentirá un creciente e inexplicable malestar («presentimientos de desastre») ante su recién inaugurado matrimonio, e intuirá que la explicación tal vez esté en el pasado y por tanto en su propio origen, ya que su padre, Ranz, hubo de casarse tres veces para que él pudiera nacer. Lejos del investigador, el narrador de esta novela es, por el contrario, un hombre que prefiere no saber, consciente de lo peligroso que resulta escuchar y de que, una vez oídas las cosas, ya no pueden olvidarse.
La vigorosa e hipnótica prosa de Javier Marías configura en espiral esta extraordinaria novela en la que están presentes los grandes temas de su narrativa: el secreto y su posible conveniencia, el matrimonio, el asesinato, la instigación, la sospecha, el hablar y el callar, y los corazones que poco a poco se van tiñendo y acaban sabiendo lo que nunca quisieron saber.
OPINIÓN:
Hacía tiempo que no leía ninguna novela del autor y al poco de empezar ya quedé atrapada por su prodigiosa prosa. Como es habitual en sus obras es un libro para leer con calma, con extensos párrafos y largas oraciones, y un lenguaje elaborado y culto que es una delicia de leer. El argumento en sí no es lo más importante, de hecho aunque tiene cierta intriga es bastante sencillo y solo al final tiene un papel más destacado; pero durante la lectura el autor se desvía de él frecuentemente con las numerosas, profundas y variadas reflexiones y pequeñas historias que intercala. Ideas interesantes a las que les da vueltas y más vueltas, con puntos que se repiten y solo al final descubrimos el porqué; incluye referencias a Shakespeare en su contenido y en el título mismo del libro; y también destacaría cierta dosis de humor muy acertada.
Una narración no lineal en la que el protagonista y narrador, casado hace poco, expresa los distintos “malestares” que siente respecto a su nuevo estado, todo ello enlazado con una historia trágica del pasado de su padre que él mismo desconoce. En el fondo habla sobre los secretos, que quizá no siempre haya que desvelar...
Aunque en algún momento puede resultar densa, en mi opinión es una lectura muy recomendable para los amantes de la buena literatura.
Una narración no lineal en la que el protagonista y narrador, casado hace poco, expresa los distintos “malestares” que siente respecto a su nuevo estado, todo ello enlazado con una historia trágica del pasado de su padre que él mismo desconoce. En el fondo habla sobre los secretos, que quizá no siempre haya que desvelar...
Aunque en algún momento puede resultar densa, en mi opinión es una lectura muy recomendable para los amantes de la buena literatura.
Esther Rodríguez
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