Género: Narrativa
Traducción: Ana Rita Da Costa García
Editorial: Salamandra
SINOPSIS:
La casa de ladrillos rojos es grande y espaciosa y, en el
jardín, una fuente azul comparte protagonismo con un enorme jacarandá
centenario, que con su generosa sombra cobija un grupo de niños que
juegan bajo un sol implacable. Pero esta bucólica escena esconde una
realidad descarnada. Estamos en Irán, a comienzos de los ochenta, y el
gobierno fundamentalista, liderado por el ayatolá Jomeini, ha iniciado
una brutal depuración que afecta a miles de personas de todas las
ideologías, incluso aquellas que han participado activamente en el
triunfo de la revolución; perseguidas, encarceladas o aniquiladas, las
víctimas del nuevo régimen dejan tras de sí miles de familias
desamparadas.
Sahar Delijani, nacida en la prisión de Evin, Teherán, en 1983, es
uno de aquellos niños que correteaban a la sombra del árbol violeta. Los
recuerdos de sus primeros trece años de vida, criada por diversas
personas en un estado de excepción permanente, hasta que su familia pudo
por fin emigrar a Estados Unidos, son la base de esta conmovedora
novela que se publicará en veintisiete idiomas y setenta países. A
través del tortuoso camino que se ven obligados a recorrer sus
personajes principales, Neda, Omid y Sheida, desde su niñez hasta su
juventud, Delijani da voz a una generación que, por primera vez, habla
sin tapujos de la experiencia vivida por sus padres y asume el desafío
de mantener viva la contestación con la esperanza de que nadie tenga que
sufrir la tragedia que ellos conocieron.
Narrada con un lenguaje terso, casi poético, que describe con guantes de terciopelo verdades como puños, esta historia es un fascinante recorrido por las vidas de unos hombres y mujeres que, desde la pequeñez de lo cotidiano, revelan su dimensión más profundamente humana y universal.
Narrada con un lenguaje terso, casi poético, que describe con guantes de terciopelo verdades como puños, esta historia es un fascinante recorrido por las vidas de unos hombres y mujeres que, desde la pequeñez de lo cotidiano, revelan su dimensión más profundamente humana y universal.
OPINIÓN:
Esta es una obra que se suma a la “moda” (sana) de las publicaciones
que reflejan los episodios turbulentos de la Historia actual de Irán.
La escritora iraní Sahar Delijani narra la experiencia de diversos jóvenes, chicos y chicas que debieron enfrentarse al régimen político de su país, primero contra el sha, después enfrentándose al propio gobierno revolucionario transformado en déspota. Las diversas vivencias se sitúan en el Irán de los años 80 hasta 2011, en la cárcel de Ewin, ubicada en Teherán y en diferentes países, en el exilio. Estas son circunstancias en las que pesa la incertidumbre del no saber qué pasará mañana, o que pasa con los seres queridos, padres, madres,… que permanecen en el exterior o siguen en el país pese a todo. En esos textos se conoce la vida de Azar, su hija Neda, nacida durante un periodo de confinamiento, Amir y su mujer Maryam que espera una hija mientras él está en la cárcel, Leila, hermana de Shinin, Parisa y cuñada de Berhuz, todos ellos encarcelados y con hijos.
A lo largo de las páginas se cuenta las vicisitudes de varias generaciones, el libro alcanza hasta el 2011, cuando los hijos de los mismos presos y de esas familias rotas, deben exiliarse para que su vida no se vea en peligro por un gobierno maldito.
Es una lectura fácil, ligera y emotiva a la par. Una de las lecciones más importante que se extrae de ella es que el pasado, si no se ha superado, vuelve y, en tal caso, la Historia está condenada a repetirse.
Para los que leyeron “El libro de mi destino”, de Parinoush Saniee, por ejemplo, les puede gustar bastante, porque, si bien, se explican situaciones distintas, el fondo y el nivel literario es similar. Por lo que a mí respecta, de entre los libros que he leído acerca de esta temática, sigo prefiriendo “Leer Lolita en Teherán”, me encantó.
La escritora iraní Sahar Delijani narra la experiencia de diversos jóvenes, chicos y chicas que debieron enfrentarse al régimen político de su país, primero contra el sha, después enfrentándose al propio gobierno revolucionario transformado en déspota. Las diversas vivencias se sitúan en el Irán de los años 80 hasta 2011, en la cárcel de Ewin, ubicada en Teherán y en diferentes países, en el exilio. Estas son circunstancias en las que pesa la incertidumbre del no saber qué pasará mañana, o que pasa con los seres queridos, padres, madres,… que permanecen en el exterior o siguen en el país pese a todo. En esos textos se conoce la vida de Azar, su hija Neda, nacida durante un periodo de confinamiento, Amir y su mujer Maryam que espera una hija mientras él está en la cárcel, Leila, hermana de Shinin, Parisa y cuñada de Berhuz, todos ellos encarcelados y con hijos.
A lo largo de las páginas se cuenta las vicisitudes de varias generaciones, el libro alcanza hasta el 2011, cuando los hijos de los mismos presos y de esas familias rotas, deben exiliarse para que su vida no se vea en peligro por un gobierno maldito.
Es una lectura fácil, ligera y emotiva a la par. Una de las lecciones más importante que se extrae de ella es que el pasado, si no se ha superado, vuelve y, en tal caso, la Historia está condenada a repetirse.
Para los que leyeron “El libro de mi destino”, de Parinoush Saniee, por ejemplo, les puede gustar bastante, porque, si bien, se explican situaciones distintas, el fondo y el nivel literario es similar. Por lo que a mí respecta, de entre los libros que he leído acerca de esta temática, sigo prefiriendo “Leer Lolita en Teherán”, me encantó.
Dolors Martínez
Es un libro duro, que es la parte que más me ha gustado. Sin embargo, la segunda parte, donde entra en las vidas de la segunda generación, me ha parecido flojito
ResponderEliminarHola Maria Rosa,
EliminarEstoy de acuerdo, se me olvidó comentar algo en la reseña en ese setido. Como tú has escrito, la parte de las segunda generación es más "rosa", habla menos de la politica de Irán que del amor o afecto de unos y otros.