19 de febrero de 2016

"Un mundo feliz", de Aldous Huxley

Un mundo feliz Aldous Huxley
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Ramón Hernández García
Editorial: Debolsillo

SINOPSIS:
La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.

OPINIONES:
Lo leímos en el Club de lectura en marzo de 2016.

Este es uno de esos libros que, al margen de tus gustos literarios, hay que leer alguna vez en la vida, es lo que pensaba antes y lo reafirmo tras su lectura.
La razón es simple, son de esas obras que te permiten diversas lecturas y proporcionan reflexiones acerca de lo que somos, tanto como individuos independientes como animales sociales.
Así pues, en general, la experiencia de lectora ha sido grata, con sólo algún pero en cuestión de estilo y en el desenlace de la trama.
La historia está inscrita en un contexto futurista, donde gran parte de la sociedad ha evolucionado hacia un estado ultra condicionado en nombre de la ciencia y en pro del confort, la estabilidad y, por ende, la felicidad.
Niños y niñas son condicionados desde su estado embrionario para que nazcan con unas cualidades especificas, dependiendo de la casta a la que se le asigne. Desde la cuna se les inculca una serie de mantras y conductas con la finalidad de que se adapten lo más adecuadamente posible a su clase social, su trabajo y estatus. También sus deseos, emociones, instintos son condicionados a base de actividades que procuran alimentar sus necesidades de placer y diversión. El dolor no existe, nadie está solo, todos pertenecen a todos y para cualquier pequeño sinsabor se recurre al SOMA, especie de pastillas con efectos fuertemente calmantes.
En esta sociedad imaginaria no caben las emociones ni las ideas propias, es el sacrificio para alcanzar el mundo feliz. Si no cumples los parámetros eres un bicho raro, un loco o un salvaje.
A grandes rasgos, esta es la esencia de la trama planteada por Huxley que, a mi juicio contienen aspectos descritos con ingenio y otros que horrorizan, tampoco hay que olvidar la pizca de sátira contenida en la novela. Por ejemplo, me parece ingenioso el culto a Ford, conocido por ser el primero en emplear la producción en serie a gran escala. Sin duda, el papel simbólico que tiene en la novela es significativo. Por otro lado, por citar algo que me horroriza, el SOMA. No concibo un mundo tan necesitado de un químico para ahuyentar la más mínima molestia o mantener la falsa sensación de bienestar.
En cuanto al desarrollo, solamente pienso que la primera mitad o los 8-10 capítulos primeros tienen más interés que el resto. La trama decae un poco hacia el final, para mi gusto.
Otro pero, es que el estilo no es sencillo, al contrario, es bastante erudito y, en ocasiones, brusco (no sé si será más por la traducción). Lo que quiero decir es que la lectura puede resultar algo fatigosa a ratos.
En fin, con todo lo bueno y malo, me alegro de haber leído la novela y la recomiendo. Es un texto que puede dar lugar a ricos debates
.
Dolors Martínez

Con este libro finalizo el reto que me propuse hace unos años de releer las tres distopías que, en mi caso, fueron de lectura obligatoria en el instituto, y que ya entonces había disfrutado: “Fahrenheit 451”, “1984” y “Un mundo feliz”. Y de hecho tras esta nueva lectura no puedo dejar de recomendar ninguna de las tres.
Una visita guiada a un “Centro de Incubación y Condicionamiento” sirve de introducción a la sociedad que plantea Huxley en esta novela. Una sociedad civilizada e impoluta en extremo, donde todo está totalmente controlado. Los seres humanos se dividen en cinco categorías y son fabricados en serie según el puesto que tendrán dentro de ese mundo. Un Estado Mundial cuya divisa es “Comunidad, Identidad, Estabilidad”, todo ello a costa de la falta de sentimientos, familia, individualidad, cultura... Todos los individuos son felices, no tienen otra opción, han sido condicionados para ello desde antes de nacer. Además los gramos de soma (una droga legal que el estado reparte a diestro y siniestro) que consumen a diario no dejan cabida a la duda. En teoría es una sociedad utópica e ideal. Si algún individuo adolece de un “defecto de fábrica” que le hace cuestionar algunas de las costumbres impuestas será un marginado.
Destacan algunos aspectos simbólicos curiosos, como el culto que se hace a Ford en la historia (Henry Ford fue el creador de la cadena de montaje y la producción en masa), los sospechosos nombres de los personajes (Lenina, Marx, Engels, Trotsky y un largo etcétera) que coinciden con personajes reales de la época, o la T que parece reemplazar a la cruz cristiana y puede hacer referencia también al vehículo “Ford modelo T”. Huxley sin duda plantea muchos de los temas en boga en la época: la eugenesia, el avance científico e industrial, el crecimiento de la población, la libertad sexual, el consumismo...
Personalmente me ha gustado mucho la primera parte de exposición de ese mundo feliz (pero terriblemente frío), y también la conversación, al final, más filosófica, entre el salvaje y el interventor mundial. 
En mi opinión es un libro que literariamente es poco destacable, pero que da para pensar y cuestionar mucho; resulta escalofriante leer algunos aspectos de la historia, y la total falta de libertad que implica para el ser humano. Publicada en 1932, da una visión futurista de una sociedad deshumanizada controlada por la genética y la clonación que hoy en día no parece tan lejana. De lectura imprescindible.
Esther Rodríguez

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