Género: Novela gráfica
Traducción: Fernando Ballesteros
Traducción: Fernando Ballesteros
Editorial: Dibbuks
SINOPSIS:
La Residencia Arcadia es un edificio de viviendas a las afueras de una gran ciudad, con sus confabulaciones y malentendidos, sus riñas y antipatías. Una comunidad de vecinos pequeña y muy ruidosa en tiempos de una dictadura militar. Cuando parece que nada puede poner fin a las continuas trifulcas entre los vecinos, la llegada de los nuevos inquilinos crea una revolución y hace que todos se unan en un objetivo común: echar a los nuevos vecinos. Pese a sus diferencias, todos los vecinos están de acuerdo en que, como personas mayores, lo único que desean es que nada cambie y todo siga igual, en sus vidas y en Arcadia.
OPINIÓN:
El título de esta novela gráfica puede dar lugar a confusión. Yo pensaba, antes de empezarla, que estaría ambientada en una residencia de ancianos, también me llevaba a ello el dibujo de la portada. Pero para nada, los protagonistas viven en un bloque de pisos en alguna ciudad no definida, en el que las quejas, riñas y cotilleos son el pan de cada día.Se trata de una pequeña comunidad de vecinos, entrados en años, entre los que se esconden secretos y dramas que sutilmente van saliendo a la luz. Personajes grises, pero llenos de matices, que no quieren cambios en sus vidas y prefieren seguir anclados en su rutinaria existencia. La llegada de nuevos inquilinos, a los que consideran “distintos” (aunque nunca sabemos en qué consiste esa diferencia), provoca una conmoción en la comunidad, que hará surgir en alguno de los vecinos sus instintos más viles para lograr su objetivo.
Empieza como una comedia sobre la vida en el edificio, pero va adquiriendo un tono dramático, e incluye también una velada crítica a la dictadura en la que viven y que vamos descubriendo al avanzar la lectura. El único personaje joven que aparece en la historia parece implicar una nota de esperanza en el futuro.
Respecto a las ilustraciones, en colores suaves y apagados, en mi opinión son sencillas pero expresivas.
Una novela gráfica interesante; aunque acaba dejando un regusto amargo y triste, he disfrutado con su lectura.
Esther Rodríguez
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