25 de agosto de 2015

"Ve y pon un centinela", de Harper Lee

Ve y pon un centinela Harper Lee
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Belmonte Traductores
Editorial: Harper Collins

SINOPSIS:
Tras la obra maestra ganadora del Premio Pulitzer "Matar a un ruiseñor", Harper Lee nos sorprende con "Ve y pon un centinela", una nueva mirada sobre el clásico.
Maycomb, Alabama. A los veintiséis años Jean Louise Finch, Scout, vuelve a casa desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus. Con el trasfondo de la lucha por los derechos civiles y los disturbios políticos que estaban convulsionando el Sur, el regreso de Jean Louise a casa se torna agridulce. El descubrimiento de perturbadoras verdades sobre su familia, la ciudad y las personas que más quiere, unido a los recuerdos de su infancia, va a hacer que se cuestione todos sus valores. "Ve y pon un centinela" capta a la perfección la dolorosa transición vital de una joven que deja atrás las ilusiones del pasado en un viaje que únicamente puede ser guiado por la propia conciencia.
Escrito a mediados de los años cincuenta, "Ve y pon un centinela" nos ayuda a entender y apreciar a Harper Lee en toda su intensidad. Una novela inolvidable de sabiduría, humanidad, pasión, humor y espontánea precisión, una obra de arte hondamente emotiva que evoca de una forma maravillosa otra época, que nace siendo un clásico y, como tal, tiene plena vigencia
.
 
OPINIÓN:
Hace unos meses, la noticia de que iba a ser publicada una secuela de “Matar a un ruiseñor” me alegró muchísimo, incluso siendo consciente de que era posible que no me encontrara con lo que yo esperaba. “Matar a un ruiseñor” es uno de los libros de mi vida, y Atticus Finch, todo un referente para mí. Las dudosas circunstancias de la publicación y los comentarios acerca del giro en el personaje de Atticus me hicieron plantearme incluso no leer la novela por temor a sentirme muy decepcionada, pero finalmente decidí que merecía la pena darle una oportunidad a “Ve y pon un centinela”, independientemente de las circunstancias.
Uno de los aspectos que más me sorprendió antes de comenzar “Ve y pon un centinela” es que no se trata de una secuela en sentido estricto. De hecho, fue escrita antes que “Matar a un ruiseñor”, pero fue rechazada por un editor, que instó a Lee a escribir una novela centrada en la infancia de Scout. Y así nació “Matar a un ruiseñor". Aunque solo sea por haber sido el germen de una obra tan extraordinaria y significativa para mí, he de sentir cierto aprecio hacia “Ve y pon un centinela”.
La obra se centra en la vuelta a Maycomb de Scout a la edad de veintiséis años para visitar a su padre. Se ha hablado mucho sobre el personaje de Atticus en esta novela, como apuntaba antes. No es para menos, es un personaje que muchos tenemos idealizado, al igual que Scout, que siempre vio a su padre como un referente, una suerte de centinela. De ahí viene la referencia del título. En esta visita, Scout – Jean Louise, de hecho, hace mucho que dejó de ser la pequeña Scout – rememora recuerdos de su infancia, se reencuentra con viejos amigos, hace frente a la dura realidad del lugar que la vio nacer y redescubre a su idolatrado padre como un ser humano que también es capaz de cometer errores. El shock inicial de Scout se traslada al lector, y su conflicto interno es el eje de toda la novela.
“Ve y pon un centinela” está lejos de “Matar a un ruiseñor", pero no esperaba que estuviera a semejante nivel. De cualquier manera, no me arrepiento de haberme adentrado en el paso a la madurez de Scout y de haber compartido sus angustias. Y aunque la novela deja un sabor agridulce, no quería dejar escapar la oportunidad de volver a Maycomb.
Ana Rayas

Una historia de contrastes: la joven que vive al ritmo de Nueva York y debe volver a las férreas tradiciones de Maycomb, se enfrenta a su padre, el hombre que defendió por primera vez a un negro en un caso de violación, y hoy pertenece al Consejo Ciudadano que defiende la segregación.
La novela se divide en varias partes, que pueden resumirse en tres.
Primero, el regreso de la chica de ciudad al pueblo, parte bastante relajada y salpicada de humor, donde a través de los ojos de Jean Louise (la ya no tan pequeña Scout), vemos el día a día de los pueblos del sur, algo que para la protagonista no es más que absurdas tradiciones y vergonzosos compromisos. En esta parte nos sumergimos en ‘Matar a un ruiseñor’ gracias a un recuerdo de infancia que nos hace compartir unos minutos con Scout, Jem y Dill (supuestamente, Truman Capote en su niñez).
La segunda parte se centra en la caída del ídolo: Scout comienza a ver un lado desconocido en las personas de su pueblo, su familia, su pareja, hasta sucumbir a la mayor decepción de su vida: descubrir que su padre, su modelo y aquel con quien siempre estuvo de acuerdo, no es quien pensaba.
La tercera parte es el enfrentamiento. Jean Louise planta cara a todo lo que, a su ver, no son más que despropósitos retrógrados. Esta parte me ha parecido sencillamente genial, siendo los diálogos entre Jean Louise, Jack (su tío) y Atticus (su padre) de lo mejor que he leído en años.
Había mucha expectación por esta obra, escrita antes que la famosa ganadora del Pulitzer y, por mi parte, debo decir que me ha gustado más que ‘Matar a un ruiseñor’.

1 comentario:

  1. Es precisamente por la crudeza que imagino supondrá encontrarse con ese 'otro' (que en realidad no es otro, es el mismo en otro momento del tiempo) Atticus por lo que quiero leerlo.

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