"Había otra pregunta que también me inquietaba. ¿Qué era lo que motivaba esa profunda desconfianza por parte de Sensei? ¿Había llegado a ese estado después de observar con una mirada fría e inerte su corazón, el mundo que lo rodeaba? Por naturaleza tenía tendencia a apaciguarse, a analizar las cosas. Con un carácter así, quizá fuera natural llegar a esas conclusiones. De todos modos, yo no creía que eso fuera todo. Sus convicciones eran vivas, muy distintas a los muros de una casa de piedra consumida por un fuego ya extinguido hace tiempo. A mis ojos, él era alguien que hacía florecer el mundo en forma de pensamiento. Pero en el origen de todo aquello se aletargaba una terrible y aplastante realidad. No es que otras personas no pudieran pensar en lo que Sensei pensaba, sino que las conclusiones a las que él llegaba resultaban inalcanzables para el resto.
Tras aquello habitaba una experiencia vívida e inabarcable que podía convertir en fuego su sangre y, a la vez, alertar a su corazón".
En noviembre 2022 la lectura elegida por mayoría en El Club de Lectura de Literatura+1 fue la novela clásica de la literatura japonesa KOKORO, publicada por primera vez en 1914, por entregas, en el periódico Asahi Shinbun. Su autor fue el escritor y profesor de literatura inglesa Natsume Sōseki (Japón 1867-1916). En la actualidad KOKORO es considerada su obra maestra.Desde el principio tuve la sospecha de que una trágica y misteriosa historia de amor me esperaba. ¿Qué terrible secreto guardaba el alma de Sensei? No podía dejarla y temía llegar al final ... que se terminara … Poco a poco, al ir avanzando en la lectura, empecé a percibir tintes como de influencia dostoyevskyiana y kafkiana, en los atormentados personajes.
Mientras tanto, disfrutaba de las bellas descripciones de la primavera y el amor, reflejados en los cerezos en flor ... no me cansaba de releer esa poética parte ... ¡divina! Me encantó el estilo sencillo y sereno de la narración, que sin embargo, no deja caer el interés en ningún momento: por ejemplo, la parte cuando el narrador y Sensei pasean por el cementerio de Zôshigaya y observan los colores cambiantes de las hojas del ginkgo.
En la segunda parte, "Mis padres y yo", me identifiqué con las claras ANGUSTIAS PATERNALES CONTRADICTORIAS: son dos angustias opuestas, pero ambas son válidas.
Por un lado TEMEN la SOLEDAD y el ABANDONO EN LA ANCIANIDAD: los hijos que se van a vivir lejos para estudiar y cuando se gradúan consiguen trabajo en las ciudades y es más difícil que regresen, aunque sea de visita ... Por otro lado, urgen al hijo graduado a que CONSIGA una COLOCACIÓN en la ciudad, que lo INDEPENDICE, pues claramente han AGOTADO sus AHORROS en su EDUCACIÓN y temen que a sus muertes quede desprotegido. Creo que ambas angustias paternales son universales y tan vigentes en ese entonces, como hoy día.
Esta genial novela me tuvo en vilo desde el comienzo ... pues como su nombre lo indica, KOKORO en japonés puede significar: corazón, mente, alma, sentimientos ...Y como todas las obras maestras de la literatura, no da respuestas, sino que plantea preguntas ... que nosotros mismos debemos respondernos ... Son esas preguntas existenciales que nos hacemos al dejar la infancia y en cuyas respuestas nos quedamos meditando toda nuestra existencia: ¿QUIÉN SOY? ¿QUÉ LUGAR OCUPO EN EL MUNDO? ... y eso es debido a que KOKORO es una novela EXISTENCIAL y FILOSÓFICA, que se explaya desarrollando la LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL, y donde parece triunfar el mal.
También es una novela PSICOLÓGICA (pensé que estaba perfecta para que Freud la analizara) ... la amistad, el amor, la misoginia, la vocación, el matrimonio, la traición, la culpa, la soledad, la frustración, la desconfianza, las crisis existenciales, las angustias paternales, el rechazo, la depresión, el suicidio, son partes inherentes de esta maravillosa historia japonesa, perfumada y adornada con los cerezos y ciruelos en flor en primavera, alegrada con el canto de las cigarras tsukutsuboshi en verano, enriquecida por el oro de las hojas del ginkgo y del arce en otoño, y matizada por la vejez, la enfermedad, la muerte y la oscuridad en invierno …
Además tiene un argumento MISTERIOSO e INTRIGANTE ... de AMOR TRIANGULAR, PASIÓN y TRAGEDIA.
Es también una novela SOCIOLÓGICA e HISTÓRICA al tomar como escenario los tiempos de profundos cambios en la vida y la sociedad del Japón entre dos eras históricas: la Meiji y la moderna.
Kokoro está presentada In extrema res: el final es revelado al inicio ...
Al mismo tiempo, es una BILDUNGSROMAN o novela de aprendizaje.
Las dos primeras partes son contadas en primera persona por un narrador anónimo, que es también protagonista: narrador homodiegético. Y la tercera parte es una larga EPÍSTOLA-CONFESIÓN del segundo protagonista, llena de profundas reflexiones filosóficas: una herencia intelectual y emotiva.
Los personajes son pocos y están perfectamente redondeados, aunque en vez de nombres propios tienen nombres comunes, y una letra, la K de Kokoro, usados como nombres de pila. El personaje más inquietante es K, el monje que sucumbe en “la contienda, nunca dirimida y siempre trágica, entre la fuerza de los instintos y la voluntad de oponerse a ellos con las armas de la razón, el estudio, la soledad y la virtud”. (Luis Landero en “El huerto de Emerson”).
En conclusión, recomiendo con entusiasmo esta obra maestra de la literatura nipona.
..."Dar educación a los hijos no tiene por qué ser bueno siempre ... Haces el esfuerzo de pagarles unos estudios y después ya no vuelven a casa. Que estudien es la mejor forma de separarlos de sus padres".
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"Los jóvenes de hoy en día, sólo os preocupáis de como gastar el dinero, pero no de cómo ganarlo".
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" Antiguamente eran los hijos los que daban de comer a los padres. Hoy en día los hijos se nos comen poco a poco."
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Septiembre había llegado, y con él habían irrumpido las tsukutsuboshi. Su canto anunciaba el final del verano.
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Del mismo modo que los cantos de las cigarras se transforman poco a poco, una metamorfosis parecida se había ido apoderando de la gente que me rodeaba. En mis oídos resonaban las palabras de mi padre. Era como si su actitud se me hubiera arraigado en el corazón."