Género: Narrativa
Traducción: Mariló Rodríguez del Alisal y Yuko Fujimura
Editorial: Quaterni
SINOPSIS:
Una vibrante y colorista descripción de la ciudad de Edo, el lector se colará en las mansiones de los samuráis que sirven al shôgun, en los baños públicos, en las modestas nagaya o casas de vecinos, pasando por innumerables talleres artesanos y modestos restaurantes en los que reponer fuerzas comiendo fideos soba o anguila asada. Un apasionante recorrido por la futura ciudad de Tokio, desde sus barrios más opulentos y respetables a aquellos más humildes, habitados por personajes del hampa.
Escrita con una sutil ironía y gran sentido del humor, Okamoto Kidô consigue que el lector disfrute con los casos del astuto inspector, trasladándolo a un período exótico incluso para los japoneses. Una era plagada de aparecidos, de hechizos de zorros, de criaturas kappa y de fantasmas. Misterios a los que el detective se enfrentará, armado únicamente con su ingenio y sus hábiles e incisivos interrogatorios.
OPINIÓN:
Me ha parecido entretenido, pero sobre todo interesante por como retrata la sociedad japonesa de la segunda mitad del siglo XIX, una sociedad con una rígida estructura social, de arraigadas tradiciones, estrictas leyes y profundas creencias y supersticiones. En este escenario se circunscriben la serie de diez relatos de los que se compone el libro, diez casos en los que el peculiar detective Hanshichi deberá utilizar su perspicacia para extraer la lógica y resolver los entuertos en los que se ven envueltos sus amigos y vecinos, desde crímenes, secuestros, robos o extrañas apariciones.
Dolors Martínez
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