Género: Narrativa
Editorial: Balduque
Editorial: Balduque
SINOPSIS:
Stravinsky en el Birdland bien puede ser un alegato a favor de la memoria, la justicia y la dignidad de las personas. Habitan sus relatos escritores que no escriben, coleccionistas de cosas que no se pueden coleccionar, maridos abandonados, pioneros de nuevas teorías literarias convertidos en sacerdotes, suicidas torpes, magos incapaces, hombres que sueñan con luciérnagas, asesinos que nunca han matado a nadie...
Tras una consolidada trayectoria poética, Natxo Vidal debuta en la narrativa breve con un libro impecable y conmovedor.
Tras una consolidada trayectoria poética, Natxo Vidal debuta en la narrativa breve con un libro impecable y conmovedor.
OPINIÓN:
Para su debut en la narrativa breve, Natxo Vidal analiza y entiende lo que es (o debe ser, en mi opinión y en la de muchos otros) un relato: una porción de una realidad mayor con entidad suficiente para transmitir algo, bien en diez páginas, en tres o en un solo párrafo.
Y con la lección bien aprendida emprende Natxo esta obra poliédrica que bucea en los recuerdos del barrio, en los libros de ‘Elige tu propia aventura’ (excelente ejercicio metaliterario), en la teoría del kaos (cómo sacar un libro de la biblioteca puede tener nefastas consecuencias o el famoso terremoto provocado por una mariposa al otro lado del globo) y en la cara más ¿amable? de una visita al cementerio.
En las muchas horas de cantina que quemé durante mis años universitarios, siempre bromeábamos con el más recatado a la hora de arrimarse al gaznate una buena cerveza con aquello de «si yo me bebo dos y tú ninguna, nos hemos bebido una cada uno». Brilla también este leit motiv en la obra de Vidal, y además de ese enrevesado y a veces artificial mundo de las estadísticas, existen otros motivos académicos, como el extraño método de desarrollo numérico y sustitución aleatoria mediante el cual un sacerdote enseñaba literatura, y numéricos también, como la historia del hombre que contaba palabras, o la de aquel otro que coleccionaba intangibles.
Un anciano que quiere llevarse al otro lado el mejor recuerdo, performances que forran ciudades, promesas que somos conscientes de no poder cumplir y el encuentro entre Igor Stravinsky y Charlie Parker (uno de ellos no llevaba calcetines) son, entre otras, las historias que terminan de cincelar este trabajado, y aprobado con nota, debut literario de un autor que espero nos siga brindado estas necesarias píldoras de narrativa.
Y con la lección bien aprendida emprende Natxo esta obra poliédrica que bucea en los recuerdos del barrio, en los libros de ‘Elige tu propia aventura’ (excelente ejercicio metaliterario), en la teoría del kaos (cómo sacar un libro de la biblioteca puede tener nefastas consecuencias o el famoso terremoto provocado por una mariposa al otro lado del globo) y en la cara más ¿amable? de una visita al cementerio.
En las muchas horas de cantina que quemé durante mis años universitarios, siempre bromeábamos con el más recatado a la hora de arrimarse al gaznate una buena cerveza con aquello de «si yo me bebo dos y tú ninguna, nos hemos bebido una cada uno». Brilla también este leit motiv en la obra de Vidal, y además de ese enrevesado y a veces artificial mundo de las estadísticas, existen otros motivos académicos, como el extraño método de desarrollo numérico y sustitución aleatoria mediante el cual un sacerdote enseñaba literatura, y numéricos también, como la historia del hombre que contaba palabras, o la de aquel otro que coleccionaba intangibles.
Un anciano que quiere llevarse al otro lado el mejor recuerdo, performances que forran ciudades, promesas que somos conscientes de no poder cumplir y el encuentro entre Igor Stravinsky y Charlie Parker (uno de ellos no llevaba calcetines) son, entre otras, las historias que terminan de cincelar este trabajado, y aprobado con nota, debut literario de un autor que espero nos siga brindado estas necesarias píldoras de narrativa.
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