Género: Narrativa
Traducción: Felipe Villaverde
Editorial: Rialp
SINOPSIS:
El protagonista de este relato es, sin duda, el generoso y un poco
pedante vicario Primrose, un amante padre de familia pintado con tanto
humor como ternura. Su ruina económica desencadena una tormenta de
calamidades sobre él y los suyos, que tienen que afrontar antes de
llegar al repentino desenlace: engaños, amores no correspondidos,
raptos, duelos...Son tantas las desgracias, que el lector se pregunta cómo pueden soportarlo. Pero Primrose confía siempre, y con paciencia, en que todo termine bien. La novela es, pues, una apertura a la esperanza.
Historia plena de ironía y lirismo, "El vicario de Wakefield" sigue la estela de otras obras de los grandes autores del XVIII, y se ha mantenido a través del tiempo como una atractiva lectura.
OPINIÓN:
“Siempre he sido de opinión que el hombre honrado que se casaba y
atendía al sustento y educación de una dilatada familia, era mucho más
útil que el que hablando sin cesar de población, jamás salía de
celibato”. Así comienza “El vicario de Wakefield”, en clara alusión a
ciertos pensadores coetáneos al autor y que teorizaban sobre el
desmedido crecimiento de la población frente a la falta de garantía de
recursos y espacio para toda la especie.
De estos teóricos el máximo exponente sería Thomas Malthus, autor de
“Ensayo sobre el principio de la población”.
“El vicario de Wakefield” es una obra corta y de fácil lectura, si bien, está escrita desde un tono típicamente moralizante y descriptivo, por lo que no la considero una lectura que pueda interesar a un amplio público. De hecho, yo escogí esta novela por curiosidad, pues la autora inglesa Mary Shelley la cita en “Frankenstein” y, además, en mi caso, ya tenía ciertos conocimientos adquiridos sobre el autor, Goldsmith, y eso hacía que me llamase la atención.
Como anticipé en las líneas de arriba, la novela no es muy prodiga en describir lugares, lo relevante es el carácter de los personajes y sus acciones. La familia del vicario, compuesta por el matrimonio, dos hijas casaderas y cuatro hijos, es la actora principal. A lo largo de las páginas la familia es protagonista de ciertos sucesos, los cuales están destinados a cambiarles la suerte de cara a poder subsistir todos de una manera más o menos holgada, ya sea buena o mala, según su comportamiento. En esto actuarán el carácter afable, la humildad, contra la vileza y la falsedad.
En suma, y para no desvelar más datos a quienes lo quieran leer, se trata de un libro de lectura sencilla, que recomiendo sobre todo si se tiene alguna razón o interés especial, sino creo que puede pasar de leerse. Eso no quiere decir que sea mala obra, simplemente hay mucho por leer y no es un libro que marque, en mi opinión.
“El vicario de Wakefield” es una obra corta y de fácil lectura, si bien, está escrita desde un tono típicamente moralizante y descriptivo, por lo que no la considero una lectura que pueda interesar a un amplio público. De hecho, yo escogí esta novela por curiosidad, pues la autora inglesa Mary Shelley la cita en “Frankenstein” y, además, en mi caso, ya tenía ciertos conocimientos adquiridos sobre el autor, Goldsmith, y eso hacía que me llamase la atención.
Como anticipé en las líneas de arriba, la novela no es muy prodiga en describir lugares, lo relevante es el carácter de los personajes y sus acciones. La familia del vicario, compuesta por el matrimonio, dos hijas casaderas y cuatro hijos, es la actora principal. A lo largo de las páginas la familia es protagonista de ciertos sucesos, los cuales están destinados a cambiarles la suerte de cara a poder subsistir todos de una manera más o menos holgada, ya sea buena o mala, según su comportamiento. En esto actuarán el carácter afable, la humildad, contra la vileza y la falsedad.
En suma, y para no desvelar más datos a quienes lo quieran leer, se trata de un libro de lectura sencilla, que recomiendo sobre todo si se tiene alguna razón o interés especial, sino creo que puede pasar de leerse. Eso no quiere decir que sea mala obra, simplemente hay mucho por leer y no es un libro que marque, en mi opinión.
Dolors Martínez
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