21 de marzo de 2013

"Rojo y negro", de Stendhal

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Juan Bravo Castillo
Editorial: Austral/ Planeta

SINOPSIS:
Julián Sorel, convencido de que su educación le permitirá ascender de categoría social, inicia su labor como preceptor de los hijos del alcalde de Verrières, hasta llegar a convertirse en amante de su mujer. Posteriormente ingresa en el seminario y será nombrado secretario de un influyente político. Amores y ambiciones se mezclan en su vida, urdiendo los hilos de una trama que desembocará en tragedia.

OPINIONES:
Fue la lectura de marzo de 2019 en el Club de Lectura.

Es una novela de otro tiempo, escrita con un lenguaje y estilo diferente al que estamos habituados. Ambientada en Francia en los primeros años del siglo XIX, la situación histórica, las intrigas políticas, la sociedad, la manera de ver el mundo, hasta la visión del amor son totalmente distintas a las de ahora. Todo ello hace que su lectura requiera una atención especial, y personalmente opino que es mejor leer el libro tranquilamente para disfrutarlo en toda su dimensión. En la novela se cuenta la vida de Julián Sorel, un joven de provincias de origen humilde pero terriblemente ambicioso, que poco a poco logrará escalar puestos en la sociedad. A través del relato de su vida el autor hace un reflejo fiel de la sociedad de la época y de la situación histórica y política del momento. También se sumerge espléndidamente en la psicología de los personajes, especialmente del protagonista, un personaje complejo y contradictorio, en constante evolución a lo largo del libro y con el que a veces cuesta empatizar. Muy buena lectura, para leer sin prisas y en el momento adecuado.
Esther Rodríguez

Fue mi primera vez con Stendhal.
Qué experiencia más fantástica. Qué forma de enfrentar al lector consigo mismo, con sus debilidades y sus dudas. El final para mi inesperado. Desde el momento en que Mathilde le envía la carta hasta la funesta estocada final fue como trepar en una montaña rusa de emociones. Terminar en un mar de lágrimas después de imaginar momentos de ternura entre los amantes, reflexionar con Julien acerca de todas sus decisiones y circunstancias, reír a carcajadas por alguna concurrencia, y más mucho más. ¿Qué escritor más excelso que Stendhal? Estoy segura de que de haber existido Julien habría sido yo misma una ferviente adoradora de ese chico. Y no lo culparía en absoluto.
Uno de los aciertos de Stendhal desde mi punto de vista como lector fue no sólo la sátira magistral acerca del siglo XIX ó Francia sino el perfil tan bien delineado del que provee a cada personaje. Nada que reprocharle a ninguno pues todos acertaron y se equivocaron como cualquier ser humano en aquella época como en la actualidad. Ambas mujeres para mi son heroínas de la novela y ambas se ganaron mi respeto aunque también mi aborrecimiento en ciertas circunstancias. Julien y su mejor y único amigo estarán por siempre entre mis personajes favoritos de novela romántica.
Gaby M. Flores

Una novela ... es una novela ... es una novela ... ¡y ésta es muy francesa y muy clásica! Con mucho Napoleón ... recordado con cariño y veneración.
Comienza con una descripción paisajística REALISTA, muy bella y bucólica, turística y de película (le parece a uno estar viendo ese encuadre maravilloso a través de la experta cámara de un gran cineasta) pintada en colores pastel y estruendos industriales, muy contrastante con el rojo de pasión y negro de pecado que es el verdadero símbolo cromático de la novela … y el susurro de las conjuras que será su galo eco, su banda sonora …
Llaman la atención sus simpáticos, filosóficos o enigmáticos epígrafes, que son apócrifos la mayoría de ellos, según la traductora de mi edición, María Teresa Gallego Urrutia. También me llamó la atención su parquedad, su economía, casi brusquedad, en anunciar los sucesos más desencadenantes, impactantes o trascendentes de la historia. Otra cosa que me llamó mucho la atención, es el claro ejemplo de Hibristofilia retratado en el juicio de Sorel.
EPÍGRAFE "Capítulo XLI. El juicio. El país recordará mucho tiempo este famoso juicio. El interés por el acusado llegaba a ser causa de agitación; y es que, aunque su crimen fuera asombroso, no era, sin embargo, atroz. Y aunque lo hubiera sido, ¡era un joven tan guapo! Las bienandanzas de su vida, que tan poco le habían durado, enternecían más. ¿Lo condenarán?, les preguntaban las mujeres a los hombres a quienes conocían, y se las veía palidecer mientras esperaban la respuesta. SAINTE-BEUVE." (Sainte-Beuve fue un escritor fracasado y crítico literario adverso a Stendhal).
... "Ya no quedaba sitio en las posadas desde hacía días. Al señor presidente del tribunal lo perseguían con peticiones de pases; todas las señoras de la ciudad querían asistir a la vista; pregonaban por las calles el retrato de Julien, etc., etc.”
Rojo y Negro es una gran novela que abarca multitud de géneros. Unos dicen que es de género realista (me pareció irreal en muchos aspectos); otros que romántico (me pareció empalagosa y cursi); otros que pionero del psicológico (personajes enajenados, torturados); otros, que precursor del flujo de conciencia (no faltan buenas reflexiones que le dan valor agregado); otros, que histórico (Francia 1830: hechos verídicos, siglo XIX, el de La Industrialización); otros, que de aprendizaje (Julien aprende la importancia de la hipocresía entre otras cosas).
La novela cumple perfectamente con su primordial función que es entretener ... aunque a veces agobian un poco las veleidades ROMÁNTICAS de los insensatos enamorados, que, infantilmente, deshojan la margarita en toda la extensión de la obra.
Por otra parte, haciendo uso de la "reflexión del camino en el espejo", que es como Stendhal define a La Novela, retrata al detalle REALISTA el comporta-miento de nobles y plebeyos y sus poco nobles costumbres: el orgullo exagerado hasta el ridículo, la ambición desmedida y la lujuria son los impulsores de sus acciones. La hipocresía, la intriga, el engaño y el soborno, su modus operandi.
Está coloreada en rojo y subrayada de negro la política francesa 1830, época HISTÓRICA de La Restauración post napoleónica, cuando la Iglesia y los nobles vuelven a tomar las riendas del poder, pero con gran temor de otra revolución … ¡Muy próxima! … Me recordó a El Gatopardo: “que todo cambie para que todo siga igual".
¡Pero tanta maldad e hipocresía da asco … por lo tanto, este reflejo fiel de la carretera, lo interpreto como una implícita y sutil DENUNCIA soterrada a la sociedad francesa de 1830!
El argumento también es rojo-sangre-pasión-encendida y negro-porvenir-luto-total.
¡Francés y trágico tenía que ser!
Es como una trenza muy elaborada que va engrosando en espiral; como un remolino nórdico o un tornado del “callejón” ...
Hay que prestar mucha atención a personajes secundarios nombrados de pasada, que cobrarán importancia al final, ejecutando venganzas o prestando ayuda, y que se confunden entre la maraña de sucesos importantes o no, históricos o anecdóticos, y entre las volubilidades bastante histriónicas de los amores pasionales y desmesurados, que llevan a los inmaduros protagonistas de locura en locura, hasta su total aniquilación.
Los personajes, excepto dos curas buenos y el anciano cirujano, son todos muy odiosos ...
Incluso el protagonista Julien Sorel, que ejecuta variopintos roles, es un anti-héroe-escalador social ... Su hipocresía y falta de sentimientos son repugnantes, lo mismo que su ambición y orgullo. Aunque mas que ambición lo de Julien es "anhelo de superación”, como dicen en nuestras tierras, y hubiera sido algo muy meritorio si su ascenso social y económico se hubiera limitado a fundarse en estudios, trabajo y su charme natural, de los que misteriosa e incomprensiblemente fue muy dotado, dado su origen. Incluso se dio el lujo de rechazar la oferta de sociedad de Fouqué, el amigo maderero, y la posición de preceptor de los hijos de Monsieur Valenod, “venturoso director del depósito de mendicidad”. Pero su quimérica ambición de ser un estratega napoleónico, que expresa a menudo en el FLUJO DE CONCIENCIA, lo impulsa a utilizar artes y tácticas militares para seducir a tres bellas y crédulas damas … de estrato social muy superior al suyo, sin albergar ningún sentimiento amoroso por ellas ... motivado más por complejo PSICOLÓGICO de inferioridad, o resentimiento social, que por ambición … en la cuerda floja entre el rojo del uniforme militar y el negro de la sotana.
Los personajes femeninos son innobles ... no me inspiraron ninguna simpatía. Féminas frívolas, empalagosas, infantiles e inmaduras …
Creí, sin embargo, captar un mensaje en medio de tanta tragicomedia y tanto embrollo ... un MENSAJE político, dialéctico:
Epígrafe del Capítulo XXVIII. Manon Lescaut.
"Y, cuando ya estuvo bien seguro de la necedad y la estulticia del prior, solía conseguir buenos resultados llamando negro a lo blanco y blanco a lo negro. LICHTENBERG" (Científico alemán y autor de Aforismos. Irónico, satírico, escéptico y ateo).
Stendhal dejó en Rojo y Negro una OBRA MAESTRA de DIALÉCTICA y ése es su mensaje cifrado:
"CONSEGUIR BUENOS RESULTADO LLAMANDO NEGRO A LO BLANCO Y BLANCO A LO NEGRO."
He oído y he leído a los políticos ... han seguido su mismo lineamiento.
Julien Sorel también.
APRENDIÓ las lecciones del príncipe ruso ...
"Las instrucciones rusas prescribían imperiosamente que no había que contradecir nunca de viva voz a la persona a quien se escribía. No había que dar de lado bajo pretexto alguno el papel de la admiración más estática; las cartas partían siempre de ese supuesto."
En conclusión, la novela me gustó ... aunque como había leído que era una de las mejores del mundo ... esperaba algo más ... no se que ... tal vez debí dedicarle mas tiempo y atención para apreciarla mejor … ¡Pido disculpas a Stendhal!
Lucila Argüello

Me siento complacida de haber leído esta obra, es mi primer encuentro con Stendhal y estoy segura que no será el único. 
Estoy encantada con esta novela y me pasa siempre que leo un clásico, porque tengo buena predisposición con ellos, entre otras cosas porque me interesa que una obra además de entretenerme me deje una enseñanza, aunque más no sea de una mínima parte del mundo.
También estoy encantada porque fue una sorpresa para mí enfrentarme a esta obra sin mayores dificultades. Muchas veces tengo ciertos temores con los clásicos. Sin embargo, con "Rojo y Negro", a pesar de que se trata de una traducción, me ha parecido un lenguaje accesible, nada complejo, pero a la vez, elegante, cuidado y con hermosas expresiones que ahora tengo atesoradas. Aún así, sé que hay muchos temas que trascienden mi conocimiento, porque es una "gran obra", filosófica, psicológica, histórica y seguramente una fuente inagotable de temas. 
En cuanto al argumento, me ha parecido excelente, disfruté cada descripción, situación, conversación, sufrí con cada padecimiento, cada remordimiento y con la turbación de los personajes. Personajes tan bien desarrollados que me han hecho pensar que los he conocido casi en profundidad, hasta que el final de la novela me dejó perpleja y me mostró que nunca se termina de conocer a una persona, ¿quizá ni a nosotros mismos?
"Rojo y Negro" me ha dejado muchos pensamientos valiosos, leer este libro fue un tiempo invertido.
Quiero compartir algunas frases que he resaltado para la reflexión:
* "El viajero que acaba de escalar una montaña de rápida pendiente experimenta un placer especial sentándose y descansando en la cima; pero, ¿se considerará tan dichoso si se le obliga a descansar siempre?"
* "...un camino no deja de ser hermoso porque haya espinas en los setos que lo flanquean. El viajero sigue tranquilo su marcha, sin mirar ni tocar las espinas..."
* "Las pasiones, cuando son verdaderas, sólo en ellas se piensa."
Y para finalizar, esta frase (capítulo XXXI, Primera Parte) que resume mi sentir:
"UN BUEN LIBRO ES PARA MÍ UN ACONTECIMIENTO.
Yesica Pinto

He leído dos veces ROJO Y NEGRO: una en mi adolescencia y otra ahora. Recuerdo que en aquel momento me interesaba sobre todo el devenir amoroso de su protagonista. Hoy, sin embargo me llama la atención el carácter excepcional que tuvo en el momento de su escritura y que justifica el rechazo que sufrió no sólo en el momento de su publicación sino en casi todo el siglo XIX. Cuando aparece en 1830 fue un escándalo: la tildaron de inmoral pues vieron en ella una crítica de sus propias costumbres y una descripción de un mundo sin esperanza en donde la juventud se veía abocada al silencio y a fingimientos continuos. Hasta entonces, y ahí está su genialidad, a nadie se le había ocurrido convertir el sistema político en el tema de una novela y él lo hizo con la Restauración, época que se ha definido “como un período de esperanzas y promesas no cumplidas, de energía no aprovechadas y talentos frustrados“.
Y aquí nos planta a Julián Sorel en medio de una sociedad en que el poder está en manos de la burguesía, el clero y la aristocracia… ¿Y qué pasa con los jóvenes herederos del esplendor napoleónico? También quieren su parte y sólo encuentran el retorno de los Borbones y una sociedad que rechaza la ascensión social. Stendhal quiere contar lo que está pasando y de ahí la cita de Dantón en el primer capítulo: “La vérité, l´âpre vérité” de una época en que la movilidad social sólo es posible a costa de la inserción en el ejército o en el clero.
Ha sido un placer y les animo a que la lean...
Ana Ballester

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