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30 de mayo de 2021

"La cucaracha", de Ian McEwan

la cucaracha ian mcewan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Antonio-Prometeo Moya Valle 
Editorial: Anagrama

SINOPSIS: 
McEwan afila los colmillos: una mordaz sátira de la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos.
El arranque de la novela no dejará indiferente a ningún lector, porque es una reelaboración del famosísimo inicio de La metamorfosis de Kafka. Solo que aquí se invierten los términos y nos encontramos con una cucaracha que un buen día, al despertarse, descubre que se ha convertido en un enorme ser humano, concretamente en el primer ministro del Reino Unido, de nombre Jim Sams. Y resulta no ser la única cucaracha transformada en político que se mueve por las altas esferas.
El primer ministro invoca al pueblo para situarse por encima de todo y de todos: la oposición, los disidentes de su propio partido e incluso el Parlamento y las normas más elementales de la democracia. Su plan estrella consiste en poner en práctica una absurda teoría económica llamada «reversionismo», cuya brillante idea es cambiar la dirección del flujo de dinero, de modo que uno debe pagar por trabajar y a su vez recibe dinero por comprar. Una fórmula mágica que supuestamente solucionará todos los problemas...
McEwan recurre a Kafka para retratar una realidad que ya de por sí tiene mucho de kafkiana, pero el gran referente que subyace en su feroz sátira es Jonathan Swift, uno de los maestros en el arte de servirse del humor para poner en evidencia la estulticia y combatirla. Desde la perplejidad y la indignación, McEwan ha escrito un libro de emergencia, conciso, contundente y descacharrante, que denuncia la alarmante degradación de la clase política y los peligros que esto conlleva.

OPINIÓN:
"Esta es una obra de ficción. Los nombres y personajes son fruto de la imaginación del autor y cualquier parecido con las cucarachas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia.
...
—Una última cosa, señor presidente. ¿Puedo hacerte una pregunta personal? —Claro. Mientras no sea sobre… —No, no. Naturalmente que no. Es sobre… antes. —¿Antes de qué, Jim? —¿Seis?
—Repítelo. —Está bien. ¿Has tenido alguna vez…? —¿El qué? —Si has tenido…, ejem… —¡Mierda! ¡Escúpelo, Jim! Si he tenido qué. Lo dijo susurrando: —Seis patas. La conversación quedó interrumpida".

He leído este inquietante relato de ciencia ficción del genial Ian McEwan, escritor y guionista británico, considerado por la crítica y el público como uno de los mejores de la actualidad ...
Al comenzar esta interesante novela corta de solamente 82 páginas, quedamos atónitos al reconocer inmediatamente que estamos leyendo la Metamorfosis de Kafka, pero al revés ...
Y así sigue la trama bastante humorística ... pero a la vez preocupante ... la cucaracha de repente despierta convertida en un humano, nada menos que en el primer ministro de un país que se supone es del Reino Unido.
Y continúa la historia ... Toda una obra maestra de ironía, sarcasmo y parodia política y económica... Algunos personajes puede que sean reconocibles ... aunque soy la menos conocedora de estos ámbitos, así me lo pareció.
Me ha fascinado y la recomiendo.

"Estos meses habéis trabajado con ahínco para llevar a cabo nuestra misión. Os felicito y os doy las gracias. Como habéis comprobado, no es fácil ser Homo sapiens sapiens. Sus deseos están muy a menudo en pugna con su inteligencia. A diferencia de nosotros, que formamos una totalidad. Cada uno de vosotros ha arrimado un hombro humano por la causa del populismo. Habéis visto el resultado de vuestro esfuerzo, pues esa causa ya está en marcha. Ahora, amigos míos, ha llegado el momento de viajar hacia el sur. ¡Hacia nuestra querida patria! En fila india, por favor. Recordad que debéis doblar a la izquierda cuando salgáis por la puerta".
Lucila Argüello

11 de febrero de 2020

"Máquinas como yo", de Ian McEwan

maquinas como yo ian mcewan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jesús Zulaika Goicoechea
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
McEwan explora la ciencia ficción: ¿puede una máquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?
Londres, años ochenta del siglo pasado. Pero un Londres distópico y alternativo, en el que la historia ha seguido algunos senderos diferentes. Por ejemplo, el Reino Unido ha perdido la Guerra de las Malvinas y el científico Alan Turing no se ha suicidado atormentado por las consecuencias del juicio al que fue sometido en los años cincuenta por su homosexualidad, sino que sigue vivo. No solo vivo, de hecho, sino plenamente activo, y dedicado al desarrollo de la inteligencia artificial, campo en el que ha conseguido un hito: la creación de los primeros seres humanos sintéticos, unos prototipos a los que da el nombre –según su sexo– de Adán y Eva.
Charlie compra uno de los Adanes de la primera hornada, pensados para hacer compañía y ayudar en la casa, y con ayuda de su amante, la joven Miranda, lo programa a su gusto. Pero Miranda oculta un terrible secreto,y ese ser sintético prácticamente perfecto, sin las fisuras pero también sin los matices morales de los verdaderos humanos, acabará descubriéndolo.
Y así, la peculiar relación triangular entre Charlie, Miranda y Adán derivará en una creciente tensión que obligará a los personajes a tomar decisiones difíciles y arrastrará al lector a plantearse dilemas morales tan incómodos como necesarios. Tras deslumbrarnos con esa suerte de revisitación del Hamlet shakespeariano narrada por un feto que era Cáscara de nuezIan McEwan afronta otra propuesta osada y ambiciosa, en la que se sirve de la ciencia ficción para lanzar algunas preguntas inquietantes: ¿qué es en definitiva lo que nos hace humanos? ¿Dónde están los límites éticos de la inteligencia artificial? ¿El fin justifica los medios? ¿Puede una máquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?

OPINIÓN:
Siempre es interesante leer a McEwan, aunque los conflictos que plantee resulten perturbadores, como en ésta, su última novela, antes de su sátira sobre el Brexit, en la que en un Londres distópico, el autor inglés concibe una historia en la que mezcla la ciencia ficción con las relaciones personales, la investigación, la política y el thriller, por medio de un inaudito triángulo formado por dos humanos y un androide, en el que el amor, los celos y la desconfianza dan lugar a una creciente tensión y a un dilema moral que incomoda y revuelve, y que es justamente lo que motiva a McEwan, quien a la vez que provoca al lector, consigue, como siempre, envolverlo con su talento narrativo y con su cuidada y crítica prosa.
Yolanda Castilla Galdos

24 de agosto de 2019

"En las nubes", de Ian McEwan

en las nubes ian mcewan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Juan Gabriel López Guix
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
En estos siete episodios exquisitos, Peter Fortune, un hombre adulto, nos revela el secreto de las metamorfosis y las aventuras de su infancia: Ian McEwan nos brinda una encantadora obra de ficción que se dirige por igual a niños, jóvenes y adultos. Peter es un niño de diez años a quien los adultos consideran problemático sólo porque vive inmerso en sus fantasías. Entre la ficción y la realidad, Peter experimenta fantásticas transformaciones y nos traslada a fascinantes universos: intercambia el cuerpo del gato de la familia por el de un niño malhumorado, lucha contra una muñeca diabólica que busca venganza y descubre en un cajón una especie de crema facial que hace desaparecer a la gente. Y en la última historia se despierta como un niño encerrado en el cuerpo de un adulto, y se embarca en la aventura de enamorarse. Conmovedora, irreal y extraordinaria, esta novela es una celebración de la imaginación y la fantasía.

OPINIÓN:
“En las nubes”, cuyo título original en inglés es “The daydreamer” (“El soñador”), ha sido una grata sorpresa de Ian McEwan, autor que poco a poco se va situando entre mis preferidos. En este caso se trata de un recopilatorio de siete relatos protagonizados por Peter Fortune, un niño de diez años al que los adultos consideran “difícil”, solo porque es callado y le gusta estar solo y pensar en sus cosas.
Peter es capaz de olvidarse del mundo real y soñar despierto en cualquier lugar y momento. En cada uno de los relatos se sumerge en alguna fantasía, las cuales le hacen metamorfosearse en un gato, o en un bebé, o se relaciona con las sesenta muñecas de su hermana de igual a igual, utiliza una crema que hace desaparecer a quien se le aplica, o incluso se convierte en un adulto y ve el mundo desde su punto de vista. Increíbles experiencias descritas como si fuesen reales y que desbordan imaginación. Es una invitación a regresar a la infancia, y por qué no, a permitirnos soñar despiertos una vez más.
Relatos fascinantes, divertidos, y alguno más melancólico, como el último, que nos habla del inevitable hecho de convertirse en adultos, pero todos impecablemente bien escritos. Es posible que el autor los escribiese pensando en un público juvenil, yo los considero “para todas las edades”, y personalmente he pasado un rato entretenido y muy agradable leyéndolos. En mi opinión, una lectura muy recomendable.
Esther Rodríguez

7 de junio de 2017

"Cáscara de nuez", de Ian McEwan

Cáscara de nuez Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika 
Editorial: Anagrama

SINOPSIS: 
Trudy mantiene una relación adúltera con Claude, hermano de su marido John. Éste, poeta y editor de poesía, es un soñador depresivo con tendencia a la obesidad cuyo matrimonio se está desintegrando. Claude es más pragmático y trabaja en negocios inmobiliarios. La pareja de amantes concibe un plan: asesinar a John envenenándolo. El motivo: una mansión georgiana valorada en unos ocho millones de libras que, si John muere, heredará Trudy.
Pero resulta que hay un testigo de esta maquinación criminal: el feto que Trudy lleva en sus entrañas. Y en una pirueta de triple salto mortal que parece imposible de sostener pero le sale redonda, McEwan convierte al feto –al que todavía no han puesto nombre porque no ha nacido– en el narrador de la novela, desde la primera página hasta la última.
Lo que sigue es una mezcla genial de comedia negra, trama detectivesca y astuta reescritura intrauterina de un gran clásico, por cuyas páginas asoman también una joven poetisa amante de John y una bregada inspectora de policía. Pero además de observar desde primera fila los preparativos del asesinato de su padre a manos de su madre, el feto filosofa sobre el mundo y la vida, lanza preguntas incómodas y se lo cuestiona todo, mientras las copas de vino –y alguna bebida de más graduación– que bebe su madre tienen efectos mareantes sobre él.
Jugando con un narrador inaudito, Ian McEwan plantea un audaz experimento literario que es un auténtico tour de force sólo al alcance de un escritor superdotado. Y el resultado es una novela redonda que avanza con el palpitante ritmo de un thriller, trufada del mejor humor británico.

OPINIONES:
“Cáscara de nuez” tiene un narrador peculiar, un feto al que le quedan pocas semanas para nacer. Obviando la inverosimilitud del protagonista, es a través de lo que siente, oye e imagina como descubrimos el entorno que le rodea: su madre, Trudy, y su amante, Claude, pretenden deshacerse de su padre. Desde su impotencia que le impide actuar y una lucidez y razonamiento que corresponde al mundo adulto, somos espectadores del desarrollo de la intriga en cuestión y de las numerosas reflexiones del feto, probablemente las del mismo autor.
A parte de la pequeña dosis de misterio que aporta la trama, junto a las incertidumbres del feto, destacan sus divagaciones: filosóficas, éticas, críticas con muchos aspectos de la sociedad, y que además contienen mucho humor. La prosa me ha parecido soberbia, con algunas frases geniales, como la divertida "No todo el mundo sabe lo que es tener a unos centímetros de la nariz el pene del rival de tu padre”, o la reflexiva “La felicidad prolongada es el auténtico aburrimiento existencial".
El título y el epígrafe del libro recuerdan la conocida frase de “Hamlet”: “podría estar encerrado en la cáscara de una nuez y sentirme rey del infinito espacio”. Cuando empezamos el libro el paralelismo aumenta, evidente con los nombres de los personajes –Claude y Trudy recuerdan a Claudio y Gertrudis de la obra de Shakespeare–. En cierto modo el autor reescribe la tragedia a su manera particular.
Éste es el segundo libro que leo de Ian McEwan, y a pesar de que alguna de las divagaciones se me ha hecho un poco pesada, me ha parecido una lectura ingeniosa y muy buena, y sobre todo entretenida y divertida
.
Esther Rodríguez

He leído “Cáscara de nuez” de Ian McEwan un autor al que admiro por su magnífica prosa, su erudición, su buen discernimiento y su ácido humor británico. 
En este caso, se trata de una novela corta y original, entre el thriller y la crítica social, en la que el protagonista es un feto a punto de nacer, que desde su posición, un tanto incómoda en el vientre de su madre, es testigo y crítico de todo lo que pasa a su alrededor, que no es poco, y aunque en un principio nos produzca cierto recelo, el autor, con su maestría habitual logra que el protagonista, que aún no tiene nombre, nos sitúe perfectamente en la trama y además, desde un lugar privilegiado, aunque como espectadores como él, que se ve impotente al no poder intervenir en la conspiración que se está tramando a su alrededor. 
Y en medio de la intriga y el suspense, que nos envuelve como a él, nuestro pequeño protagonista divaga y reflexiona sobre el amor, la ambición, la vileza, el sexo, la poesía, el romanticismo, la religión, la política… En general, se plantea la vida que le espera y a la que está deseando llegar pronto, muy pronto.
Una novela redonda y entretenida de uno de los grandes de la narrativa contemporánea.
Yolanda Castilla Galdos

16 de enero de 2016

"La ley del menor", de Ian McEwan

La ley del menor Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
Acostumbrada a evaluar las vidas de los demás en sus encrucijadas más complejas, Fiona Maye se encuentra de golpe con que su propia existencia no arroja el saldo que desearía: su irreprochable trayectoria como jueza del Tribunal Superior especializada en derecho de familia ha ido arrinconando la idea de formar una propia, y su marido, Jack, acaba de pedirle educadamente que le permita tener, al borde de la sesentena, una primera y última aventura: una de nombre Melanie. Y al mismo tiempo que Jack se va de casa, incapaz de obtener la imposible aprobación que demandaba, a Fiona le encargan el caso de Adam Henry. Que es anormalmente maduro, y encendidamente sensible, y exhibe una belleza a juego con su mente, tan afilada como ingenua, tan preclara como romántica; pero que está, también, enfermo de leucemia. Y que, asumiendo las consecuencias últimas de la fe en que sus padres, testigos de Jehová, lo han criado, ha resuelto rechazar la transfusión que le salvaría la vida. Pero Adam aún no ha cumplido los dieciocho, y su futuro no está en sus manos, sino en las del tribunal que Fiona preside. Y Fiona lo visita en el hospital, y habla con él de poesía, y canta mientras el violín de Adam suena; luego vuelve al juzgado y decide, de acuerdo con la Ley del Menor.
Con lo que ocurre después para ambos compone IanMcEwan, con un oficio que extrae su fuerza de no llamar nunca la atención sobre sí mismo, una pieza de cámara tan depurada y económica como repleta de conflictos y volúmenes; una novela grácil y armoniosa, clásica en el mejor sentido de la palabra, que juega su partida en el terreno genuino de la escritura más indagadora: el de los dilemas éticos y las responsabilidades morales; el de las preguntas difíciles de responder pero imposibles de soslayar. La ley del menor habla del lugar donde justicia y fe se encuentran y se repelen; de las decisiones y sus consecuencias sobre nosotros y los demás; de la búsqueda de sentido, de asideros, y de lo que sucede cuando éstos se nos escapan de las manos: lo hace con la seguridad tranquila de un maestro en la plenitud quintaesenciada de sus facultades. 

OPINIONES:
En “La ley del menor” Ian McEwan vuelve a hacer un despliegue de su maestría narrativa en una novela profunda y perfectamente construída, en la que nos plantea, con las descripciones detalladas y minuciosas que le caracterizan, el dilema moral que se le presenta a una veterana jueza del tribunal supremo, experta en complicados casos de menores, al tener que dictaminar entre el derecho a la vida de un joven brillante y puro, o respetar las normas de su religión que le impiden recibir una transfusión de sangre, sin la cual, el muchacho no podrá superar su leucemia.
Con una prosa elegante y equilibrada, McEwan reflexiona también sobre la madurez, el matrimonio, la infidelidad, el trabajo, el paso del tiempo, la soledad, la pasión, la hipocresía… y sobre todo sobre la justicia y la religión, en una trama atractiva y vibrante que me ha gustado mucho
.

Yolanda Castilla Galdos

Es el primer libro que leo del autor y no sé si habrá sido un acierto o no empezar por su última novela, pero me ha gustado bastante.
La protagonista de la novela es Fiona Maye, una prestigiosa jueza de familia del Tribunal Superior de Justicia en Londres, que tendrá que compaginar a lo largo de las páginas la crisis de su matrimonio –anclado en la rutina durante demasiado tiempo- con la toma de complejas decisiones en los casos que le toca llevar, y a veces a contrarreloj, como en el caso principal de la historia. Fiona deberá decidir si permite que un hospital haga una transfusión de sangre a un joven de diecisiete años, que por sus convicciones religiosas se niega a recibirla. Competente, correcta, eficaz, pero muy cerebral -tanto en su vida laboral como personal-, la jueza descubrirá que a veces las decisiones generan consecuencias inesperadas.
La novela se centra en un mundo muy concreto, el jurídico, y en especial en relación a la familia, donde los conflictos que terminan en los tribunales –que afectan siempre a menores de edad- son muy emocionales y las decisiones que se toman implican también una valoración moral. Personalmente lo que más me ha gustado han sido las reflexiones sobre los diversos casos que pasan por manos de la jueza, los razonamientos jurídicos, incluso los dilemas morales que se plantean y las sentencias finales; aunque reconozco que a quien no le guste el tema le puede resultar un poco pesado. La novela no se queda sólo en el aspecto jurídico, sino que se complementa con el profundo análisis que Fiona hace de su vida, a la par que desarrolla su trabajo.
Es una novela muy descriptiva. Me ha gustado como escribe el autor, creo que su prosa es madura y elegante, y en general me parece un libro muy recomendable para quien le guste la temática
.
Esther Rodríguez

Hace tiempo leí una de las primeras publicaciones del autor inglés, “Jardín de cemento” y tenía ganas de repetir. Tampoco “La ley del menor” será lo último que lea de él, aún me queda, como mínimo, la lectura de su obra más conocida “Expiación”. Además, lo seguiré leyendo porque con su última novela demuestra que sigue siendo un autor asequible, fácil, fiel en su estilo irreverente. Incuso a ratos me recuerda a John Irving, Paul Auster, o Philip Roth, escritores a los que me gusta recurrir en algún momento.
“La ley del menor” es la historia de Fiona, mujer de carácter, ambiciosa, que ha dedicado su vida a su carrera profesional hasta llegar a jueza del Tribunal de familia. A sus casi 60 años, su cotidianidad transcurre entre los juzgados y su hogar, con su marido Jack, cuya relación no pasa por el mejor momento. Diariamente debe dirimir en casos de divorcio o en situaciones donde los menores son los más vulnerables. El caso con mayor peso de la trama es el de Adam, un chico de 17 años, enfermo de leucemia, que necesita una transfusión de sangre para poder vivir. La cuestión es que su familia es testigo de Jehová y él no puede decidir por si mismo, a falta de unos meses por cumplir la mayoría de edad. Este es un caso de vida o muerte, por lo que la decisión debe ser tomada en un tiempo muy breve. En esta tesitura, Fiona visita a Adam en el hospital para saber hasta qué punto es consciente de su situación. A raíz de la visita se establece un vínculo emocional entre los dos que tendrá sus consecuencias.
Me ha gustado esta lectura, sobre todo por el personaje femenino de Fiona. Por el recorrido de su existencia que vamos conociendo a retazos y, especialmente, por el final, denota el tono reflexivo, irreverente, que he mencionado antes. A través de Fiona, de su tarea en los juzgados y su vida conyugal, vemos cuan de delgada es la línea que separa ambos ámbitos y, por ende, la imperfección de la justicia.
Lo recomiendo, sin duda. A pesar de no ser obra maestra, lecturas así se agradecen igual
.
Dolors Martínez

13 de febrero de 2015

"El inocente", de Ian McEwan

El inocente Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Maribel De Juan
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
Berlín, 1955, en plena guerra fría. Leonard, un joven técnico en comunicaciones -inglés, virgen y escasamente mundano-, es enviado a trabajar en un proyecto conjunto de los servicios de inteligencia británicos y americanos, la «Operación Oro». Tras una breve exploración de los kafkianos vericuetos de la vida berlinesa, Leonard descubre la naturaleza del proyecto: la instalación de una central teléfonica destinada a intervenir las comunicaciones entre el ejército soviético de ocupación y Moscú, en un túnel que penetra en el Berlín ruso y que están cavando en secreto y a marchas forzadas. Pero Berlín será mucho más que un laberinto de espías para el inocente británico: Leonard conocerá a Maria, una alemana divorciada y algo mayor que él, y los trabajos del túnel se alternarán con los del amor. Maria y Berlín serán la iniciación del joven a casi todas las «cosas de la vida».
Una extraordinaria incursión literaria en una de las épocas más candentes de nuestra historia, cuyo final se abre ambiguamente al porvenir, tal como ambiguamente se abriera la historia tras la caída del muro de Berlín.

OPINIONES:
He leído “El inocente”, de Ian McEwan y me ha dejado unos sentimientos encontrados.
Situada en el Berlín de los años 50, cuyas calles (grises y llenas de escombros en un sector y recomponiéndose de sus cenizas y vibrantes en el otro) son también protagonistas de la historia, al principio pensé que se trataba de una novela sobre la guerra fría, en la que un pardillo que nunca había salido de su pueblo, es destinado a trabajar en un ambicioso proyecto de espionaje en Berlín oriental, pero la novela es mucho más que eso.
El protagonista, un joven británico, que hasta entonces había vivido y trabajado con sus padres, efectivamente es un novato para el que el hecho de disponer de un apartamento para él solo, o poder comer todos los días un filete con patatas fritas en la cantina de la obra, es tan asombroso como la experiencia de enamorarse y tener relaciones plenas con una mujer por primera vez.
Vemos como el inocente va descubriendo el amor, adquiriendo confianza en su trabajo y haciendo planes con los que nunca hubiera soñado, hasta que de repente, una vuelta de tuerca de McEwan, hace que el sentido de la historia cambie y la novela se vuelva sumamente inquietante, con escenas muy perturbadoras que tienen al asombrado lector en vilo, mientras la tensión se va multiplicando y se llega al final de la lectura con una cierta sensación de alivio.
Yolanda Castilla Galdos

La novela está ambientada en Berlín, han pasado diez años desde el fin de la II Guerra Mundial –aunque los destrozos de los bombardeos siguen presentes– y la ciudad está dividida en dos sectores, el oriental, dominado por los rusos, y el occidental, compartido por americanos y británicos. En este contexto, Leonard, un inocente joven inglés, es enviado allí para colaborar con los estadounidenses en un proyecto secreto. Este aspecto –guerra fría, espionaje, alto secreto...– me sonaba muy peliculero, y resulta sorprendente descubrir que está basado en hechos reales.
La ciudad alemana será para Leonard un despertar a la vida en muchos aspectos, por un lado tiene un trabajo que le apasiona, por otro descubre el amor por primera vez; pero un giro siniestro e inesperado hará que la tensión, la intriga y el ritmo, se disparen hasta el final.
No he leído muchos libros de McEwan, pero los que he leído lo están convirtiendo en uno de mis autores preferidos, y este no ha sido una excepción. Sus personajes, situaciones y descripciones son tan verosímiles que no puedes dejar de pasar páginas. Siendo un tema y una época que a priori no me llamaban mucho la atención, la historia te atrapa con su maravillosa prosa y estilo. 
Ambientación histórica, personajes y trama se unen para lograr esta magnífica novela. Me ha encantado, me parece una lectura muy amena y más que recomendable para cualquier amante de la buena literatura.
Esther Rodríguez

3 de diciembre de 2014

"Sábado", de Ian McEwan

Sábado Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
 
Henry Perowne es un hombre feliz. Es un reconocido neurocirujano y está casado con Rosalind, una abogada de un importante periódico. Ambos disfrutan su trabajo, se quieren y quieren a sus hijos, un prometedor músico y una joven poeta. Es sábado, 15 de febrero de 2003, el día de las grandes manifestaciones contra la guerra de Irak. Henry se despierta, va hacia la ventana de su dormitorio y ve un avión en llamas que sobrevuela Londres muy bajo. Henry teme un accidente terrible, un ataque terrorista. Más tarde, escuchando la radio, sabrá que se trata de un aterrizaje forzoso. Y Henry volverá a dormir, y hará el amor con su mujer, y se irá luego a su partida de squash semanal. Pero la visión nocturna no ha sido sino el presagio de la realidad azarosa que irrumpirá en la plácida burbuja de su vida tan armoniosa...

OPINIÓN:
He leído “Sábado”, de Ian McEwan; un escritor que siempre me sorprende por su inteligencia y su amplia cultura, que se refleja en sus descripciones detalladas y minuciosas (a veces demasiado) tan características de su narrativa. En esta novela, lo mismo describe con autoridad una operación de cirugía craneal (para lo que estuvo dos años documentándose con un neurocirujano) que la elaboración de un apetitoso guiso de pescado, o una vertiginosa partida de squash, en la que transmite perfectamente la rivalidad, el esfuerzo e incluso las sensaciones físicas del protagonista, un eminente neurocirujano, que comienza lo que va a ser una apacible y familiar jornada de sábado, con la extraña visión de un avión en llamas sobrevolando Londres y a lo largo del día, una concatenación de acontecimientos hace que su sábado sea todo menos apacible.
McEwan es un excelente escritor, que en “Sábado”, a lo largo de un atípico día en la vida del protagonista, reflexiona sobre, familia, vejez, miedo, guerra, amor, trabajo, violencia, música, esfuerzo, rivalidad, poesía…
Me ha gustado mucho
.
Yolanda Castilla Galdos

28 de noviembre de 2013

"Operación dulce", de Ian McEwan

Operación dulce Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
Inglaterra, 1972. En plena Guerra Fría la joven estudiante Serena Frome es reclutada en Cambridge por el MI5. Su misión: crear una fundación para ayudar a novelistas prometedores, pero cuya verdadera finalidad es generar propaganda anticomunista. Y en su vida dominada por el engaño entra Tom Healy, joven escritor del que acabará enamorándose. Hasta que llega el momento en que tiene que decidir si seguir con su mentira o contarle la verdad... Esta deslumbrante narración atrapa y sorprende al lector con sucesivas vueltas de tuerca en las que realidad y ficción se funden y confunden. Con extraordinaria sutileza psicológica, una trama trepidante y momentos de fina ironía, Ian McEwan demuestra una vez más que es un maestro consumado del arte de la novela.

OPINIÓN:
A trancas y barrancas terminé “Operación dulce”.
Aunque el título no me seducía nada, tenía la esperanza de sumergirme en otra genialidad de Ian McEwan, pero su última novela me ha decepcionado. Está narrada de una forma bastante lineal y es una mezcla entre novela de espionaje y novela romántica, cuyo final me ha recordado ciertos apuntes de “Perdida”, de Giliann Flynn, pero solo eso. En general, el estilo narrativo carece de la brillantez a que McEwan nos tiene acostumbrados; la historia no me ha enganchado y la novela no me ha entusiasmado.
Como siempre decimos, “para gustos, los colores”, pero sinceramente, mi consejo es que no la adelantéis en vuestra interminable lista.
Yolanda Castilla Galdos

5 de octubre de 2013

“Solar”, de Ian McEwan

Solaris Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
Michael Beard es un físico que recibió hace años el Premio Nobel y desde entonces vive apoltronado en sus laureles. Tiene ahora cincuenta y pocos años y su quinto matrimonio está tocando a su fin porque Patrice, la quinta esposa, diecinueve años menor que él, descubrió su aventura con una matemática y reaccionó con una euforia inesperada. Se mudó a otra habitación y comenzó una relación con Rodney Tarpin, el constructor que les rehabilitaba la casa, veinte años menor que Beard, quien ahora sufre por la bella Patrice. Aunque quizá su dolor se deba a que desde hace años es sólo un burócrata, el director de un instituto para la investigación de las energías renovables que es poco más que un artilugio político. Entre los becarios del instituto se encuentra Tom Aldous, que tiene proyectos más ambiciosos. Y cuando una noche Tom conoce a Patrice, la combinación de adulterio en las clases ilustradas y esperpento científico deviene una comedia (no en vano esta novela ganó el Premio Wodehouse) de enredos, negra en el más puro estilo Hitchcock, con cadáver incluido. Y aquí y ahora, en este mundo en los umbrales del gran cambio climático, del temido calentamiento global...

OPINIÓN:
Fue lo primero que leí de Ian McEwan, y la verdad es que me sorprendió. 
Se trata de una novela ácida y corrosiva, que pasa de los momentos brillantes que nos brindan las andanzas de su decadente protagonista, un individuo egoísta, cínico, mujeriego y deshonesto (que recuerda mucho a algunos personajes de Houllebecq) y que vive de los réditos de su premio Nóbel, a adentrarse a veces en términos y teorías de física y mecánica cuántica, como resultas de una sátira sobre el cambio climático, que pueden resultar demasiado densos y que componen casi una tercera parte de la novela. Pero vale la pena porque las otras dos terceras partes, están llenas de talento.
Yolanda Castilla Galdos

28 de septiembre de 2013

"Chesil Beach", Ian McEwan

Chesil Beach Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Anagrama

SINOPSIS:
Tienen poco más de veinte años y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta. Edward, en cambio, pertenece a una familia que vive en la zona baja de la clase media. Ambos son inocentes, y vírgenes, y tras un largo cortejo se han casado. Es un día de julio de 1962, y el tsunami de la revolución sexual no ha llegado a Inglaterra. Edward y Florence van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach. Y lo que sucede esa noche es la materia con que McEwan construye su chejoviano, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.

OPINIÓN:
Es una novela corta, de cerca de 200 páginas. Transcurre en 1962 y narra la noche de bodas de Edward y Florence, ambos vírgenes y pudorosos. Consta de cinco capítulos donde poco a poco el autor, además de los acontecimientos de esa noche, nos va contando la biografía de cada uno de los personajes hasta el casamiento.
Al principio se me hizo un tanto aburrida y pesada, no me interesaban los detalles, los personajes me eran indiferentes, no conseguía engancharme, leía muy poco cada día, hasta que progresivamente empezó a atraparme, tanto que a los dos últimos capítulos los leí sin parar. El final me dejó con la boca abierta. Y por esto último, porque me pareció diferente, me gustó mucho y la recomiendo. Es lo primero que leo del autor y no va a ser lo último, eso seguro.
Silvina Romano

23 de agosto de 2013

"Expiación", de Ian McEwan

Expiación Ian McEwan
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jaime Zulaika
Editorial: Compactos Anagrama

SINOPSIS:
En la gran casa de campo de la familia Tallis todo parece fluir con apacible elegancia en el día más caluroso del verano de 1935. Pero el oído atento percibirá sutiles notas disonantes, una creciente tensión que estallará después de que Cecilia, la hija mayor de los Tallis, salga empapada de una fuente, vestida solamente con su ropa interior, mientras Robbie, el brillante hijo de la criada y protegido de la familia Tallis, la contempla... Un libro prodigioso, que va abriéndose como un juego de cajas chinas y que contiene muchas novelas: una romántica historia de amor imposible, una durísima narración de guerra y la novela que dentro de la novela escribe uno de los personajes. McEwan ha escrito su obra maestra.

OPINIONES:
Fue la lectura de junio de 2021 en el Club de Lectura.

Cuando leí “Expiación”, no había visto la película, ni conocía el argumento, así que la novela me sorprendió gratamente, fundamentalmente por los giros que da la trama, que empieza de una forma inocente en 1935 en el seno de una familia acomodada, en un paisaje casi bucólico de la campiña inglesa, y que, posteriormente, por una serie de acontecimientos que no voy a desvelar, nos lleva a vivir pasajes extremadamente duros y crueles, con el trasfondo de una calumnia destructiva y también de una sólida e inmutable historia de amor. El autor cambia magistralmente de ritmo y de escenario al utilizar tres narradores diferentes con distintos estilos narrativos y visiones de la historia, lo que hace que el lector saque sus propias conclusiones. Bien escrita, con magníficas y a veces crudas descripciones, me resultó una lectura muy interesante.
Yolanda Castilla Galdos

“El desaliñado ramo de iris y adelfillas castañas, con su fresco goteo sobre sus pies calzados con sandalias, le mejoró el ánimo. Contempló el jarrón que había sobre una mesa de madera de cerezo americano, junto a la puertaventana ligeramente entornada. Su orientación al sureste había permitido que unos paralelogramos de luz de sol matutina avanzasen a través de la alfombra de color azul pólvora. El ritmo respiratorio de Cecilia se redujo y creció su deseo de un cigarrillo, pero permaneció dubitativa junto a la puerta, momentáneamente retenida por la perfección del escenario: los tres chesterfields descoloridos, agrupados en torno a la chimenea casi de estilo nuevo gótico sobre la que había un despliegue de juncia invernal, el clavicémbalo desafinado que nadie tocaba y los insólitos atriles de palisandro, las pesadas cortinas de terciopelo, débilmente sujetas por un cordón con borlas anaranjado y azul, que enmarcaba una vista parcial del cielo sin nubes y de la terraza veteada de amarillo y gris donde camomila y crisantemos crecían entre las fisuras del suelo. Un tramo de escaleras conducía al césped, en cuyo lindero Robbie seguía trabajando, y que se extendía hasta la fuente del tritón, a cincuenta metros de distancia”.

Fue la lectura del mes de Junio del 2021 en el Club de Lectura de Literatura +1, esta obra del británico Ian McEwan, publicada en 2001, que ha recibido muchos reconocimientos de la crítica y fue llevada al cine con gran éxito en 2007.
Con una prosa exuberantemente rica y unas descripciones maravillosas de bellos escenarios bucólicos de la campiña inglesa y sus mansiones rurales con lagos y templetes en jardines diseñados para imitar la naturaleza, rodeados de bosques; y otras, de escenas espeluznantes en campos franceses asolados durante la II Guerra Mundial, esta magnífica historia está datada entre 1935 y 1999.
Tiene un estilo elegante que cambia de tono según la pasión del momento, y un argumento tan intrigante, que no permite abandonar la lectura hasta el final.
Los personaje están caracterizados de una manera exacta y redonda; nos parece que los estamos viendo y oyendo hablar, y escuchamos sus pensamientos y sentimos sus sentimientos … cada uno en su estilo ... con vestuarios descritos con detalles pictóricos que coadyuvan a este propósito.
El lector está todo el tiempo en suspenso, sufriendo con los protagonistas, esperando y tratando de adivinar el final, del cual apenas se tienen pistas.
Es una tragedia con sabor operático, una historia de amor pasional, de varios amores; de despecho; de envidia fraterna; de odio; de venganza; de violaciones; de encubrimientos cómplices; de criminales mentiras y falsos testimonios; de cómoda indiferencia; de injustas condenas y frustración; de cruenta guerra y de muerte; de juventud y vejez; es una historia basada en la Historia; y es también la historia de una novelista.
El título de Expiación se entiende en el sentido de que la culpa encierra el castigo, pues en realidad los culpables quedan impunes hasta que la decrepitud de la senectud cobra la venganza de Dios.
Esta novela pareciera estar diseñada, con gran ingenio de su autor, para ser un ejemplo preciso de "narrador no fiable" pues casi al principio, el narrador omnisciente nos deja una pequeña pista: que el narrador podría ser la odiosa niña protagonista, la antiheroína, contando la historia en el ocaso de su vida ... por lo tanto es una novela dentro de otra novela, relatada desde el punto de vista o perspectiva del narrador, que es también una de las protagonistas ... Esto se confirma hasta la conclusión de la obra, cuando la narración adopta la primera persona, la de la niña, ya vieja.
El final es inesperado y hasta entonces se sabe lo que verdaderamente ocurrió a los protagonistas principales ... aunque siendo el NARRADOR NO FIABLE ... quedan algunas dudas … pues la narradora, ya auto desenmascarada, confiesa que hay varias versiones de la historia … con distintos desenlaces.
Me ha fascinado y la recomiendo con placer.

“Así que se sentó y pensó en agua y trató de limpiarse la lengua contra la manga. Cuando un Stuka descendía, era imposible no tensarse y encogerse, aunque cada vez pensaba que no tenía fuerzas para hacerlo. Hacia el final, los aviones sobrevolaron el bosque para ametrallarlo, pero sin resultado. Hojas y pequeñas ramas caían de las frondas. Después los aviones se fueron, y en el intenso silencio que se cernió sobre los campos y los árboles y el pueblo ni siquiera se oían trinos de pájaros. Al cabo de un rato, en dirección de la carretera, oyeron ráfagas de silbatos que anunciaban el fin del bombardeo. Pero nadie se movió. Se acordaba de que la última vez había ocurrido lo mismo. Estaban demasiado aturdidos, estaban en estado de shock a causa de repetidos episodios de terror. Cada incursión aérea les ponía a todos, acorralados y encogidos, frente a su propia ejecución”.
Lucila Argüello

Con una narrativa magistral, Ian McEwan nos adentra en sus más de cuatrocientas páginas a una historia de carácter psicológico y bélico acunado por un amor imposible.
La familia Tallis será quién cargará con el soporte de la historia; Así pues, los protagonistas emanarán de ese apellido y de sus costumbres burguesas rurales muy a la inglesa. El señor Tallis es un funcionario que procura poner de por medio su trabajo antes que llegar a su hogar la señora Emily Tallis; Emily nos comparte sus tristezas, fracasos y resignaciones, mismas que afectarán a su hijos; León, el hijo mayor, es un tanto desangelado pero que saca buen provecho de su posición para seguir la diversión; Cecilia es la inadaptada, revolucionaria y por tanto la que jamás aceptará una vida sin vivirla a su manera, su amor a Robbie fue más fuerte y más noble y Briony, la más pequeña y soñadora de la familia que a su vez será la protagonista de tan triste historia es, como dicen la narradora, omnisciente de tan cruentas tristezas. Y por último Robbie, el hijo de la sirvienta, un chico guapo e inteligente cuyo único pecado es ser pobre.
Los días transcurrirán en una familia acomodada, donde las horas serán ocupadas por vaguedades hasta que a la benjamina de la familia le da por enamorarse de un imposible, ahí todo se tuerce y devienen las fatalidades, por unos celos y coraje, un inocente irá al paredón de los acusados y dos enamorados se verán separados no solo por la clase social, sino también por unos barrotes de injusticia.
El autor nos expone la barbarie de la guerra del siglo pasado, gota a gota nos empapamos los lectores del sufrimiento al que fueron sometidos los soldados y también esos padres, hijos, hermanos, esposas o novias que les esperaban rezando, que les añoraban en cada segundo de sus vidas.
En una prosa preciosa nos vamos dando cuenta de que tan delgado es el hilo del cual penden nuestras vidas.
A través de nuestro narrador omnisciente que no escatimo en los detalles acusadores a su persona, nos veremos inmersos en el sufrimiento de dos enamorados que vieron pasar sus días en la espera de un «Te esperaré. Vuelve».
Briony pagó su culpa con una expiación que quizá no alcanzó, esa chiquilla fue ese jarrón tan fino, tan noble que se rompió, que nadie supo como juntar sus piezas, su padre no se percató de su existencia, su madre no pulió con amor y su hermana, de quién se sentía tan cercana, jamás le perdonó su arrebato de amor, pero, ¿Quiénes somos para juzgar a un alma atribulada por un amor que no conoce de edad?
En el último capítulo el autor nos presenta a Briony como un narrador sospechoso o poco fiable ya que nos descubre que existen varias versiones de lo acontecido porque aún existen personas vivas y no puede publicar nada con toda la verdad.
A Briony el escribir y soñar le enseñaron que la imaginación era en sí misma una fuente de secretos: una vez empezada una historia, no se la podía contar a nadie. ¿Podría Briony ser absuelta en su pecado? No era más que una niña. Pero no todos los niños mandan a un hombre a la cárcel diciendo una mentira. No todos los niños son tan premeditados y malévolos.
Muy triste ver el final de una historia: Briony incapaz de sostener la mirada de su hermana, dijo: —Lo que hice fue horrible. No espero que me perdones. —No te preocupes por eso —dijo Cecilia, con voz tranquilizadora y durante el par de segundos en que dio una profunda calada de su cigarrillo, Briony, estremecida, vio crecer sus ilusorias esperanzas—. No te preocupes —repitió su hermana—. "No te perdonaré nunca".
Blanca Toral
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