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3 de marzo de 2019

"El murmullo de las abejas", de Sofía Segovia

el murmullo de las abejas
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Lumen

SINOPSIS:
Érase una vez una saga familiar de terratenientes mexicanos y un niño rodeado de abejas. Con estos elementos Sofía Segovia ha creado una historia de amor por la tierra y del poder de la complicidad entre los seres humanos.
Una mañana cualquiera un hombre de avanzada edad toma un taxi en la ciudad de Monterrey rumbo a Linares, su ciudad natal. El viaje solo llevará unas horas, pero el viejo habla y no para, como si delante de él se desplegara todo su pasado. Así, el taxista y los lectores vamos a conocer la historia de una familia mexicana de terratenientes, los Morales Cortés, desde el principio del siglo XX hasta hoy.
De repente, en el fluir de las palabras, asoma el rostro amigo de un niño sabio que no puede hablar, pero oye lo que otros no saben o no quieren oír, y anda rodeado de abejas. Ellas son sus aliadas y las que sabrán guardar los secretos del caserón de Linares, un lugar donde viven mujeres hermosas y tercas y las naranjas tienen un sabor especial. Incluso la muerte es distinta en Linares, y el hombre lo sabe. Por eso viaja, habla, recuerda...
El murmullo de las abejas nos lleva a un mundo donde casi todo es posible si aceptamos que el cuerpo tiene más de cinco sentidos. Sofía Segovia nos invita a aguzar la vista, a estar atentos, para oler el aire, ver más allá de lo aparente y llegar a comprender lo que de verdad importa.

OPINIONES:
Fue la lectura de febrero de 2019 en el Club de Lectura.

Una novela tierna y con alitas que te hace volar de una época a otra entre capítulo y capítulo. Para esta lectura, más que esfuerzo mental, pienso que se requiere un corazón dispuesto a soñar, a creer en la fantasía, a emocionarse por cada uno de los personajes y por la historia en general.
Simonopio y Francisco hijo, son los personajes más entrañables para mí, no puedo decidirme por uno, pero sí me he quedado corta con la participación de Simonopio. Esperaba más, mis expectativas de encontrar magia eran altas. Sí hubo, pero no me fue suficiente.
En cuanto a Anselmo Espiricueta, "el malo" de la novela, ha hecho cosas malas pero pudo haber sido una persona de bien. No creo que su naturaleza haya sido mala, sino que las circunstancias de la vida lo hicieron resentido, y no encontraba otro camino para cumplir sus sueños que a través de lo que hizo. No lo justifico de ninguna manera, pero no lo odio. Se merece su castigo pero no deja por eso, de ser un pobre campesino renegado queriendo alcanzar un sueño. Un sueño difícil que fue ennegreciendo su corazón.
Algunas experiencias contadas por el viejito Francisco, me parecían interminables. Pero le tuve paciencia, como se la tuviera a mi abuelito.
El contexto histórico fue interesante, no ha sido denso y creo que la autora dejó a criterio de los lectores el hecho de querer saber o investigar más sobre esas fechas y acontecimientos.
El comienzo de la novela y el final son las partes más hermosas. Todavía sigo pensando en ese final... Y me he tomado un poco de libertad al imaginarlo más allá de la narración de la autora.
Para terminar, les comparto éstas palabras que Francisco envió a decir a sus nietos, pero que podemos pensar que también nos envió a decir a nosotros.
"Diles que caminen por la sombra. Que escuchen con los ojos, que vean con la piel y que sientan con los oídos, porque la vida nos habla a todos y sólo debemos saber y querer escucharla, verla, sentirla".
Yesica Pinto

Esta novela me resultó tan relajante desde el primer momento ...
Creo que tal vez el nombre me susurraba al oído una canción de cuna onomatopéyica, mientras me adormecía sorbiendo en mis labios la panacea universal de la miel ... envuelta en el delicado perfume de inmaculados azahares ... leyendo esta novela mi nombre se tornó Melisa.
Fue mi primer encuentro con la autora mexicana de esta mágica novela, Sofía Segovia, y he quedado prendada de su estilo real maravilloso.
En el relato suceden tragedias debido a la situación histórica ... revoluciones constantes ... gran inestabilidad política que dura varias generaciones.
También histórica es la narración de la epidemia de peste que fue parte de una pandemia mundial. Esta trágica relación tiene una anécdota tragicómica ... la del falso resucitado Lázaro y unas secuencias en lenguaje coloquial de clásico estilo cantinflesco muy humorísticas.
Pero qué ternura de estilo; qué amor tan grande destila, a la familia y a la tierra, con personajes tan entrañables como el de la nodriza de varias generaciones la Nana Reja...
El protagonista principal es un niño vidente con labio leporino llamado Simonopio, expósito debajo de un puente, salvado por sus hadas madrinas las abejas y la Nana Reja, cuya vida es narrada por su hermano de leche y miel Francisco Chico, quién será su intérprete, ya que Simonopio no puede hacerse entender con los sonidos que le salen de su paladar hendido.
Al desarrollarse el argumento se vislumbra la tragedia: afila sus colmillos la fiera Espiricueta... Ignorancia y superstición, ambición y envidia, maldad y vicio harán emerger su nagual o animal alter ego: El Coyote. Y así culminará el crimen y luego el mágico vuelo justiciero del enjambre que aguijoneará la venganza.
Luego sobreviene la separación - abandono de los hermanos de leche y miel, que volverán a verse únicamente al final del camino, cuando Francisco contará al conductor del taxi toda la historia, durante el viaje que lo lleva a reunirse con Simonopio.
Y el ocaso de la historia de estos hermanos de leche y miel, es tan apacible y dulce como su alborada.
Lucila Argüello

Una lectura tierna, hermosa, a veces lenta, como la vida en el campo, como la vida de un niño pequeño, para quien cualquier plazo se vuelve eterno, como la vida que se le escapa a un cuerpo envejecido.
Esta historia, a pesar de contar ciertos hechos trágicos, tendrá para mí y para siempre, un sabor y olor dulce a miel, a Simonopio. Este niño tan tierno, extrasensorial, se ganó para siempre mi cariño incondicional. No puedo pensar en su dolor debido a la partida de Francisco “ya en seco” sin que se me llenen los ojos de lágrimas.
Lloré desde el inicio del paseo del cumpleaños número siete de Francisco chico. Tal Somonopio saliendo de su piedra, me hubiera gustado gritarles a los Franciscos, padre y chico, que no fueran a visitar las tierras del coyote. Se presiente, desde el inicio de este recorrido, un final trágico.
El coyote representa todo lo que uno puede aborrecer en la vida: la locura, la codicia, la maldad, el resentimiento, la falta de sentido común y los celos. Se mereció su final, porque nada justifica tanta cobardía, a pesar de la dureza de la vida. Cada quien puede escoger vivir resentido con ella, con todos, o vivir agradeciendo cada amanecer.
Los pensamientos de Francisco padre al morir, su lenta agonía, su inmenso amor por su familia, son terriblemente hermosos y dolorosos. 
Los llamados y lamentos silenciosos de Beatriz por su Francisco chico perdido, sentada a la par del féretro de su Francisco asesinado, su lenta caída en el infierno, son sumamente reales y desgarradores.
En fin, esta historia de amor inmenso de Somonopio por su familia adoptiva y sobre todo, por su hermano, me conmovió muchísimo.
Sin embargo, ¡qué sentimiento de desperdicio!
Caroline Sakaël

5 de septiembre de 2018

"El proceso", de Franz Kafka

El proceso Franz Kafka
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: R. Kruger
Editorial: Austral

SINOPSIS:
Al filo de la muerte, Franz Kafka pidió a su amigo Max Brod que destruyese todo el material que no había publicado en vida para que nunca viese la luz. Esta novela inacabada hubiese corrido esa suerte de no ser por Brod, quien advirtió el gran valor literario de dicha obra y desobedeció la petición de su amigo. Publicada póstumamente en 1925, Kafka escribió El proceso en la treintena y es una de las piezas clave de la producción de este autor checo.
La novela empieza con el arresto de Joseph K. una mañana en su casa, acusado por alguien de un crimen del que tampoco sabe nada. Desde ese momento, K. se adentra en una auténtica pesadilla. Ante unos jueces enigmáticos que aparentemente ignoran los detalles del caso, acaba repasando su vida en busca de algún hecho que haya podido merecer la denuncia y su detención. La inaccesibilidad de las altas instancias de la justicia y del Estado lo atrapa en un laberinto desmoralizante.
Una de las grandes obras maestras del siglo XX.

OPINIONES:
Fue la lectura de agosto de 2018 en el Club de Lectura.

El significado de esta historia es el significado de la vida. Nadie puede comprender el sentido de la vida, por lo tanto, deduzco que nadie puede comprender a cabalidad el significado de la historia de El Proceso ... y su lectura es un complejo proceso, como el proceso de vivir.
Desde su publicación el 26 de abril de 1925, esta obra de Franz Kafka, ha sido por casi 100 años objeto de incontables estudios por parte de eruditos y estudiosos de muchas artes y disciplinas: Literatura, Psicología, Sociología, Leyes, Filosofía, ¿Política? ...
Sólo en estos últimos días en el Club de Lectura Literatura +1 hemos gozado o sufrido de las opiniones de Milan Kundera, Albert Camus, José Saramago, J.L. Borges, Gabriel García Márquez, el catalán Eduardo Mendoza …
Ya no queda casi nada nuevo que decir de Kafka y El Proceso, pues se han escrito sobre el tema cientos de ensayos y monografías.
Se ha convertido en una obra de culto y Kafka en un autor de culto con fanáticos adoradores en todo el mundo.
Hasta se han acuñado vocablos alusivos a su estilo “kafkiano” o “kafkaniano”… en todos los idiomas.
Con su obra y el tema kafkiano se han producido películas de excelente valor estético, incluso de dibujos animados. Abundan excelentes caricaturas e imágenes ingeniosas, asi como historias gráficas de mucha calidad artística, tanto de Kafka mismo, como de los temas de sus relatos. La creatividad de Kafka ha estimulado la creatividad de tantos artistas … hasta existe una escultura movible, obra maravillosa de un artista de Praga.
Hay blogs y páginas cibernéticas dedicadas a Kafka que le rinden pleitesía con pasión ...
Mi humilde opinión empírica es:
Creo que El Proceso es una excelente mezcla de novela de suspense y psicológica, que enfatiza la protesta política en forma satírica no exenta de filosofía.
Desde el primer momento causa gran suspenso ... tremenda angustia que va en aumento. Se siente la premonición de una tragedia y una impotencia muy grande rayando en la rabia ... Y así sigue y sigue, in crescendo ... con acciones incongruentes e insensatas y escenas de pesadilla, absurdas hasta lo alucinante. A veces me parece una obra surrealista y otras veces abstracta.
Aparentemente, Kafka escribió la novela, como se intuye de la lectura de su diario, sin querer darle un significado específico.
Él quería escribir la historia que pugnaba por brotar de su inspiración, del fondo de su alma, como un alarido de auxilio ... y eso fue lo que hizo. O sea, él mismo no sabía cuál era el significado de la historia. Se la dictó su subconsciente. Y hay algo que me parece evidente: su frustración, su miedo y su angustia existencial trascienden y se destilan a través de la obra como la hemorragia de una herida abierta.
Los eruditos analistas han llegado a diferentes conclusiones y he leido algunas de tantas interpretaciones de su simbolismo. Helas aquí:
Una de ellas es que el compromiso matrimonial lo hacía sentirse capturado... Otra, que la tuberculosis lo tenía atrapado y la sentía como una sentencia a un castigo terminal inmerecido o demasiado cruel para sus pecadillos... Otra muy difundida, que la despiadada autoridad paterna lo desesperaba y lo hacía sentirse prisionero ... Otra más: que por el antisemitismo, siempre en aumento, percibía un ostracismo mortal ... cuando por otro lado, siendo él un hebreo moderno, no se sentía partícipe de la comunidad judía y eso también era estar aislado o recluido, un paria entre su misma gente ...
Hay otra interpretación más: en la que creen que El Proceso se refiere a las leyes divinas infringidas, una especie de juicio final ... una condena por el pecado original ... algo muy teológico ... un complejo de culpa religioso ... un castigo divino. ¿Será en esta interpretación o en la del bacilo de Koch que calza la de Milan Kundera de “El castigo busca la falta”?
Pero en fin … ¡cada quien lo llora por donde lo siente!
Interpretaciones surgen para todos los gustos ... para los que hemos vivido bajo dictaduras de derechas y de izquierdas, lo tenemos muy claro: que se trata de un procedimiento común en una dictadura burocrática y totalitaria, que es algo siempre actual y que sigue sucediendo en nuestros días, donde ni el Recurso de Amparo ni el Hábeas Corpus funcionan. 
Por lo tanto, a Der Prozess, no lo considero una distopía, sino algo horrorosamente real ...
Para concluir hurto la nota de Saramago en su prólogo de mi edición de El Proceso:
《Mijail Bajtin escribió en su Estética y Teoría de la Novela: «El objeto principal del género novelístico, ése que lo especifica, ése que crea su originalidad estilística, es el hombre que habla y su palabra».》
Tarde o temprano ... de esta obra inconclusa, el fin es la eternidad: ¡Su palabra que habla, sigue hablando! 
Una cosa es segura al final ... de esta vida nadie sale vivo … del proceso de vivir todos salimos ajusticiados … ¿Y cuándo crucemos el rio Aqueronte, después de entregar nuestro óbolo a Caronte, seremos sometidos al ulterior Proceso?
Lucila Argüello

Lo único nuevo que puedo agregar sobre esta obra, es mi experiencia con la lectura.
He aprendido que a Kafka no se lo lee, a Kafka se lo estudia. Es difícil que se disfrute una obra de este autor, sin investigar un poco sobre su vida, o por lo menos a mí me ha servido para explorarlas un poco más.
He gozado mucho de esta novela y paradójicamente la he sufrido mucho, porque lo que le pasaba al protagonista lo he interpretado como una metáfora de la vida misma, no puedo sentirme ajena a los sinsentidos, a los estados de confusión, a la incertidumbre sobre el futuro, a las injusticias que vemos cada día, a la corrupción y a la forma en que a veces los seres humanos tratamos de ver como normal lo que no lo es y por consiguiente, actuamos de manera indiferente.
Me gusta leer algunas interpretaciones que hacen los críticos, a veces religiosas, otras filosóficas o jurídicas, pero cualquiera sea por la que elija inclinarme, siempre pensaré que, El proceso de Kafka es la novela absurda más coherente que he leído.
Casi a la mitad del Capitulo VII hay una frase que dice así:
"En suma, ya no tenía la posibilidad de aceptar o rechazar el proceso, se encontraba inmerso en él, y era necesario defenderse. Si estaba fatigado, peor para él", jugué a cambiarle la palabra "proceso" por la palabra "vida" y me ha quedado el resumen de mi reflexión.
"En suma, ya no tenia la posibilidad de aceptar o rechazar la vida, se encontraba inmersa en ella y era necesario defenderse. Si estaba fatigado, peor para él".
Para finalizar, quiero compartirles unas palabras de Jean-Paul Sartre sobre nuestro escritor: "...De Kafka nada tengo que decir, sino que es uno de los escritores más raros y más grandes de esta época. Además, fue el primero en llegar; la técnica que eligió responde en él a una necesidad. Si nos muestra la vida humana perpetuamente turbada por una trascendencia imposible, ello se debe a que cree en la existencia de esa trascendencia. Simplemente, se halla fuera de nuestro alcance. Su universo es a la vez fantástico y rigurosamente verdadero".
Siempre recomendaré las obras de Kafka, y siempre volveré a ellas, porque nunca dejará de conmoverme y sorprenderme, siempre encontraré algo diferente y nuevo en sus libros, aunque los lea muchas veces. 
Kafka siempre Kafka.
Yesica Pinto

1 de agosto de 2018

"Al faro", de Virginia Woolf

Al faro Virginia Woolf
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Dámaso López
Editorial: Cátedra

SINOPSIS:
En 1926, Virginia Woolf cumplió cuarenta y cuatro años y se hallaba escribiendo una nueva novela que a diferencia de sus otras obras la arrastraba en medio de un tumulto de apremiantes arrebatos creativos. Ni dudas, ni vacilaciones, ni nerviosos exámenes de sus propios méritos, ni miradas de reojo a la obra de otros escritores, ni amargos comentarios sobre la distancia que se interpone entre sus deseos y el resultado con el que tiene que contentarse. Al Faro, su nueva obra, es la más desnudamente autobiográfica de sus novelas, la más centrada en sus relaciones con sus padres, con la familia y con el medio social del que provenía, la más centrada en el análisis de sus propias responsabilidades como creadora.
Al Faro se concibió y redactó como analogía de la pintura que adquiere forma y cuerpo con el paso del tiempo dentro de la propia novela; esa pintura que se ejecuta ante los ojos del lector, quien, propiamente, no ve la pintura, sino que la lee. Virginia Woolf consigue conjugar en esta novela todos los elementos del recuerdo con una forma artística plenamente satisfactoria, y logra que los ingredientes con que compone sus novelas, la vida, la muerte, adquieran una extraordinaria riqueza de matices. Consigue, en fin, un equilibrio difícil, comprometido, entre revelación y conocimiento.
"Al faro" es una novela que constituye una heroica reconstrucción de las pérdidas (reales o imaginarias) y tiranías del pasado. En ella puede apreciarse en su plenitud la técnica del monólogo interior y unas imágenes ricas y sugerentes.

OPINIONES:
Fue la lectura de julio de 2018 en el Club de Lectura.

Virginia Woolf escribió esta novela después de “La señora Dalloway”, y al igual que en ella, en “Al faro” aparece de nuevo como elemento fundamental e innovador el monólogo interior; conocemos la historia desde los pensamientos de los personajes, algo que resulta muy interesante.
El libro se divide en tres partes. En “La ventana” (la parte más extensa con diferencia) la autora nos sitúa en la isla de Skye, en Escocia, y se centra en la familia Ramsay, que está allí con sus ocho hijos y varios amigos de visita. Una deseada excursión al faro del lugar, que se retrasará, es la excusa para analizar, entre otros aspectos, la relación entre Mr. y Mr. Ramsay y algunos de sus hijos. Es notable la caracterización de los padres, en especial la bella e influyente Mrs. Ramsay. Cabe destacar entre el resto de personajes a Lily Briscoe, una pintora soltera que a medida que avanza la lectura identificamos como alter ego de la autora.
La segunda parte, “El paso del tiempo”, es muy breve y en ella la narración cambia radicalmente. Desaparece el monólogo interior y nos encontramos un narrador omnisciente que describe el abandono, la ausencia y el paso del tiempo en la casa que habían ocupado familia y amigos. En “El faro”, tercera y última parte, algunos de los personajes regresan diez años más tarde al mismo escenario en la isla de Skye, y nuevamente nos sumergimos en sus reflexiones e inquietudes vitales a través de sus pensamientos.
Sin diálogos y con escasa acción, Virginia Woolf, con su increíble capacidad de sumergirse en los personajes y plasmar sus pensamientos más profundos, y la versatilidad de pasar de uno a otro sin tregua, logra que el lector sienta y vibre con cada uno de ellos, y aprecie la tensión, los cambios de humor o los momentos incómodos. Es una obra eminentemente autobiográfica, la semejanza de la familia Ramsay con la de la autora es evidente, los padres, los ocho hijos, algunas de las circunstancias que se retratan... Sin duda Virginia Woolf vertió en “Al faro” muchas de sus propias experiencias, inquietudes y reflexiones.
Es una lectura profunda e intimista que requiere una lectura atenta y obliga a releer a menudo. A pesar de no ser nada fácil de leer, su prosa lírica y muchos fragmentos soberbios y bellos compensan la dificultad. Me ha gustado mucho, aunque reconozco que es un libro de los que hay que volver a leer para captarlo en su totalidad.
Esther Rodríguez

Esta novela me ha parecido una lectura especialmente difícil, básicamente porque no se puede decir que haya una verdadera trama, una estructura del tipo "principio, nudo y final", o donde haya una acción rápida, una intriga... muy al contrario, la trama es bastante secundaria, primando en cambio la descripción psicológica de los personajes, sus reflexiones, sus perspectivas. La estructura es bastante novedosa: sólo se narra la acción de unos días separados entre sí por diez años, permitiendo ver qué transformaciones han sufrido los personajes durante ese tiempo, o, más bien, cómo les ha ido en función de las decisiones que han tomado: por ejemplo, a Minta con su matrimonio o a Lily con su soltería, pues uno de los temas que subyacen son la situación de la mujer en la época, que parecía no tener otra alternativa que el matrimonio, siendo una mujer como Lily, que se niega a aceptar esta única opción, considerada una "insignificante solterona", como ella misma llega a calificarse (capítulo 7, III. El faro). Otros temas son el conocimiento de uno mismo, la subjetividad, el cómo nos perciben los otros y cómo percibimos a los demás: "[...] las cosas por las que se nos conoce, es meramente pueril. Por debajo todo es oscuro, vasto y de una profundidad insondable; solo de vez en cuando salimos a la superficie y eso es lo que ven los demás" (capítulo 11, I. La ventana.) El amor, las relaciones de pareja, la familia, la educación de los hijos... todos esos temas están también presentes. La muerte, a partir de la segunda parte. He echado de menos más referencias al momento en el que se ambienta la novela, la Primera Guerra Mundial, pues salvo cuando se dice que Andrew ha muerto en la guerra, no hay muchas más. Otro aspecto a destacar es la descripción de un estilo de vida propio de las clases inglesas adineradas de principios del siglo veinte. Y por supuesto, lo que ya muchos lectores saben, el carácter autobiográfico de la novela, las similitudes con la vida de la autora, siendo la señora Ramsay la personificación de la madre y la pintora Lily, la propia Virgina Woolf, en su búsqueda creativa de plasmar su mundo interior y su visión del mundo, Lily sobre el lienzo, Virginia sobre el papel. 
En definitiva, me parece una obra interesante, original, completa y de referencia, aunque repito que de lectura difícil, para retomar con el tiempo.
Victoria Rodríguez

He terminado la lectura del mes y debo decir que me ha dejado un gusto agradable, ha sido un goce estético.
Creo que no hay mucho que pueda agregar que no se haya dicho ya de esta novela, considerada una de las obras cumbres de la literatura del siglo XX.
No será uno de mis libros favorito pero mi experiencia ha sido satisfactoria, obviamente que habrá muchas cosas que he pasado por alto en esta primera lectura, por lo que no descarto la posibilidad de encontrarme de nuevo con "Al Faro".
Estas palabras traídas de la tercera parte de la novela expresan exactamente mi sentir: "y, con el libro en la mano, ella pensaba que allí uno podía dejar vagar el pensamiento igual que una hoja en el agua..."
Realmente es una novela sobre los pensamientos, sobre los recuerdos, imaginación y sentimientos de los personajes, una exploración por sus mentes, un paseo por su interior. Tarea que requiere de mucha atención porque no es nada sencillo seguir el hilo del pensamiento de alguien. 
De todos los personajes, me quedo para siempre con la Sra. Ramsay, he sentido devoción por su persona al igual que su familia. Es por eso que para mí, El faro es, simbólicamente, la sra. Ramsay. Luego de 10 años, una visita que hacen al faro, algunos miembros de la familia Ramsay, ha dejado (quizá esté equivocada, pero es lo que me ha resultado de la primera lectura) una gran ofrenda. 
Para finalizar, quiero compartirles algunos de los interrogantes de la última parte de la novela: "¿Era imposible aprender de memoria cómo funcionaba el mundo? ¿No había guía, ni refugio? ¿Era todo un milagro, igual que saltar hacia el vacío desde lo alto de una torre? ¿Sería posible que la vida fuese eso? ¿Sorprendente, inesperada, desconocida?"
Yesica Pinto

Es un libro al que le digo adiós temporalmente. Por ahora sólo puedo dedicarle unas líneas dando fe de aquellos momentos de la narración que por poéticas razones siguen colgados en las páginas de mi memoria:
Y así recuerdo la imagen de la señora Ramsay, a través de la ventana, serena diosa que compone, recompone e ilumina el mundo que gira a su alrededor cual faro viviente y cuya imagen intenta llevar Lily al lienzo. ¿Para qué llegar hasta el otro faro, atravesando las agitadas aguas, cuando la luz descansa perenne tras la ventana?
También el desconcierto de Lily ante su lienzo blanco cuyo árbol parece no encontrar su espacio (al igual que ella) oscurecido por la presencia de los personajes y las cabalgadas del señor Ramsay que se inviste de héroe por las colinas en una suerte de emulación de glorias pretéritas...
Rememoro, asimismo, la lenta caída de la tarde que imagino mezclada con los aromas del “boeuf en daube” que está “en train de mijoter” después de largas horas en medio del ir y venir de los ocho niños y la puesta en escena de los adultos en torno a la larga mesa de la cena y que, tras las mudas fricciones de las conciencias de los primeros momentos seguidas angustiosamente por la señora Ramsay, se apagan por obra y gracia de las ocho velas:
“la noche ha­bía sido excluida por los cristales, que, lejos de dar una ima­gen correcta del mundo exterior, lo mostraba como si estu­viera haciendo ondas, de una forma que aquí, en el interior de la habitación, parecía estar el orden y la tierra firme (...) y todos fueran conscientes de ser un grupo en medio del vacío, en una isla; como si los uniera la causa común contra la fluidez del exterior.”
(Cuánto me ha recordado en este momento a la breve película Dublineses, (Los muertos, Joyce) emotiva y lírica ceremonia de despedida -transcurre en una cena- de John Huston de su tiempo que ya considera ha llegado a su fin).
Y, finalmente, el duelo del matrimonio en medio de un silencio atronador que sella su mutua devoción. Y el tiempo pasa, la casa duerme y el faro espera. Y llegan de nuevo, no todos. después de diez años de ausencia, pero ya no hay nadie tras la ventana y, casi a tientas, Lily recupera para la eternidad momentos del pasado mientras su mirada sigue a la barca, al fin, comandada por su joven Caronte, James, a las órdenes del señor Ramsay, hacia su destino final: El faro. Ya está, dijo Lily “trazó una línea, en medio. Esta­ba hecho, había terminado”.
¡MAGNÍFICA!
Ana Ballester

De las tres obras de Virginia Woolf que he leído, esta es, con mucho, la que más me ha gustado.
No busqué antes de leerla ninguna crítica, reseña ni sinopsis, porque como soy solo una lectora aficionada, algunas críticas académicas que en ocasiones he leído antes de emprender la lectura, me han disminuido el interés y el entusiasmo, porque anticipan el desenlace. Además, quería formar mi propia opinión sin ninguna influencia.
No es un libro para leer rápidamente ni para devorar atrapados en una vorágine de suspenso o intrigas ... todo lo contrario. Leo y releo. Disfruto mucho la prosa exquisita, poética, psicológica.
Hay que absorber el flujo de conciencia y dejar que provoque la propia introspección, que revele el significado. Saborear despacio.
Paisajes ... el mar ... ventanas ... escenas domésticas que parecen la obra de los pinceles de un artista ... Figuras estéticas, plásticas ... retratos psicológicos ... personajes pintorescos, excéntricos ... artistas frustrados ... escritores ambiciosos ... niños traviesos ... madre abnegada ... parejas enamoradas: todos interactúan, y al mismo tiempo que dialogan, sus retratos van combinados con los incesantes monólogos de la corriente de los pensamientos y sentimientos de cada uno de ellos: amor ... risas ... poesía ... arte ... dolor ... temores ... ambiciones ... complejos ... contradicciones ... ira.
Y toda la obra centellea, salpicada de premonitorios fragmentos de bellas PIEZAS LÍRICAS de la poesía clásica inglesa que marcan el tono de la historia.
Poco a poquito se va componiendo el mosaico de la serena aunque contradictoria personalidad de una madre, MUJER-FARO, madura, bellísima por dentro y por fuera, a quien todo el mundo ama y admira; y del esposo, el Sr. Ramsay, intelectual egocéntrico e iracundo, explosivo, pero noble, atractivo e inteligente, a quien respetan sus amigos y admiran sus discípulos; y del tierno amor entre ellos. ¿Vamos Al Faro?
Todo este rompecabezas de pensamientos, sentimientos, imágenes, poemas, obras de arte, exclamaciones o actos sin mucho sentido, tienen un significado simbólico o alegórico que hay que desentrañar. No hay una sola palabra de balde en esta obra, en este mosaico, porque todo es alegórico; todo tiene un mensaje implícito, desde el título, a los nombres y apellidos de los personajes. Por eso hay que leerlo muy despacio y releerlo constantemente.
Hay un lapso de diez años, después de que suceden acontecimientos trágicos que oscurecen el paisaje y la introspección. El estado del alma de los personajes se refleja en el aspecto desvencijado, decadente y de abandono de la casa, oscura y barrida por el viento. Después de este intervalo de tiempo se reúnen los personajes restantes, como fragmentos de un todo remendado, para, iluminados por el recuerdo del AMOR-FARO y por la eterna belleza de la poesía y el arte, siempre en lucha contra sus demonios internos, ir ¡Al Faro!
Como conclusión, quiero mencionar que percibí al menos dos mensajes que tal vez la autora Virginia Woolf quiso comunicar en Al Faro:
UNO: Que es más imperecedero el recuerdo de la generosidad del amor que cualquier obra de arte, aunque esta sea Inmortal.
Y DOS: Que las apariencias no revelan los sentimientos que hay en las profundidades de la psiquis de las personas y estos son revelados solamente en contadas ocasiones que se les permite aflorar al exterior.
Mi humilde opinión de lectora: una obra maestra de la Literatura ¡Al Faro!

ÍNDICE ONOMÁSTICO Y SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES Y APELLIDOS DE LOS PERSONAJES DE AL FARO DE VIRGINIA WOOLF.
Me he entretenido haciendo esta lista, con datos de Google:
Espero la leáis y os guste:
RAMSAY (Escocés: isla del ajo salvaje, isla del carnero, isla del arriete, isla del cuervo, isla del golpe)
HIJOS DE LOS RAMSAY (8):
JAMES (Hebreo: Dios recompensará) El hijo menor. La madre le lee el cuento de los hermanos Grimm "La Mujer del Pescador". Odia al padre.
CAM diminutivo de CAMILA (latín: aquella que está frente a Dios y presenta sacrificios; virgen de carácter intachable) Niña arisca, adolescente soñadora.
ROSE (flor con perfume y espinas) Muy femenina y artística, hábiles manos, decora mesa.
PRUE (Prudencia) La Bella. Parto.
NANCY (Anna, hebreo: Gracia) Adolescente salvaje pero sensible y juiciosa.
ANDREW (griego: masculino y fuerte) Inteligencia, matemática. Guerra.
JASPER (Hindi o persa, resplandeciente y que guarda los bienes de Dios) Dispara a los grajos.
ROGER (germano: famoso con la lanza) Adolescente salvaje.
PERRO, el viejo BADGER (molestia persistente) Mordió a Charles Tansley.
INVITADOS (6):
CHARLES TANSLEY (guerrero / Limpieza del bosque) Enésimo joven, ateo, fea corbata, odioso, impresentable, todo él bultos y oquedades, académico, pequeño.
LILY BRISCOE (pureza, humildad / Bosque de abedul) Pintora, ojos achinados, poquita cosa. Solterona.
WILLIAM BANKES (Germano: protector / Inglés antiguo, anglo-sajón, británico: colina) Señor mayor. Amigo y admirador de los Ramsay. Viudo solitario.
MINTA DOYLE (belleza literaria / Irlandés: negro y extraño) Jovencita dorada, pelo suelto, la envuelve una niebla resplandeciente, marimacho, coqueta.
PAUL RAYLEY (latín: pequeño y humilde / Rayo legal) Joven guapo, perfil de camafeo, tonto.
AUGUSTUS CARMICHEL (Latín: majestuoso y venerable / Gaélico: amigo de San Miguel) Anciano poeta, usa ¿opio? o algo que mancha su barba y su bigote de amarillo (podría ser cúrcuma), no habla mucho. Famoso.
SERVIDUMBRE:
MILDRED (anglosajón e inglés antiguo: fuerza suave) Cocinera: Boeuf en daube.
ELLEN (griego: luz, antorcha, brillo) Doncella suiza, padre muriendo de cáncer en valle del cantón de los Grisones.
MARTHE (hebreo: amargo) Otra doncella.
KENNEDY (gaélico: cabeza fea) El jardinero holgazán.
Su hijo GEORGE (griego: campesino) También jardinero.
DAVIE MACDONALD (hebreo: amado / gaélico hijo del soberano del mundo) Otro jardinero.
SRA. MCNAB (escocés antiguo: hijo del Abad) Señora mayor del pueblo que llega a limpiar la casa vacía. Camina mal pues padece artritis y mira de soslayo.
SRA. BAST (diosa de los gatos en el Antiguo Egipto) Ayudante de la señora McNab.
OTROS:
FARERO sin nombre. 
SORLEY (Irlandés y gaélico escocés: vagabundo de verano) Hijito del farero, enfermo de tuberculosis ósea.
ELSIE (Escocés: comprometido con Dios) Niña de familia pobre a quien la señora Ramsay visita en el pueblo.
PAUNCEFORTE (francés antiguo: panzón) Es supuestamente JAMES ABBOTT MCNEILL WHISTLER pintor estadounidense que habría visitado la isla Skye poco tiempo antes, autor del famoso cuadro "La Madre".
El viejo MACALISTER (gaélico del griego: hijo del defensor del hombre) y su hijo “el chico”. Marineros.
ISLA SKYE (referente al cielo) Isla montañosa en las Hébridas Interiores, unida a la costa oeste de Escocia por un puente; ciudad principal, Portree.
Lucila Argüello

21 de marzo de 2013

"Rojo y negro", de Stendhal

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Juan Bravo Castillo
Editorial: Austral/ Planeta

SINOPSIS:
Julián Sorel, convencido de que su educación le permitirá ascender de categoría social, inicia su labor como preceptor de los hijos del alcalde de Verrières, hasta llegar a convertirse en amante de su mujer. Posteriormente ingresa en el seminario y será nombrado secretario de un influyente político. Amores y ambiciones se mezclan en su vida, urdiendo los hilos de una trama que desembocará en tragedia.

OPINIONES:
Fue la lectura de marzo de 2019 en el Club de Lectura.

Es una novela de otro tiempo, escrita con un lenguaje y estilo diferente al que estamos habituados. Ambientada en Francia en los primeros años del siglo XIX, la situación histórica, las intrigas políticas, la sociedad, la manera de ver el mundo, hasta la visión del amor son totalmente distintas a las de ahora. Todo ello hace que su lectura requiera una atención especial, y personalmente opino que es mejor leer el libro tranquilamente para disfrutarlo en toda su dimensión. En la novela se cuenta la vida de Julián Sorel, un joven de provincias de origen humilde pero terriblemente ambicioso, que poco a poco logrará escalar puestos en la sociedad. A través del relato de su vida el autor hace un reflejo fiel de la sociedad de la época y de la situación histórica y política del momento. También se sumerge espléndidamente en la psicología de los personajes, especialmente del protagonista, un personaje complejo y contradictorio, en constante evolución a lo largo del libro y con el que a veces cuesta empatizar. Muy buena lectura, para leer sin prisas y en el momento adecuado.
Esther Rodríguez

Fue mi primera vez con Stendhal.
Qué experiencia más fantástica. Qué forma de enfrentar al lector consigo mismo, con sus debilidades y sus dudas. El final para mi inesperado. Desde el momento en que Mathilde le envía la carta hasta la funesta estocada final fue como trepar en una montaña rusa de emociones. Terminar en un mar de lágrimas después de imaginar momentos de ternura entre los amantes, reflexionar con Julien acerca de todas sus decisiones y circunstancias, reír a carcajadas por alguna concurrencia, y más mucho más. ¿Qué escritor más excelso que Stendhal? Estoy segura de que de haber existido Julien habría sido yo misma una ferviente adoradora de ese chico. Y no lo culparía en absoluto.
Uno de los aciertos de Stendhal desde mi punto de vista como lector fue no sólo la sátira magistral acerca del siglo XIX ó Francia sino el perfil tan bien delineado del que provee a cada personaje. Nada que reprocharle a ninguno pues todos acertaron y se equivocaron como cualquier ser humano en aquella época como en la actualidad. Ambas mujeres para mi son heroínas de la novela y ambas se ganaron mi respeto aunque también mi aborrecimiento en ciertas circunstancias. Julien y su mejor y único amigo estarán por siempre entre mis personajes favoritos de novela romántica.
Gaby M. Flores

Una novela ... es una novela ... es una novela ... ¡y ésta es muy francesa y muy clásica! Con mucho Napoleón ... recordado con cariño y veneración.
Comienza con una descripción paisajística REALISTA, muy bella y bucólica, turística y de película (le parece a uno estar viendo ese encuadre maravilloso a través de la experta cámara de un gran cineasta) pintada en colores pastel y estruendos industriales, muy contrastante con el rojo de pasión y negro de pecado que es el verdadero símbolo cromático de la novela … y el susurro de las conjuras que será su galo eco, su banda sonora …
Llaman la atención sus simpáticos, filosóficos o enigmáticos epígrafes, que son apócrifos la mayoría de ellos, según la traductora de mi edición, María Teresa Gallego Urrutia. También me llamó la atención su parquedad, su economía, casi brusquedad, en anunciar los sucesos más desencadenantes, impactantes o trascendentes de la historia. Otra cosa que me llamó mucho la atención, es el claro ejemplo de Hibristofilia retratado en el juicio de Sorel.
EPÍGRAFE "Capítulo XLI. El juicio. El país recordará mucho tiempo este famoso juicio. El interés por el acusado llegaba a ser causa de agitación; y es que, aunque su crimen fuera asombroso, no era, sin embargo, atroz. Y aunque lo hubiera sido, ¡era un joven tan guapo! Las bienandanzas de su vida, que tan poco le habían durado, enternecían más. ¿Lo condenarán?, les preguntaban las mujeres a los hombres a quienes conocían, y se las veía palidecer mientras esperaban la respuesta. SAINTE-BEUVE." (Sainte-Beuve fue un escritor fracasado y crítico literario adverso a Stendhal).
... "Ya no quedaba sitio en las posadas desde hacía días. Al señor presidente del tribunal lo perseguían con peticiones de pases; todas las señoras de la ciudad querían asistir a la vista; pregonaban por las calles el retrato de Julien, etc., etc.”
Rojo y Negro es una gran novela que abarca multitud de géneros. Unos dicen que es de género realista (me pareció irreal en muchos aspectos); otros que romántico (me pareció empalagosa y cursi); otros que pionero del psicológico (personajes enajenados, torturados); otros, que precursor del flujo de conciencia (no faltan buenas reflexiones que le dan valor agregado); otros, que histórico (Francia 1830: hechos verídicos, siglo XIX, el de La Industrialización); otros, que de aprendizaje (Julien aprende la importancia de la hipocresía entre otras cosas).
La novela cumple perfectamente con su primordial función que es entretener ... aunque a veces agobian un poco las veleidades ROMÁNTICAS de los insensatos enamorados, que, infantilmente, deshojan la margarita en toda la extensión de la obra.
Por otra parte, haciendo uso de la "reflexión del camino en el espejo", que es como Stendhal define a La Novela, retrata al detalle REALISTA el comporta-miento de nobles y plebeyos y sus poco nobles costumbres: el orgullo exagerado hasta el ridículo, la ambición desmedida y la lujuria son los impulsores de sus acciones. La hipocresía, la intriga, el engaño y el soborno, su modus operandi.
Está coloreada en rojo y subrayada de negro la política francesa 1830, época HISTÓRICA de La Restauración post napoleónica, cuando la Iglesia y los nobles vuelven a tomar las riendas del poder, pero con gran temor de otra revolución … ¡Muy próxima! … Me recordó a El Gatopardo: “que todo cambie para que todo siga igual".
¡Pero tanta maldad e hipocresía da asco … por lo tanto, este reflejo fiel de la carretera, lo interpreto como una implícita y sutil DENUNCIA soterrada a la sociedad francesa de 1830!
El argumento también es rojo-sangre-pasión-encendida y negro-porvenir-luto-total.
¡Francés y trágico tenía que ser!
Es como una trenza muy elaborada que va engrosando en espiral; como un remolino nórdico o un tornado del “callejón” ...
Hay que prestar mucha atención a personajes secundarios nombrados de pasada, que cobrarán importancia al final, ejecutando venganzas o prestando ayuda, y que se confunden entre la maraña de sucesos importantes o no, históricos o anecdóticos, y entre las volubilidades bastante histriónicas de los amores pasionales y desmesurados, que llevan a los inmaduros protagonistas de locura en locura, hasta su total aniquilación.
Los personajes, excepto dos curas buenos y el anciano cirujano, son todos muy odiosos ...
Incluso el protagonista Julien Sorel, que ejecuta variopintos roles, es un anti-héroe-escalador social ... Su hipocresía y falta de sentimientos son repugnantes, lo mismo que su ambición y orgullo. Aunque mas que ambición lo de Julien es "anhelo de superación”, como dicen en nuestras tierras, y hubiera sido algo muy meritorio si su ascenso social y económico se hubiera limitado a fundarse en estudios, trabajo y su charme natural, de los que misteriosa e incomprensiblemente fue muy dotado, dado su origen. Incluso se dio el lujo de rechazar la oferta de sociedad de Fouqué, el amigo maderero, y la posición de preceptor de los hijos de Monsieur Valenod, “venturoso director del depósito de mendicidad”. Pero su quimérica ambición de ser un estratega napoleónico, que expresa a menudo en el FLUJO DE CONCIENCIA, lo impulsa a utilizar artes y tácticas militares para seducir a tres bellas y crédulas damas … de estrato social muy superior al suyo, sin albergar ningún sentimiento amoroso por ellas ... motivado más por complejo PSICOLÓGICO de inferioridad, o resentimiento social, que por ambición … en la cuerda floja entre el rojo del uniforme militar y el negro de la sotana.
Los personajes femeninos son innobles ... no me inspiraron ninguna simpatía. Féminas frívolas, empalagosas, infantiles e inmaduras …
Creí, sin embargo, captar un mensaje en medio de tanta tragicomedia y tanto embrollo ... un MENSAJE político, dialéctico:
Epígrafe del Capítulo XXVIII. Manon Lescaut.
"Y, cuando ya estuvo bien seguro de la necedad y la estulticia del prior, solía conseguir buenos resultados llamando negro a lo blanco y blanco a lo negro. LICHTENBERG" (Científico alemán y autor de Aforismos. Irónico, satírico, escéptico y ateo).
Stendhal dejó en Rojo y Negro una OBRA MAESTRA de DIALÉCTICA y ése es su mensaje cifrado:
"CONSEGUIR BUENOS RESULTADO LLAMANDO NEGRO A LO BLANCO Y BLANCO A LO NEGRO."
He oído y he leído a los políticos ... han seguido su mismo lineamiento.
Julien Sorel también.
APRENDIÓ las lecciones del príncipe ruso ...
"Las instrucciones rusas prescribían imperiosamente que no había que contradecir nunca de viva voz a la persona a quien se escribía. No había que dar de lado bajo pretexto alguno el papel de la admiración más estática; las cartas partían siempre de ese supuesto."
En conclusión, la novela me gustó ... aunque como había leído que era una de las mejores del mundo ... esperaba algo más ... no se que ... tal vez debí dedicarle mas tiempo y atención para apreciarla mejor … ¡Pido disculpas a Stendhal!
Lucila Argüello

Me siento complacida de haber leído esta obra, es mi primer encuentro con Stendhal y estoy segura que no será el único. 
Estoy encantada con esta novela y me pasa siempre que leo un clásico, porque tengo buena predisposición con ellos, entre otras cosas porque me interesa que una obra además de entretenerme me deje una enseñanza, aunque más no sea de una mínima parte del mundo.
También estoy encantada porque fue una sorpresa para mí enfrentarme a esta obra sin mayores dificultades. Muchas veces tengo ciertos temores con los clásicos. Sin embargo, con "Rojo y Negro", a pesar de que se trata de una traducción, me ha parecido un lenguaje accesible, nada complejo, pero a la vez, elegante, cuidado y con hermosas expresiones que ahora tengo atesoradas. Aún así, sé que hay muchos temas que trascienden mi conocimiento, porque es una "gran obra", filosófica, psicológica, histórica y seguramente una fuente inagotable de temas. 
En cuanto al argumento, me ha parecido excelente, disfruté cada descripción, situación, conversación, sufrí con cada padecimiento, cada remordimiento y con la turbación de los personajes. Personajes tan bien desarrollados que me han hecho pensar que los he conocido casi en profundidad, hasta que el final de la novela me dejó perpleja y me mostró que nunca se termina de conocer a una persona, ¿quizá ni a nosotros mismos?
"Rojo y Negro" me ha dejado muchos pensamientos valiosos, leer este libro fue un tiempo invertido.
Quiero compartir algunas frases que he resaltado para la reflexión:
* "El viajero que acaba de escalar una montaña de rápida pendiente experimenta un placer especial sentándose y descansando en la cima; pero, ¿se considerará tan dichoso si se le obliga a descansar siempre?"
* "...un camino no deja de ser hermoso porque haya espinas en los setos que lo flanquean. El viajero sigue tranquilo su marcha, sin mirar ni tocar las espinas..."
* "Las pasiones, cuando son verdaderas, sólo en ellas se piensa."
Y para finalizar, esta frase (capítulo XXXI, Primera Parte) que resume mi sentir:
"UN BUEN LIBRO ES PARA MÍ UN ACONTECIMIENTO.
Yesica Pinto

He leído dos veces ROJO Y NEGRO: una en mi adolescencia y otra ahora. Recuerdo que en aquel momento me interesaba sobre todo el devenir amoroso de su protagonista. Hoy, sin embargo me llama la atención el carácter excepcional que tuvo en el momento de su escritura y que justifica el rechazo que sufrió no sólo en el momento de su publicación sino en casi todo el siglo XIX. Cuando aparece en 1830 fue un escándalo: la tildaron de inmoral pues vieron en ella una crítica de sus propias costumbres y una descripción de un mundo sin esperanza en donde la juventud se veía abocada al silencio y a fingimientos continuos. Hasta entonces, y ahí está su genialidad, a nadie se le había ocurrido convertir el sistema político en el tema de una novela y él lo hizo con la Restauración, época que se ha definido “como un período de esperanzas y promesas no cumplidas, de energía no aprovechadas y talentos frustrados“.
Y aquí nos planta a Julián Sorel en medio de una sociedad en que el poder está en manos de la burguesía, el clero y la aristocracia… ¿Y qué pasa con los jóvenes herederos del esplendor napoleónico? También quieren su parte y sólo encuentran el retorno de los Borbones y una sociedad que rechaza la ascensión social. Stendhal quiere contar lo que está pasando y de ahí la cita de Dantón en el primer capítulo: “La vérité, l´âpre vérité” de una época en que la movilidad social sólo es posible a costa de la inserción en el ejército o en el clero.
Ha sido un placer y les animo a que la lean...
Ana Ballester

14 de marzo de 2013

"La hija del sepulturero", de Joyce Carol Oates


FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: José Luis López Muñoz
Editorial: Alfaguara

SINOPSIS:

En 1936, los Schwart, una familia de inmigrantes desesperada por escapar de la Alemania nazi, se instala en una pequeña ciudad de Estados Unidos. El padre, un profesor de instituto, es rebajado al único trabajo al que tiene acceso: sepulturero y vigilante de cementerio. Los prejuicios locales y la debilidad emocional de los Schwart suscitan una terrible tragedia familiar. Rebecca, la hija del sepulturero, comienza entonces su sorprendente peregrinación por la "América profunda", una odisea de riesgo erótico e intrépida imaginación que la obligará a reinventarse a sí misma.
Joyce Carol Oates ha creado una pieza magistral de realismo mítico y doméstico, excepcionalmente emotiva y provocadora: un testimonio íntimo de la resistencia del individuo. En esta novela prodigiosa la violencia actúa como un faro iluminando una cultura y una época.
OPINIONES: 
Fue la lectura de enero de 2019 en el Club de Lectura.

Me ha parecido un gran libro, una historia muy bien narrada, en la que te metes en la piel de Rebecca Schwart, hija de refugiados judíos que huyeron a EEUU antes de la 2ª Guerra Mundial. Su vida es difícil, trágica, va haciendo de ella una mujer fuerte, con una personalidad diferente, que fascina a quien la conoce. Me ha gustado mucho el estilo de Oates, escribe de una forma muy apasionada, intensa, oscura. Me ha gustado mucho también el detalle final de la correspodencia entre Rebecca y su prima Freyda, esas cartas en las que se ve de forma muy marcada la personalidad peculiar de esas dos mujeres, que parece un enfrentamiento y a la vez una búsqueda de ternura.
Patricia Mariño

También me pareció un gran libro. No conocía a la escritora, que me dio la impresión de saber transmitir muy bien los sentimientos, sensaciones y puntos de vista de los personajes, sin ocultar o maquillar el lado oscuro de la naturaleza humana. Esto último es lo que más me llamó la atención, sobre todo por tratarse de una autora e historia norteamericanas. He sufrido a la par de la protagonista -de angustiante biografía- casi toda la novela y esto creo que es lo más destacable y lo que demuestra la calidad de la "pluma" de Oates; voy a seguir leyéndola.

Silvina Romano

Se le podría aplicar a “La hija del sepulturero” esa frase que dice que después de la tempestad viene la calma. Y sí, viví en medio de un torbellino lector en el que por más que busqué abrigo -al igual que hacemos cuando el tiempo inclemente nos acecha- no hubo manera de encontrarlo hasta bien avanzada su lectura.
Y costó, ya lo creo que costó pues Oates conocedora de que nos sentimos subyugados por lo terrible, morboso y hasta sádico de las conductas puso el pie en el acelerador desde el primer momento. Demoledoras son las primeras imágenes en la que vemos a REBECCA, que parecía iba a ser engullida por las máquinas, en medio de un atronador ruido que me recordó al episodio (20, I) de los Batanes. Su vuelta a casa le brinda a la autora la ocasión de convertir el largo paseo en una inquietante persecución que culmina con un misterioso reconocimiento por parte del perseguidor.
Y suma y sigue: y henos aquí transportados a su infancia, a la casita cerca de cementerio, a la convivencia con un padre que parece el jorobado de Notre Dame: encogido, mirada huidiza, voz bronca y envuelto en la siniestra sombra de su condición de sepulturero. Y de aquí para allá nos van informando de su condición de huido, de su traiciones por salvar a su familia, del angustioso nacimiento de la niña, de su dificultades para encontrar trabajo, de su desesperanza, de su condición de despojo que no sólo lo invade a él sino a todos los que le rodean. Resultado: todos desaparecen menos Rebecca.
Al fin REBECCA sola... me dije... A ver si veo un poco la luz. Y lo parecía. La vemos en la coqueta casa de su tutora, en los actos religiosos en los que lucha por integrarse, en el instituto, protegida hasta que al fin estalla. ¡Soy libre¡ exclama, al encontrar el trabajo de camarera en el hotel Washington, y sí es libre pero el horror acecha en forma de cliente obsceno. Y llega Tignor cuyas características nos alarman (mi inquietud va creciendo): su oscura profesión, sus maneras de macho alfa, sus tretas amorosas, su violencia... y la enamora. De nuevo estoy sumida en el desaliento, mis esperanzas naufragan pero Oates no se rinde. Todavía hay más: un aborto y la paliza a Rebecca y al hijo de ambos. Resultado: se escapan.
Y al fin parece que voy a respirar... Todavía bajo el síndrome de la persecución recorro con ella ciudades y trabajos... y se produce el feliz encuentro con GALLAGHER y suena la música y atravieso una y otra página al son de diversas melodías y el niño crece y ya es pianista y la vida cambia y hay casa, marido, bienestar y hasta una última mirada al pasado y PUNTO FINAL.
Excesiva... sería el común denominador que aplicaría tanto a lo relatado como a lo sentido... He pasado de febriles emociones al lado de Rebecca a serenas vivencias que me han conducido finalmente a la calma...
Ana Ballester

“Una persona que vive de verdad, sufriendo decepciones y momentos difíciles, y aun así no se rinde nunca, vale mucho más que una persona que lo tiene todo”, escribía Vincent Van Gogh a su hermano Theo en 1878. Y es la cita perfecta para honrar la memoria de Rebecca Schwart, "La Hija del Sepulturero", una heroína trágica, la superviviente de una vida marcada por dos holocaustos, el de la gran guerra y el de ser mujer en un sistema machista y patriarcal.
Holocausto que inicia con un padre maltratador, frustrado y vencido por una sociedad que siempre encuentra como cobrar víctimas entre los más vulnerables, una madre que no pudo sobreponerse a la frustración del marido y jamás consiguió ser la madre que una niña y sus hermanos requerían para integrarse a su nueva patria; una sociedad plagada de miradas lascivas, empleos que sólo mecanizan al ser humano y le quitan su esencia humana, un asesino serial, la huida del hogar de sus dos hermanos sin tomarla en cuenta, la muerte violenta de la que se salvó a pesar de ser testigo, una relación donde el amor fue confundido con el sexo más violento que apasionado, cambio de personalidad, un prodigio musical, revelaciones inesperadas y redenciones finales con quien alguna vez debió reunirse para reivindicar el camino de la familia Schwart.
Rebecca, una niña que por azares del destino nace en un barco donde su familia viaja en condiciones paupérrimas escapando del terror nazi, justo en el momento en que todos los refugiados salen en desbandada para encontrar un nuevo destino en América. Torciendo así el destino de su padre, un profesor de matemáticas, quien dadas las circunstancias sólo consigue un empleo "provisional" como sepulturero en un cementerio donde los dejarán vivir en una casa de piedra como benéfico adicional.
Jacob Schwart el padre de esta familia resiente de forma dramática el giro que le da la vida a su existencia y se convierte en padre y esposo violento, desesperanzado y sombrío. Por ser alemanes, aunque no parecen practicar ninguna religión la gente de los alrededores los llamaban judíos, teutones, nazis y otros apelativos de una manera tan despectiva, que llega a ser insultante y sorpresivo para los hermanos de Rebecca y su madre, a quienes Jacob prohíbe hablar en su propio idioma. La frustración de Schwart se transformó en violencia física hacia su familia y una total dominación de la voluntad de su esposa e hijos a quienes confina a vivir como ermitaños en esa fría y desoladora casa de piedra donde más muertos resultan ellos que los cadáveres que yacen en el panteón.
Al principio todo apunta a ser una novela donde se hablará del tema de la violencia de género, del peligro en el que se vive por ser mujer, sobre todo en zonas industriales y de pronto cuando la adrenalina está corriendo por el cuerpo del lector te encuentras a una Rebecca que espera el retorno de su marido ausente y como si fuera una bola de estambre se va desenredando la historia truculenta de una joven de origen europeo con el físico de una gitana que al emanciparse termina en los brazos de un hombre que le dobla la edad, alcohólico, agresivo de quien huye cuando se torna peligroso no sólo con ella sino con el hijo de ambos, y al huir se transforma en Hazel Jones. Así continúa su vida con su hijo, a quien también le cambia el nombre y con quien va improvisando en el camino mientras huye cada vez más lejos y como una oruga se transforma en una bella mariposa que entre tropiezos y la amenaza de ser atrapada de nuevo en un destino fatal acepta ser amada y protegida por el bien de los dos y para que su hijo tenga un futuro mucho mejor. 
Joyce Carol Oates confiesa que basó la historia en ciertos datos familiares, particularmente habla de su abuela aunque admite que no es precisamente biográfico pues su abuela no vivió el terror que le heredó a su personaje ni fue una mujer a la que pudiese uno considerar como víctima. 
Leerla es una experiencia impresionante de la que no sale uno de un susto para hacer un coraje y el miedo vuelva a hacerte presa otra vez. Una obra que podría uno situar en estos tiempos porque todo por lo que pasa Rebecca es por lo que pasan miles de mujeres desafortunadamente, al menos en el continente americano. 
Me parece una historia bastante densa pero muy bien lograda. De lectura rápida no sé si porque uno quiere correr y encontrar a Rebecca sana y salva en el siguiente capítulo o porque uno teme que algo peor le haya sucedido. Te mantiene siempre con la expectativa de qué sucedió antes o qué sucederá después y aunque te sorprenderá el salto en el tiempo y lo vertiginoso de algunos hechos violentos jamás lograrás abandonar la lectura porque no resistirás la curiosidad de saber cómo termina y aunque a muchos no les satisface el final, para mi fue coherente y me permitió recobrar el ánimo. Prepárense, por cierto para deleitar sus sentidos con todas las menciones musicales y de artistas plásticos americanos como Hopes, Cornell y otros.
Gaby M. Flores

Permítanme manifestar mi experiencia con esta novela (sólo soy una lectora aficionada) y dar mi opinión de manera sencilla y lo más clara posible.
Me ha gustado mucho el personaje de Rebecca, pero no me ha gustado tanto la novela. Rebecca me ha atraído como un imán, todos los días quería saber un poquito más de ella y me he sentido su amiga íntima de esas que a veces te adivinan el pensamiento. Si no fuese porque me atrapó tanto este personaje, quizá no hubiese terminado las 682 páginas que tiene la edición de mi libro.
La he admirado desde el principio hasta el final, un personaje muy entrañable. "Rebecca Schwart", inolvidable y para siempre. En cuanto a la historia narrada por Oates, me ha resultado buena pero demasiado larga para mi gusto y por partes lenta. Por momentos perdía el deseo de saber qué ocurriría en la trama porque me cansaba, sentía que le sobraban páginas y solo continuaba la lectura para saber cómo se sentía o qué pensaba Rebecca en ese capítulo. 
No me ha parecido una novela profunda de las que te dejan reflexionando por mucho tiempo, pero destaco su prolijidad y estilo bien definido y detallista y ha utilizado un periodo histórico que a mí siempre me interesa. He aprendido con los aportes que han hecho los demás lectores del grupo, porque han exprimido al máximo lo mejor de la novela. Los llamados de atención a la memoria, a través de las vivencias de los Schwart, similares a las vivencias de muchos inmigrantes reales, es lo que también hace que esta lectura, para mí, haya valido la pena.
Me ha encantado conocer a esta escritora, pero creo que pasará mucho tiempo para volver a embarcarme en otra de sus obras literarias.
Estas palabras creo que son apropiadas para mí experiencia:
"Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario".
JORGE LUIS BORGES.
Yesica Pinto

He terminado La Hija del Sepulturero de Joyce Carol Oates, lectura conjunta para el mes de enero del 2019 en el Club de Lectura Literatura +1.
Me da vergüenza confesar que no conocía a esta escritora estadounidense tan excelente, y como es mi costumbre, no investigué nada sobre la obra para no ser influenciada.
Ahora que he concluido la lectura (648 páginas en dos semanas más o menos), es que he averiguado que ella es una gran escritora, muy famosa, y que ha sido una de las más prolíferas ...
Es catedrática universitaria y ganadora de muchos premios, además de candidata al premio Nobel de Literatura.
Y como si todo éso fuera poco, leí que fue denigrada por Truman Capote, lo cual es una condecoración muy valiosa.
Sus obras son best sellers porque tienen la capacidad de atrapar al lector desde el principio y no dejarlo ir ...
Esta cualidad atrapante, unida a la alta calidad narrativa, matizada con ciertos toques intelectuales y aguijoneada por el realista y a la vez fantástico argumento, hizo que no pudiera parar de leer hasta terminarla.
Me ha encantado la novela. Toda ella: la historia, la forma en que está estructurada, el estilo, y hasta el epílogo epistolar.
Me impactó saber, a mediados de la lectura y por investigaciones de una aplicada compañera del Club de Lectura Literatura +1, que parte de la historia era biográfica: vivencias de la abuela materna de Joyce Carol Oates ... a quien dedicó la novela: Blanche Morgenstern y quien fue la verdadera "la hija del sepulturero". Acá no se sabe si la realidad supera la ficción o si la ficción supera la realidad.
A mi primera pregunta de Goethe, de que "qué ha querido comunicar la autora", creo que ha querido presentar un testimonio más de las trágicas consecuencias de las atrocidades del Holocausto, junto con una crítica a las políticas estadounidenses al principio y durante el mismo. También ha plasmado una pintura íntima de la vida en los pueblos del norte del estado de Nueva York en la época de los 30, 40, 50 y 60 del siglo pasado.
A la segunda pregunta, de que "como lo hizo", la respuesta contundente es: genialmente, con recursos variados de la literatura moderna.
...Y es que la obra tiene de todo: historia universal, filosofía, alegoría, tragedias familiares muy truculentas, luchas psicológicas, pasión y erotismo, caídas, vueltas a levantar, asesinos en serie ... y siempre presente el fantasma del thriller ... amenazando ... de que algo terrible va a pasar ... lo que hace que no decaiga el interés … y para que no se nos olvide nada, repite una y otra vez los detalles notables a través de toda la novela, en forma de recuerdos, reminiscencias, hasta que se convierten en un motto … y que forma parte de su estilo.
Tiene de cuento de terror … y de cuento de hadas, como el de La Cenicienta, con matices de novelita rosa ... por eso tal vez la tildan de "folletinesca" ... y de "novelón" … a veces parece que es demasiado larga y que le sobran páginas o capítulos y definitivamente la historia es muy exagerada e intensa.
El retrato psicológico de los caracteres de los personajes es muy interesante ... dibuja personalidades muy acusadas en las que uno recuerda a personas que ha conocido y ve reflejadas situaciones que ha visto en la vida real ... tal vez por eso la novela y la escritora se convierten en algo tan entrañable ...
La respuesta a la tercera pregunta de Goethe de que "si valió la pena el esfuerzo", también respondo entusiastamente que sí, porque de manera efectiva me entretuvo y la disfruté; me hizo reflexionar, me conmovió mucho, me hizo investigar ... Sí, el esfuerzo valió la pena con creces.
Lucila Argüello
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