"Stefan Zweig, la tinta violeta", de Jesús Marchamalo

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Ilustraciones: Antonio Santos
Editorial: Nórdica

SINOPSIS: 

«Escribía con una letra pulcra, redonda y firme. Una caligrafía cuidada, tinta violeta, en folios y cuartillas de papel grueso que tenían en el encabezado un monograma con sus iniciales, S, Z, convertidas en sello, en divisa. 
Era educado, cortés, mirada inquieta, y en su rostro, tez clara y gesto relamido, destacaba un flequillo lacio sobre la frente y el bigote poblado, grave, de una formalidad administrativa». 

OPINIÓN:
Publicada por Nórdica en su serie de biografías ilustradas, es esta una pequeña delicia, una breve “delicatessen” sobre la vida de Stefan Zweig. Desde su nacimiento en Viena, su infancia y familia, su pasión por el coleccionismo y los viajes... vamos descubriendo las circunstancias que vivió uno de los intelectuales más importantes del siglo XX.
Tras los primeros capítulos sobre sus años florecientes, en los que se convirtió en uno de los escritores más populares del momento, llegan tiempos oscuros que provocarán el derrumbe del mundo que conocía. Ese amigo de grandes personalidades de la época, cuya presencia era reclamada en todo tipo de eventos, tuvo que ver cómo “sus libros ahora ardían en los mismos lugares donde antes cientos de lectores esperaban pacientes a que se los firmara”. Es fácil imaginar cómo la desesperanza hizo mella en su espíritu.
Acompañan la lectura las expresivas ilustraciones de Antonio Santos, en blanco y negro e íntimamente ligadas al texto.
No es necesario ser un apasionado de Stefan Zweig, como es mi caso, para disfrutar esta biografía. Es un interesante acercamiento a su vida, tanto para el que ya la conoce como para el que la descubre con este librito, y que inevitablemente contagia el deseo de leer sus obras o aquellas que faltan por leer.
En resumen, se trata de una biografía breve pero muy recomendable, sobre un excelente escritor y humanista, que curiosamente fue también un gran biógrafo. Es el primer libro que leo de Jesús Marchamalo y no me ha desagradado nada, todo lo contrario, sin duda voy a buscar más libros suyos para leer.

Esther Rodríguez