Género: Narrativa
Traducción: Jordi Bayod Brau
Traducción: Jordi Bayod Brau
Editorial: Acantilado
SINOPSIS:
«Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído», decía Borges. Y es que los buenos libros nos transforman; un pasaje, por breve que sea, puede despertar la curiosidad del lector y animarlo a leer una obra que cambie su vida para siempre. He ahí el poder de la literatura, que no sólo nos abre horizontes, sino que deposita en nosotros, de manera lenta pero constante, la clave para entender la vida. Llevado por esta idea, Nuccio Ordine nos invita en Clásicos para la vida a descubrir o recordar a algunos de los clásicos de todos los tiempos, maestros de innumerables generaciones: Platón, Rabelais, Shakespeare, Cervantes, Goethe, Rilke… Pues para el autor la enseñanza, la educación, constituyen una forma de resistencia a las omnipresentes leyes del mercado, a la mercantilización de nuestras vidas, al temible pensamiento único.
OPINIÓN:
Este es mi segundo acercamiento a la obra de Nuccio Ordine tras “La utilidad de lo inútil”, un pequeño ensayo lleno de amor hacia las Humanidades, consideradas inútiles por los estrechos de miras. Afrontaba, pues, la lectura de “Clásicos para la vida” con muchas expectativas.En este libro, Ordine se centra en el increíble valor de los clásicos como consejeros, aliados, cómplices. Como pequeños tesoros que, tal como señala el autor, nos dicen mucho sobre el arte de vivir. Incide, asimismo, en el papel fundamental de la educación: afirma que un maestro puede cambiarle la vida a sus alumnos, como en el caso de Albert Camus, que agradeció el premio Nobel a su antiguo maestro de manera cariñosa y atenta.
El grueso de este ensayo es una selección de fragmentos de diferentes obras clásicas, que compondrían la biblioteca ideal de Ordine. Encontramos obras de autores muy diversos como Homero, Goethe, Zweig, Flaubert o Borges entre muchos otros. No es de extrañar, asimismo, que los autores italianos estén muy presentes. Me ha desilusionado, no obstante, que de los cincuenta pasajes comentados, sólo uno fuera obra de una mujer: Marguerite Yourcenar.
Estos fragmentos – vistos a través de la mirada de Ordine – nos permiten reflexionar sobre diferentes cuestiones vitales, el aprendizaje, la cultura, y un largo etcétera. De ellos extraemos lecciones como que las apariencias pueden engañarnos, que los animales también sufren y aman, o que, en la vida, lo que importa es el viaje, no la meta.
Ana Rayas
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