Género: Narrativa
Traducción: Margarita Medina
Traducción: Margarita Medina
Editorial: Alfaguara
SINOPSIS:
El chino del dolor nos ofrece un despiadado análisis del proceso de formación de la obra literaria, es decir: del modo en que se observa e inmortaliza la realidad del paisaje y sus figuras.
Peter Handke, galardonado con el premio Nobel de Literatura 2019, es ejemplo, resumen y máximo exponente de los rasgos más característicos y mejores de la actual literatura en lengua alemana.
OPINIÓN:
“La transformada conciencia de umbrales podría, por tanto, transferir nuevamente la atención de un objeto hacia otro, y de éste al siguiente, hasta que la escuadrilla de la paz volviera a aparecer sobre la faz de la tierra, aunque solamente fuera para ese determinado día, y así subsiguientemente, día tras día, tal vez como en ese juego de niños en el que la piedra afila la tijera, la tijera por su parte corta el papel y el papel, por la suya, envuelve la piedra. Es decir, que los umbrales, como lugares poderosos, quizá no han desaparecido, sino que han llegado a ser capaces de sobrevivir, como fuerzas internas”.
Este es mi segundo encuentro con el austríaco Peter Handke, Premio Nobel 2019, controvertido y complicado.
Ya conociendo su estilo no me extrañó nada que el 80% de todo el libro se haya ido en puras descripciones detalladas … como un documental fílmico, porque describe al más mínimo detalle todo lo que ve su ojo humano … pintándolo con pinceladas de todos los colores y matices de una paleta, y con frases poéticas muy bellas, poemas en prosa.
El narrador protagonista, Andrea Loser, quien va describiendo absolutamente todo lo que ve, y que se auto denomina “el observador" es un extraño profesor de lenguas muertas, arqueólogo aficionado, observador de estrellas, amigo de insectos y jugador del tarot, quien muy en serio se ha especializado en encontrar y clasificar umbrales en excavaciones de ruinas arqueológicas, y que vive muy frugalmente, acompañado de arañas zancudas a quienes denomina “patrones de los buscadores de umbrales" y de otros insectos (tiene un escarabajo patas rojas viviendo en su escritorio en un terrón); separado de su esposa e hijos, él mismo no sabe ni porqué, ni por cuánto tiempo, en otra localidad cercana a su trabajo.
Al profesor lo acometen súbitos accesos de ira y comete actos de vandalismo, piromanía y dos agresiones violentas a transeúntes, una menor, después de la cual pide licencia en su trabajo bajo un falso pretexto, y otra gravísima … bastante incomprensibles todos estos actos …
Creo que se ha convertido en un intelectual deshumanizado …
Después de jugar a las cartas del tarot con cuatro aficionados a este complicado juego, les pregunta sus ideas sobre el concepto “umbral” y surge una larga conversación sobre el tema, que se convierte en una especie de ensayo.
Después se va a un viaje, donde tiene un encuentro sexual con una desconocida que encuentra en el aeropuerto.
Da un largo paseo por el campo y decide, para aclarar sus ideas sobre el “umbral”, buscar un “testigo” y el elegido es su hijo adolescente.
Cita el poema agrario Geórgicas de Virgilio, quien nació y vivió no lejos de Salzburgo, que es donde se escenifica la historia, y a quien él desea traducir cuando sea viejo y se retire.
Creo que el género está entre lo psicológico y lo filosófico … es una novela muy de estilo alemán … creo que de “desarrollo, o de formación del carácter a través de la experiencia vivida” … un Entwicklungsroman.
No he averiguado por qué el libro se llama El Chino del Dolor y tampoco por qué la gente cuando lo veía en la calle unas veces le decía “indio” y una vez “chino". Él se percibe como extranjero ante una pareja que se detuvo en un coche y no le preguntó nada. ¿Será que él se siente un extranjero en Austria, su patria? ¿Porqué piensa en “extradición” como castigo a su crimen, si está en su país? ¿Hay alguna relación entre los umbrales y su falsa extranjería?
¿Significará que el profesor, al cometer delitos y un crimen, por fin ha cruzado el umbral entre la cordura y la locura: una “extranjería", porque “indio”, “chino” o “extranjero” son en su mente equivalentes a enajenado, alien, delincuente fugitivo? ¿Algo así como El Extranjero de Camus, versión teutónica?
Los recovecos de la mente humana son incomprensibles.
Excelente y muy difícil novela, digna de un premio Nobel. La recomiendo a los valientes.
“Mi apellido «Loser», corriente en toda Austria (incluso también en Italia del norte, especialmente en ciudades como Görz y Trieste), no hace referencia, en mi imaginación, a alguien que ha «perdido algo» o a un «perdedor», sino que más bien se deriva del verbo alemán «losen», una expresión popular para «escuchar» o «aguzar el oído». En el área del Salzkammergut existe, por lo demás, un monte llamado Loser, una eminencia suavemente redondeada desde su base, que culmina en una cúpula maciza, un pétreo búnker aparentemente inaccesible, con unas paredes tan empinadas que en invierno casi no tienen nieve; las pocas zonas nevadas se asemejan a simuladas ventanas”.
“La transformada conciencia de umbrales podría, por tanto, transferir nuevamente la atención de un objeto hacia otro, y de éste al siguiente, hasta que la escuadrilla de la paz volviera a aparecer sobre la faz de la tierra, aunque solamente fuera para ese determinado día, y así subsiguientemente, día tras día, tal vez como en ese juego de niños en el que la piedra afila la tijera, la tijera por su parte corta el papel y el papel, por la suya, envuelve la piedra. Es decir, que los umbrales, como lugares poderosos, quizá no han desaparecido, sino que han llegado a ser capaces de sobrevivir, como fuerzas internas”.
Este es mi segundo encuentro con el austríaco Peter Handke, Premio Nobel 2019, controvertido y complicado.
Ya conociendo su estilo no me extrañó nada que el 80% de todo el libro se haya ido en puras descripciones detalladas … como un documental fílmico, porque describe al más mínimo detalle todo lo que ve su ojo humano … pintándolo con pinceladas de todos los colores y matices de una paleta, y con frases poéticas muy bellas, poemas en prosa.
El narrador protagonista, Andrea Loser, quien va describiendo absolutamente todo lo que ve, y que se auto denomina “el observador" es un extraño profesor de lenguas muertas, arqueólogo aficionado, observador de estrellas, amigo de insectos y jugador del tarot, quien muy en serio se ha especializado en encontrar y clasificar umbrales en excavaciones de ruinas arqueológicas, y que vive muy frugalmente, acompañado de arañas zancudas a quienes denomina “patrones de los buscadores de umbrales" y de otros insectos (tiene un escarabajo patas rojas viviendo en su escritorio en un terrón); separado de su esposa e hijos, él mismo no sabe ni porqué, ni por cuánto tiempo, en otra localidad cercana a su trabajo.
Al profesor lo acometen súbitos accesos de ira y comete actos de vandalismo, piromanía y dos agresiones violentas a transeúntes, una menor, después de la cual pide licencia en su trabajo bajo un falso pretexto, y otra gravísima … bastante incomprensibles todos estos actos …
Creo que se ha convertido en un intelectual deshumanizado …
Después de jugar a las cartas del tarot con cuatro aficionados a este complicado juego, les pregunta sus ideas sobre el concepto “umbral” y surge una larga conversación sobre el tema, que se convierte en una especie de ensayo.
Después se va a un viaje, donde tiene un encuentro sexual con una desconocida que encuentra en el aeropuerto.
Da un largo paseo por el campo y decide, para aclarar sus ideas sobre el “umbral”, buscar un “testigo” y el elegido es su hijo adolescente.
Cita el poema agrario Geórgicas de Virgilio, quien nació y vivió no lejos de Salzburgo, que es donde se escenifica la historia, y a quien él desea traducir cuando sea viejo y se retire.
Creo que el género está entre lo psicológico y lo filosófico … es una novela muy de estilo alemán … creo que de “desarrollo, o de formación del carácter a través de la experiencia vivida” … un Entwicklungsroman.
No he averiguado por qué el libro se llama El Chino del Dolor y tampoco por qué la gente cuando lo veía en la calle unas veces le decía “indio” y una vez “chino". Él se percibe como extranjero ante una pareja que se detuvo en un coche y no le preguntó nada. ¿Será que él se siente un extranjero en Austria, su patria? ¿Porqué piensa en “extradición” como castigo a su crimen, si está en su país? ¿Hay alguna relación entre los umbrales y su falsa extranjería?
¿Significará que el profesor, al cometer delitos y un crimen, por fin ha cruzado el umbral entre la cordura y la locura: una “extranjería", porque “indio”, “chino” o “extranjero” son en su mente equivalentes a enajenado, alien, delincuente fugitivo? ¿Algo así como El Extranjero de Camus, versión teutónica?
Los recovecos de la mente humana son incomprensibles.
Excelente y muy difícil novela, digna de un premio Nobel. La recomiendo a los valientes.
“Mi apellido «Loser», corriente en toda Austria (incluso también en Italia del norte, especialmente en ciudades como Görz y Trieste), no hace referencia, en mi imaginación, a alguien que ha «perdido algo» o a un «perdedor», sino que más bien se deriva del verbo alemán «losen», una expresión popular para «escuchar» o «aguzar el oído». En el área del Salzkammergut existe, por lo demás, un monte llamado Loser, una eminencia suavemente redondeada desde su base, que culmina en una cúpula maciza, un pétreo búnker aparentemente inaccesible, con unas paredes tan empinadas que en invierno casi no tienen nieve; las pocas zonas nevadas se asemejan a simuladas ventanas”.
Lucila Argüello
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