Género: Narrativa
Editorial: Impedimenta
Editorial: Impedimenta
SINOPSIS:
Buenos Aires, finales de los años setenta. Dos adolescentes apasionados por los Beatles viajan a las afueras de la ciudad, rumbo a un concesionario de la Mercedes, en busca del gran mito de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, el Chueco. Ese día cambiará por siempre sus vidas. Desenfadada crónica personal, genial autobiografía fragmentaria, Faster es un compendio de brevísimos episodios en los que Fangio y los Beatles (George Harrison, sobre todo) cumplen el rol de detonadores y el «recuerdo» se coloca en el centro de la diana. Siguiendo la estela de Perec, Eduardo Berti se entrega a un minucioso ejercicio de memoria que lo lleva a hablar sobre la velocidad de las carreras y de la vida (la velocidad a la que el mismísimo Harrison dedica su canción «Faster»), sobre la amistad y la idolatría, además de retratar con emoción y fineza aquel momento en el que elegimos un destino que no es exactamente el mismo que habían previsto o deseado nuestros padres.
Con esa lentitud ideal que, según Fangio, equivale a la mejor velocidad, Eduardo Berti despliega una red de recuerdos, profundos y falsamente desordenados, para forjar un relato lleno de frescura y nostalgia sobre el paso de la niñez a la vida adulta.
Con esa lentitud ideal que, según Fangio, equivale a la mejor velocidad, Eduardo Berti despliega una red de recuerdos, profundos y falsamente desordenados, para forjar un relato lleno de frescura y nostalgia sobre el paso de la niñez a la vida adulta.
OPINIÓN:
Rápida, como su acertado título, es esta peculiar novela del argentino Eduardo Berti. Peculiar por estar compuesta de infinidad de pequeños capítulos (algunos de un solo párrafo de cuatro líneas), por saltar en el espacio y el tiempo entrando y saliendo de una entrevista a un mito de la fórmula uno, y por saltar a los lados de una extraña línea argumental que nada tiene que ver con el clásico comienzo-nudo-desenlace para introducir de manera casi aleatoria citas de personajes como Steve McQueen, canciones de los Beatles, recuerdos de infancia y reflexiones recientes sobre qué se esperaba de él y dónde está realmente.
Todo comienza con dos adolescentes que deciden publicar una revista deportiva ‘artesanal’; ellos se encargarán de todos los textos, fotografías y composición, y sus padres de fotocopiarla y encuadernarla. (En realidad la novela es un flashback y el comienzo real es el visionado de unas viejas cintas de vídeo, que llevan al protagonista a ese momento de su vida). En una suerte de delirio de grandeza deciden entrevistar al mito de fórmula 1, Juan Manuel Fangio, que en ese momento dirige un concesionario Mercedes en las afueras de la ciudad. Y es alrededor de entre entrevista que comienzan a girar los recuerdos del autor/protagonista, en una nueva entrega de esa autoficción tan popular en este momento.
Debo admitir mi debilidad por este nuevo género, que no se me atraganta como otras modas recientes (novela histórica o negra). Me gusta, y Berti lo consigue en esta obra, dudar sobre lo que tengo entre manos, qué parte es ficción, qué parte sucedió tal y como se cuenta y qué parte ha sido modificada para difuminar lo que sucedió en realidad; si el autor vivió lo relatado o sustituye a alguien mediante el uso de la primera persona, si el propio Fangio existió (sí, sentí la necesidad de buscarlo en internet, necesidad de confirmación que no todos los autores consiguen crearme), si existió su amigo, a quien cambia el nombre (de hecho nos dice el autor (¿o el personaje del autor?) que lo hace para preservar su intimidad…
Una novela que recomiendo, pues Berti aprueba con nota este jugar a las muñecas rusas con realidad y ficción.
O sólo con realidad, si es una autobiografía.
O sólo con ficción, si es una novela.
Todo comienza con dos adolescentes que deciden publicar una revista deportiva ‘artesanal’; ellos se encargarán de todos los textos, fotografías y composición, y sus padres de fotocopiarla y encuadernarla. (En realidad la novela es un flashback y el comienzo real es el visionado de unas viejas cintas de vídeo, que llevan al protagonista a ese momento de su vida). En una suerte de delirio de grandeza deciden entrevistar al mito de fórmula 1, Juan Manuel Fangio, que en ese momento dirige un concesionario Mercedes en las afueras de la ciudad. Y es alrededor de entre entrevista que comienzan a girar los recuerdos del autor/protagonista, en una nueva entrega de esa autoficción tan popular en este momento.
Debo admitir mi debilidad por este nuevo género, que no se me atraganta como otras modas recientes (novela histórica o negra). Me gusta, y Berti lo consigue en esta obra, dudar sobre lo que tengo entre manos, qué parte es ficción, qué parte sucedió tal y como se cuenta y qué parte ha sido modificada para difuminar lo que sucedió en realidad; si el autor vivió lo relatado o sustituye a alguien mediante el uso de la primera persona, si el propio Fangio existió (sí, sentí la necesidad de buscarlo en internet, necesidad de confirmación que no todos los autores consiguen crearme), si existió su amigo, a quien cambia el nombre (de hecho nos dice el autor (¿o el personaje del autor?) que lo hace para preservar su intimidad…
Una novela que recomiendo, pues Berti aprueba con nota este jugar a las muñecas rusas con realidad y ficción.
O sólo con realidad, si es una autobiografía.
O sólo con ficción, si es una novela.
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