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15 de octubre de 2022

"Menos que uno. Ensayos escogidos", de Joseph Brodsky

menos que uno joseph brodsky
FICHA TÉCNICA:

Género: Ensayo
Traducción: Carlos Manzano
Editorial: Siruela

SINOPSIS: 
Menos que uno es, en el sentido más amplio de la expresión, una magnífica autobiografía intelectual. Al lado de textos que son homenajes a su ciudad natal o a la memoria de sus padres, aparecen ensayos sobre poesía y poética. Sus análisis de la obra de escritores rusos como Ajmátova, Tsvietáieva y Mandelstam y de autores como Auden, Montale, Cavafis y Derek Walcott son explicaciones luminosas y absorbentes de la poesía del siglo XX. «Catástrofes en el aire», que aborda la historia y el futuro de la prosa rusa, es una exposición original y emocionante de la vida y la muerte de una tradición literaria. Inevitablemente, Menos que uno trata también de política. Ensayos como «Sobre la tiranía» y «Huida de Bizancio» constituyen profundas meditaciones sobre la historia y la edad moderna.

OPINIÓN:
Hace un tiempo, poco, tuve la oportunidad de leer un conjunto de ensayos “escogidos” de la colección CÍRCULO DE LECTORES (1988), siete en concreto de Joseph Brodsky (1940-1996). La obra original (1986) contiene dieciocho ensayos escritos en Estados Unidos y fue publicada un año antes de recibir el premio Premio Nobel en 1987.
Creo que es uno de los libros que más me ha gustado de entre todo lo leído últimamente. Y me ha gustado por su rigor intelectual y su excelente prosa, a veces tan cercana que me parecía estar oyéndola. Fue publicado con el título 'MENOS QUE UNO' (1986), cuyo enigmático significado tiene que ver con la imposibilidad que siente Brodsky de fragmentar su pasado en fases pues su “yo” permaneció siempre inalterable tal y como nos explica en su primer ensayo del mismo nombre.
Judío, prófugo de la escuela, pronto será conocido como poeta lo que le acarreará la cárcel por parásito social (1964) y la expulsión de su país (1972) al que no volverá. Su peregrinaje le lleva a Austria en donde conocerá al poeta Auden que le abrirá las puertas tanto de Inglaterra como de Estados Unidos y allí permanecerá hasta su muerte. En 1987 se le otorgó el Premio Nobel no por su disidencia sino, como dice Antonio Munné, autor del epílogo de mi edición, "por ser la obra de un artista, plenamente comprometido con su época pero muy por encima de la mediocridad de los que se escudan en su tragedia personal para forjarse una fama de perseguidos y víctimas”.
Ha sido una lectura conmovedora. No puedo dejar de citar el primer ensayo en el que recuerda su infancia, su trayectoria de rebeldía y su firme decisión, como la de muchos de sus contemporáneos, de ser HIJO DE LA CIVILIZACIÓN y de los que dice “Nadie conocía la literatura y la historia mejor que esas gentes, nadie escribía en ruso mejor que ellos, nadie despreciaba más profundamente nuestra época. Para esas personas la civilización era algo más que el pan de cada día y un abrazo por la noche. […]. Pobremente vestidos pero en cierto modo elegantes, revueltos por las manos silenciosas de sus amos más inmediatos, huyendo como conejos de los ubicuos galgos del estado y de sus zorros, más ubicuos aún, destrozados, cada día más viejos, seguían alimentando su amor hacia esa cosa que no existía (o que existía únicamente en sus cabezas, de día en día más calvas) llamada «CIVILIZACIÓN»".
El último ensayo llamado “Una habitación y media” está dedicado a sus padres a los que no volvió a ver y que lucharon con tesón, y no lo lograron, por conseguir un visado para visitarle. Es un capítulo en el que, además de explicar las condiciones de vida a los que estaban sometidos en su día a día, hace una larga reflexión sobre las deficiencias de la memoria por su incapacidad para recordarlos con la amplitud que hubiera deseado “La memoria se parece más que a otra cosa a una biblioteca en desorden alfabético en la que nadie hubiera clasificado” y ya casi al final nos dice “Por esto estoy agradecido a mi madre y a mi padre, no sólo por haberme dado la vida, sino también por no haber educado a su hijo como un esclavo. Procuraron lo mejor que supieron —aunque sólo fuera para preservarme contra la realidad social en la que había nacido— hacer de mí una persona fiel y obediente al estado. Que no supieran hacerlo, que tuvieran que pagar con el hecho de que la mano anónima del estado, no la de su hijo, les cerrara los ojos, (se refiere a sus muertes) no da testimonio de su negligencia sino de la calidad de sus genes, cuya fusión engendró a un ser que el sistema encontró suficientemente extraño para expulsarlo".
No quisiera pasar por alto: “Guía para una ciudad rebautizada” que se refiere a Petesburgo, oficialmente Leningrado, de la que nos cuenta la oposición que su creador, el zar Pedro I, vivió durante su construcción, y a la cual proclamó capital de la nación. Nos dice “El mundo uterino y claustrofóbico, y tradicional en lo idiosincrático, de la Rusia propiamente dicha tiritaba bajo el viento frío y penetrante del Báltico.” Ya en el primer capítulo nos habla de la belleza de la ciudad cuando iba y venía a la escuela y en donde aprendió al pasar por sus aristocráticos edificios y monumentos “más sobre la historia del mundo que más tarde en cualquier libro. Grecia, Roma, Egipto..., todos estaban allí, todos fueron desportillados por la artillería durante los bombardeos".
El resto lo forman “Fuga de Bizancio”, análisis histórico muy sutil de por qué llegó el cristianismo desde Bizancio a Rusia; “El hijo de la civilización” dedicado al poeta Mandelstam, perteneciente a la Edad de Plata (finales del XIX hasta 1920) de la poesía rusa y muerto en un campo de concentración en 1938; le dedica otro a su esposa “Nadeyda Mandelstam” que conservó su obra por si desaparecía memorizándola y, el último, “Complacer a una sombra”, encuentro y elogio al poeta W.H. Auden, venerado por Brodsky desde su juventud.
En conclusión, libro de imprescindible lectura. Al igual que para el pequeño Brodsky la contemplación de los edificios y monumentos fueron para él una escuela de conocimiento, también la lectura de esta obra me ha revelado con una intensidad y concreción fuera de lo común, las dificultades que los intelectuales con voz propia y todos aquellos que habían gozado de una aproximación a la cultura tuvieron que sobrellevar.
Ana Ballester

8 de junio de 2022

"El jugador", de Fiódor Dostoievski

el jugador dostoievski
FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Traducción: Juan López-Morillas
Editorial: Alianza

SINOPSIS: 
Novela de indudable trasfondo autobiográfico, EL JUGADOR (1866) refleja los dos grandes impulsos -el juego y la pasión amorosa- que dominaron la vida de Fiódor Dostoyevski (1821-1881). En medio de una galería de personajes desarraigados y trashumantes que deambulan por la ciudad-balneario de Wiesbaden (el «Roulettenburg» de la ficción), la patética figura de Aleksei Ivanovich personifica el goce y la angustia del tipo humano que acaba por canalizar toda su capacidad de protesta en la pasión por el juego como vía de acceso, mediante el dolor y el envilecimiento, a una libertad vorazmente deseada.

OPINIÓN:
Fue la lectura de mayo de 2022 en el Club de Lectura.

Libro autobiográfico, la novela "El Jugador" está escrita a manera de diario, en primera persona.
Fiodor Dostoyevski utiliza algunos nombres falsos y con distinta nacionalidad en esta historia tan bien engranada para representar la desesperación, depresión, dramatismo y pasiones humanas a través de la ludopatía, la cual él padeció en algún momento de su vida, nadie como él sabía lo que se vive en una mesa de juegos, su situación económica lo arrastró a las apuestas.
Ingleses, franceses, alemanes, rusos, polacos, todos caballeros y damas que aparentaban pertenecer a la burguesía, se daban cita en el casino para tratar de dar un giro al destino de sus vidas en unos minutos; Incrementar su economía y poder pagar deudas, rescatar hipotecas, o comprar el amor y de paso, experimentar el sobresalto, la emoción que se vive al apostar.
Dostoyevski utilizó, para enmarcar las escenas principales, un paño verde y una ruleta. Sabremos entonces que existe una demarcación entre el juego llamado de mal género y el que es permitido a un hombre correcto. Hay dos clases de juego: uno para los caballeros y otro plebeyo, rastrero... Un caballero favorecido por la suerte sonreirá y bromeará, el juego es solo un pasatiempo y no debe denotar emoción aunque pierda. Un plebeyo gritará, reclamará y recriminará por su mala suerte al perder.
Sobre algunos personajes:
Alexei Ivanovich es nuestro personaje principal, joven displicente y con un realismo que de pronto puede rayar en lo morboso, su actuar, sus comentarios y su forma de relacionarse con los demás le hará verse en la penosa necesidad de utilizar la ruleta para salvar sus finanzas y al mismo tiempo salvar una pasión malsana por Polina.
A través de Alexei el autor nos narra apreciaciones o criticas a los franceses e ingleses sin dejar de lado a los mismos rusos. Dostoyevski nos reproduce los conflictos de la sociedad de la época: las tensiones políticas y religiosas, la hipocresía social, las relaciones humanas, el mundo del trabajo o la importancia del dinero.
Polina es un personaje al cual Dostoyevski no cambió nombre, es el nombre original de su amante en la vida real y por la que al parecer perdió la cabeza, una relación tóxica que el autor no tuvo reparo en describir en esta obra.
La aparición de la "Babulinka", otro personaje en la historia, es la abuela enferma a la que espera la familia se muera pronto para poder heredar, la babulinka va a conocer el casino y nos sorprende igual que sorprendió a su familia al apostar, saborear el triunfo y vivir la pérdida de casi todo su dinero, la abuela nos hace ponernos a pensar en que de alguna manera ella decide disfrutar sus últimos días antes que heredar a sus ingratos familiares.
Para terminar el diario, Alexei Ivanovich habla sobre la miseria de la moral, con qué orgullo y satisfacción las personas censuran la conducta ajena, ¿qué puede predecir la gente cuando pendemos del destino de una ruleta?, si hoy saliera ganador me abrazarían y me aceptarían entre ellos, la naturaleza humana puede renacer en tanto no esté hundido del todo.
Al finalizar la lectura me quedé con la sensación de que la vida misma es como estar jugando a la ruleta, todas nuestras decisiones y hasta el mismo amor pueden estar basados en una apuesta con el destino.
"El amor es como apostar en la ruleta".
El jugador tiene una importante anécdota, fue escrito en 26 días, Dostoyevski lo dictó a la taquígrafa Anna Grigórievna Snítkina, que meses después se convertiría en su segunda esposa.
Cierro comentario recomendando la lectura, Dostoyevsky nos remueve los conceptos morales para poder abrir las mentes acostumbradas al reposo.
Blanca Toral

"¡La culpa es de Paulina, toda la culpa es suya!
Quizá ni siquiera hubiese llegado a pensar en cometer esas pillerías si ella no hubiese estado allí. ¡Quién sabe! Quizás hice todo eso por desesperación (aunque es estúpido razonar así), y no comprendo, no puedo comprender lo que ella tiene de bueno.
Es bonita, por lo menos yo así lo creo. Y yo soy el único a quien vuelve loco. Es alta y bien formada. Pero es muy delgada. Tengo la impresión de que se podría hacer un nudo con ella o doblarla en dos. La huella de sus pies es larga y estrecha…, torturante. Torturante, ésta es la palabra. Tiene reflejos rojos en los cabellos. Verdaderos ojos de gata, ¡y cuánto orgullo y arrogancia sabe poner en ellos! Hace unos cuatro meses, cuando acababa de entrar a su servicio, tuvo una noche, en el salón, una larga conversación con Des Grieux. Estaban muy animados. Ella le miraba de tal manera… que cuando subí a acostarme más tarde, me imaginé que ella le había dado una bofetada, que acababa de dársela, y que estaba de pie ante él, mirándolo …
Aquella noche me enamoré de ella".

Ha sido la lectura de mayo 2022 del club de lectura de Literatura + 1.
Esta breve, pero magna, creación del genial autor ruso Fiódor Dostoevsky, (Moscú, 11 de noviembre de 1821 – San Petersburgo, 9 de febrero de 1881) quien según he leído pertenece al movimiento del realismo literario, al tener rasgos autobiográficos, no puede separarse de los acontecimientos que marcaron la vida del autor previamente a la época en que por fin publicó esta novela (1867), que ya había ideado y planeado varios años antes ...
La obra maestra "El Jugador", fue escrita (1866), o mejor dicho, DICTADA en sólo 26 tardes, por Fiódor a la estenógrafa Anna Dostoyévskaya (con quien contrajo matrimonio meses después) mientras por la mañana, él escribía “Crimen y Castigo”, BAJO UNA GRAN PRESIÓN de TIEMPO, debido a un contrato del editor, con fecha límite, que de no cumplirse, le acarrearía enormes pérdidas; y gran PRESIÓN ECONÓMICA, causada por las acuciantes deudas adquiridas en parte por su afición al juego, y por haber asumido las responsabilidades de su hermano fallecido: deudas y la manutención de su familia.
Tal vez debido a esta premura, la novela adquiere un estilo muy FLUIDO y un RITMO DINÁMICO y ACELERADO: una VELOCIDAD CINEMATOGRÁFICA, tanto en las descripciones, como en el FLUJO DE CONCIENCIA del narrador homodiegético.
Algunos críticos consideran esta obra como un autoEXORCISMO psicológico practicado por Dostoevsky para librarse de sus demonios internos: la LUDOPATÍA que lo mantenía en constantes DEUDAS … No en balde es referido por Nietzsche como "El único psicologista del que he aprendido algo".
“El Jugador" es sin duda, una obra maravillosa: la siento como una gran novela PSICOLÓGICA; elaborada como una DRAMÁTICA TRAGICOMEDIA y novela del ABSURDO, cuyos PERSONAJES CARICATURESCOS, muy bien descritos, llenos de vida y personalidad, se dedican a vivir la VIDA LOCA, dominados por PASIONES INCONTROLADAS, con la mayor IRRACIONALIDAD posible. Sus personalidades, demenciales y odiosas, están muy bien caracterizadas todas ...
Alexis, alter ego de Fyodor Dostoevsky (nombre del hijo de Dostoevsky de tres años, muerto en 1878, y usado también para el protagonista de los “Hermanos Karamazov” (1880)) … Alexis, pues, es el narrador no confiable de “El Jugador“ por ser el protagonista, y es, además, el típico anti-héroe Dostoevskyiano. Él es un joven ruso, con educación universitaria, locamente enamorado de Paulina, hijastra de El General, con quien mantiene una ponzoñosa-relación-amor-odio ... al tiempo que ella, a su vez, ama a un supuesto noble y adinerado francés ... Paulina, estilizada y de gran belleza, de hermosa y abundante cabellera con reflejos rojizos y grandes ojos de gata, es muy arrogante y tiene a sus pies al francés, al inglés y al preceptor Alexis, su esclavo.
Alexis, que funge como mentor de los hijos del viudo General, un ruso retirado de 55 años, arruinado, que vive de préstamos, fingiendo ser rico, en un balneario alemán de aguas termales y medicinales, que es al mismo tiempo un centro de casinos ... El General está fervientemente enamorado de una joven femme fatale francesa de 25 años, que se supone es una actriz disfrazada de noble, con una madre falsa.
La tabla de salvación y esperanza del General, es que fallezca pronto en Rusia, una tía millonaria que le heredará una gran fortuna y así podrá comprometerse en matrimonio con su amada, mademoiselle Blanche, la interesada francesa ...
Pero la tía, que supuestamente está moribunda, aparece de repente en el hotel y después de desenmascarar al General y decirle que ha leído todos sus telegramas preguntando si ella ya ha muerto, le grita que no le dará dinero, ni lo heredará, y se va al casino a jugar casi toda su fortuna ... y pierde.
Los temas que la novela "El Jugador" sugiere, son muchos:
Además de la LOCURA DEL JUEGO o sea EL VICIO O ENFERMEDAD DE LA LUDOPATÍA: el ABSURDO del COMPORTAMIENTO HUMANO; las FALSAS APARIENCIAS y el FINGIMIENTO SOCIAL; el INTERÉS MONETARIO en las RELACIONES amorosas y familiares; los AMORES TÓXICOS; el RESURGIMIENTO después de un gran fracaso; también, supuestamente, describe el APASIONADO CARÁCTER RUSO versus los demás países europeos. Hay ironía y burla, y escenas de gran comicidad, en las que a veces con tintes de XENOFOBIA se da forma a una CRÍTICA SOCIAL de la ALTA SOCIEDAD EUROPEA de la época.
Me ha gustado mucho, a pesar del sabor a frustración que deja tanta locura humana, y la recomiendo como una obra maestra de la Literatura universal.

"Vingt-deux! —gritó el croupier.
Había ganado.
Arriesgué el total: mi primera postura y lo ganado. —Trente et un! —exclamó el croupier. ¡Gané otra vez!
Esto me daba un total de ochenta federicos. Lo puse todo en las doce cifras de en medio (ganancia triple, pero dos posibilidades en contra). Comenzó a rodar la ruleta y salió el veinticuatro. Me dieron tres cartuchos de cincuenta federicos y diez monedas de oro. Poseía ahora un total de doscientos federicos.
En una especie de angustia febril, dejé todo el dinero sobre el rojo…, y de pronto volví en mí. Fue la única vez durante aquella noche en que el terror me heló, manifestándose por un temblor de mis manos y mis pies. Con horror me di cuenta, en un momento de lucidez, de lo que hubiese significado para mí perder en aquel instante.
¡Toda mi vida estaba en juego!
—Rouge! —gritó el croupier. Recobré el aliento: hormigas ardientes recorrían todo mi cuerpo. Me pagaron, en billetes de banco, un total de cuatro mil florines y ochenta federicos. Todavía podía hacer el cálculo.
Recuerdo que luego, puse dos mil florines en las doce cifras de en medio y perdí. Jugué mi oro y mis ochenta federicos y perdí. El furor se apoderó de mí. Tomé los dos mil florines que me quedaban y los coloqué en las doce primeras cifras… al azar, a ciegas, sin calcular.
Hubo un momento de espera, una emoción parecida quizás a la que experimentó madame Blanchard cuando, en París, fue lanzada desde su globo al suelo.
—Quatre! —exclamó el croupier. Con la postura anterior, esto me hacía dueño de nuevo de seis mil florines. Adopté una actitud triunfante, y ya no tuve miedo de nada.
Puse cuatro mil florines al negro. Unas diez personas se apresuraron a poner al negro como yo.
Los croupiers cambiaron miradas y hablaron entre sí. Todos hablaban y esperaban. Salió el negro. A partir de este momento no recuerdo ni las ganancias ni la sucesión de posturas.
Recuerdo solamente, como en sueños, que ya había ganado casi dieciséis mil florines.
De pronto, tres jugadas desgraciadas me hicieron perder doce mil.
Entonces puse los últimos cuatro mil al Passe (pero en aquel momento no me daba cuenta de casi nada, esperaba maquinalmente sin pensar en nada).
Gané de nuevo, y volví a ganar cuatro veces seguidas. Recuerdo solamente que amontoné los florines por millares.
Recuerdo también que las cifras de en medio, a las que no dejaba, salieron con mucha frecuencia.
Salían con regularidad, siempre tres o cuatro veces seguidas; luego desaparecían durante dos jugadas, y volvían por tres o cuatro veces consecutivas.
Esta asombrosa regularidad suele ocurrir a veces, y es lo que confunde a los jugadores profesionales que hacen cálculos lápiz en mano. ¿Qué terribles ironías de la suerte no se manifiestan aquí?"
Lucila Argüello

"El jugador" parecía una historia tan simple pero está tan bien escrito que en cuanto lo inicias te mete en un juego que no puedes parar. Atrapa, entretiene, cautiva en cada capítulo hay algo divertido, enojoso, intrigante que te obliga a seguir leyendo con prisa pero con cautela, pues es posible que algo se escape y uno tenga que volver al casino, al hotel o quizá a alguna calle por donde Alekséi o Polina o cualquiera de los otros pudieron pasar en su loca y desenfrenada visita a Alemania o Paris. La historia está basada en la experiencia del autor cuando en un viaje por Europa se siente atrapado por el juego de azar y la atracción física por una hermosa mujer mientras que su esposa moría de una terrible enfermedad.
El personaje principal y narrador es Aleksei Ivanovich, un bachiller ruso contratado por un general para ser tutor de sus dos pequeños hijos que son hermanitos de Pauline, la hijastra del general: Polina, para los amigos en Europa. Y es a través de su particular mirada de ruso noble pero no rico que nos enteramos de la ambición del general y su forma desmedida de gastar fortunas, de la imperiosa necesidad de la joven Polina de conseguir un matrimonio conveniente y la natural inclinación de la juventud rusa a quedar subyugada por los hombres franceses que son todo lo opuesto a la tosquedad rusa. Poco sabemos de la vida de Aleksei pues en esencia lo que escribe en su diario o en ese cuaderno o bitácora de viaje, Ivanovich plasma sus pensamientos sobre lo que acontece día a día mientras su patrón se mantiene a la espera del anuncio de la muerte de la tía millonaria, y no es difícil de entender que eso sea lo que el general espera con ansias pues la familia esta hipotecada hasta más no poder. Lo que más me gustó es que aunque si hay un punto de inicio de la historia, la llegada de Ivanovich al hotel donde se hospeda la familia, el autor no se toma el tiempo ni inventa a otro narrador para explicar quien es el narrador, simplemente sigue, como si fuera otra anotación en la libreta, y creo que eso es lo que nos hace sentirnos parte de cada escena, o anécdota y da una sensación de que podemos participar en el juego, detener a la abuela o aplaudirle, seguir a Ivanovich hasta el hotel mirando hacia todos lados por si alguien lo acecha para asaltarlo y así con todo. Queda muy claro que es un autor muy inteligente. Y los personajes, parece que son muchos pero jamás te sientes abrumado o confundido todos son muy importantes en esta historia, no hay nadie que sobre y todos tienen personalidades e ideales diferentes, todos buscan algo pero también todos están conectados con la tía anciana y con el mismo Ivanovich.
La parte romántica no fue nunca romántica, aunque Ivanovich se declara enamorado y al final le dicen que ella también lo ama era un amor condenado a la nada por todas las razones posibles menos la indiferencia. Polina es como muchas chicas que conozco que detestan ser admiradas o amadas por los pobres o los feos pero a la vez se sienten halagadas por despertar tanto interés en ellas pero siguen persiguiendo al guapo, al popular, al más adinerado aunque ese ni aprecie lo que el otro aprecia, admira y halaga.
El tema de la adicción estuvo muy ben trabajado, se nota que el autor domina el tema teórica y prácticamente. Hasta daban ganas de ir a probar suerte.
Sonia Servìn

Es verdad que cuando se inicia la lectura de cualquier obra, el tiempo del "ahora" se detiene y, a veces, con dificultad nos enfrentamos a lejanas y desconocidas realidades con las cuales no hay parangón posible en nuestro día a día. Tal es el caso de la obra que nos ocupa.
Porque veamos ¿quiénes son los personajes de esa estrambótica troupe -que nos aparece de la mano de Aléxei en forma de puntual diario, tutor de los dos hijos del general- formada por unos rusos con pretensiones, encabezados por un General que no es General sino Coronel, ya entrado en años, que bebe los vientos por una vividora de oscura procedencia, Mlle Blanche, y cuya enigmática hijastra, la del General, Polina, parece vivir aplastada por un oscuro secreto y es el objeto del deseo tanto de un aventurero francés de Des Grieux, como de un inglés, el más decente de todos y depositario de lo que algunos ocultan?
Porque, además, están preocupados: unos, los franceses, porque no se les paga un dinero que se les debe y cuyo retrato no es nada benévolo pues, según Aléxei, son elegantes, mundanos, pero también codiciosos, fríos y calculadores; y del otro lado los rusos que viven agónicamente el día a día esperando la solución a sus problemas económicos provocados por su carácter confiado, su escasa percepción de la realidad y cuya solución pasa por la muerte de la abuela del General. Está claro que Dostoievski no ha desaprovechado la ocasión de fustigar a los europeos que detesta.
En esta atmósfera de suspense en donde todos aguardan, aparece la babulinka cual meteorito inesperado: entramos de lleno en la segunda parte del diario. Y no va a dejar títere con cabeza. En un capítulo antológico (IX) que justificaría lo que se ha dado en llamar por Bajtin en su obra 'Problemas de la poética de Dostoievski' “la carnavalización” se dedicará a arrancarles la careta a cada uno de ellos y ponerlos frente al espejo de su realidad. El movimiento febril de la abuela, sus aceradas sentencias dirigidas a los presentes, el asombro de la tropa que se ve vapuleada sin compasión por aquella que creían resolvería sus problemas constituye el momento culmen de la novela.
A partir de ahí, tercera parte, la sinrazón desbocada en forma de RULETA hará su aparición: la de la babulinka, espoleada por la venganza, se batirá en retirada habiendo dilapidado una fortuna. El narrador, Aléxei, ya atrapado en momentos anteriores de la novela en la excitación que supone el riesgo y el reto al destino y, tomando como excusa la urgente ayuda con la que desea socorrer a Polina, su pretendida pasión amorosa, entrará en el frenesí del juego hasta tal punto que en un momento del relato (Cap. XV) llegará a decir “Juro que sentía lástima de Polina, pero, cosa rara, desde el momento en que la víspera me acerqué a la mesa de juego y empecé a amontonar fajos de billetes, mi amor pareció desplazarse a un segundo término”. Y si bien los hados de la suerte parece que soplan a su favor -ganará esta vez una fortuna- no lo harán a favor de su relación con Polina que desaparecerá.
En una vuelta de tuerca sin mucho sentido, dilapidará su fortuna en París con Mademoiselle Blanche con la perspectiva de que el azar de nuevo le favorezca cuando está sumido en la pobreza: “De lo que se trata es de que basta un giro de la rueda para que todo cambie, y de que estos moralistas —estoy seguro de ello— serán entonces los primeros en venir a felicitarme con chanzas amistosas. Y no me volverán la espalda, como lo hacen ahora. […] Mañana puedo resucitar de entre los muertos y empezar a vivir de nuevo. Aún puedo, mientras viva, rescatar al hombre que va dentro de mí.”
En cuanto a su pasión por el juego, quiero hacerme eco de lo sugerido por JOSEPH FRANK 'DOSTOIEVSKI LA SECUELA DE LA LIBERACIÓN' 1860-1865‘ en donde afirma que lo más interesante de su adicción fue la teoría que creó acerca de ella pues tenía la convicción de que si controlaba emociones y sentimientos, es decir, si suprimiera la parte irracional, ganaría: "No creas que me estoy jactando cuando te digo que conozco el secreto de ganar […] este secreto, yo lo conozco, es terriblemente estúpido y sencillo, y consiste en dominarse en cada momento y en no dejarse excitar, cualquiera que sea el juego. Y eso es todo".
Sin embargo, Dostoievski conocía la imposibilidad de ese control emocional para privilegiar a la razón, y subraya el crítico que este intento de elevarse por encima del nivel de lo humano se relaciona con uno de los grandes temas de la literatura occidental. "Poner en práctica sueños del helado dominio de la razón invariablemente se han presentado como una causa de sacrilegio y un monstruoso desorden moral, pues significan el intento de la humanidad de levantarse como rival y sustituto de la voluntad del Dios cristiano, que dotó a la especie humana con una gama intermedia y una posición ambigua en esa gran cadena del ser que durante tantos siglos gobernó la imaginación del hombre occidental".
Y termina: "También el juego puede interpretarse como un intento de Dostoievski de poner continuamente a prueba su convicción general del poder de lo irracional en la existencia humana".
Ana Ballester

31 de enero de 2021

"Zuleijá abre los ojos", de Guzel Yájina

zuleija abre los ojos guzel yajina
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jorge Ferrer
Editorial: Acantilado

SINOPSIS: 
Corre la década de 1930 en la pequeña aldea de Tartaria donde viven Zuleijá, su rústico marido, treinta años mayor, y su anciana suegra, empeñada en castigarla por no darle nietos. La educación recibida impide a la joven resentir siquiera el grado de servidumbre al que está sometida o desear una vida distinta. Pero cuando una serie de acontecimientos la arranquen de su pequeña familia y la arrojen a un mundo no menos brutal, pero sí más ancho y diverso, lleno de personas de distintas procedencias, oficios y credos, verá desmoronarse sus creencias más arraigadas. Con el tiempo, no obstante, este forzoso exilio material y moral permitirá a Zuleijá dar y recibir afecto, engendrar e incluso decidir su suerte. Con una prosa tan vivaz como versátil y la inmensa perspicacia psicológica de la gran tradición novelística rusa, Guzel Yájina recrea distintas voces y relata el espléndido despertar de una mujer cuya epopeya ha emocionado a miles de lectores en todo el mundo.

OPINIÓN:
Ha sido una agradable sorpresa el haber encontrado esta obra, apasionante lectura que narra la historia de Zuleijá y su peripecia allá por los años treinta del siglo XX en la Rusia de Stalin. Su autora, GUDELIA YAHINA, describe con singular maestría la vida de esta joven tártara, musulmana, casada con un campesino en unas condiciones casi de esclavitud hasta que el Ejército Rojo le arrebata sus tierras, asesina a su marido e inicia un exilio que la llevará en condiciones deplorables a la Siberia oriental. Allí, a pesar de las durísimas condiciones para vivir con las que se encuentra, será capaz de tomar las riendas de su vida y borrar el pasado.
La autora de esta ópera prima, GUZEL YÁJINA, toma como base las historias de su abuela que pasó dieciséis años viviendo una situación parecida al igual que otros cuatro millones de personas deportadas en penosos y largos viajes en tren a Siberia para empezar de cero sus vidas. Dice la autora: “coincide con mi historia familiar, pues mi abuela, que se fue al destierro siendo una niña analfabeta que sólo hablaba tártaro, regresó con un ruso perfecto, una formación como profesora y zapatos de tacón”. Hay que tener en cuenta que entre estos deportados había gente de una alta formación: pintores, médicos, abogados etc... que se organizaron y crearon escuelas de las que se beneficiaron muchos exiliados.
Novela muy interesante, amena, de fácil lectura, bien escrita y en la que se toma contacto con una cruel realidad que propició el comunismo soviético liderado por Stalin. Es un homenaje a la desconocida historia anónima de miles de deportados que sufrieron la invasión, pérdida de sus oficios, propiedades e identidad y que se vieron obligados a llevar una vida cuya dureza refleja a la perfección la autora. Muy recomendable.
Ana Ballester

6 de abril de 2020

"La tormenta de nieve", de Lev Tolstói

la tormenta de nieve tolstoi
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Selma Ancira
Editorial: Acantilado

SINOPSIS:
En un momento de notable crisis espiritual, Tolstói, basándose en la experiencia real de un viaje que emprendiera dos años antes, escribe La tormenta de nieve (1856). Con una muy fuerte carga metafísica, nos describe, al amparo de las condiciones externas, un sueño y la presencia de la muerte, el punto de inflexión entre el conformismo y el coraje. Memorable y entrañablemente poética, esta narración a medio camino entre la alegoría y el diario nos habla de la toma de conciencia de uno mismo y de sus retos.

OPINIÓN:
Novela breve y sencilla en la que el narrador cuenta el viaje en trineo que inicia en una noche de nieve y viento. Es una narración descriptiva en la que no pasa gran cosa, pero en mi opinión es intensa y fascinante. El viajero acabará errando en ese blanco desierto, en compañía del frío y la ventisca de la estepa, navegando por el infinito mar de nieve.
Trineos, cocheros, caballos, largas horas, sueños y el propio narrador son secundarios ante la inmensidad de la naturaleza que transmite el texto. Es una de sus primeras obras y no es el Tolstói de sus grandes novelas, pero ya se aprecian muchas pinceladas de su maestría.
Un relato breve que se lee en un rato y que he disfrutado.
Esther Rodríguez

25 de marzo de 2020

"La historia de un caballo", de Lev Tolstói

la historia de un caballo tolstoi
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Selma Ancira
Editorial: Acantilado

SINOPSIS:
Jolstomer es un caballo capón decrépito y enfermo al que utilizan como bestia de carga en una granja de purasangres, donde es despreciado por su incierto pedigrí. Reconocido por la yegua más veterana de la cuadra, el animal relata a sus compañeros equinos su sorprendente periplo vital, marcado una y otra vez por la barbarie humana. La historia de una caballo está narrada desde el punto de vista del propio caballo, esta conmovedora nouvelle de Tolstói nos habla de inquietudes humanas imperecederas como la suerte o la vejez, y nos confronta con algunos de nuestros prejuicios más inveterados e incorregibles: el valor de las apariencias y el rechazo a cualquiera que no se adecúe a los moldes.

OPINIÓN:
“La historia de un caballo” es un relato breve de Tolstói que probablemente no sea considerado una de sus grandes obras, pero a mí me ha parecido una pequeña joya.
Es poco más que lo que el título indica, la historia de un caballo, un viejo caballo pío castrado que forma parte de la numerosa caballada de una casa señorial. Despreciado por sus congéneres por su decrepitud y falta de abolengo, un día es reconocido por una vieja yegua de la cuadra, y el viejo Jolstomer narrará su experiencia vital.
Con una prosa bella y gran riqueza de descripciones y vocabulario, el relato está narrado en tercera persona, con la excepción de los fragmentos en los que es Jolstomer quien habla; en ellos encontramos reflexiones interesantes, como cuando el caballo describe a sus compañeros el significado del concepto de “propiedad” de los humanos (“Y aquel que conforme a ese juego diga “mío” del mayor número de objetos posible es considerado como el más feliz.”), también aparecen otras ideas, como la discriminación por ser distinto... La imagen que el protagonista equino da del ser humano, a partir de su experiencia, no es nada afortunada.
Una pequeña maravilla que he disfrutado y recomiendo.
Esther Rodríguez

21 de marzo de 2019

"La señora del perrito y otros cuentos", de Antón Chéjov

la señora del perrito y otros cuentos
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Juan López-Morillas
Editorial: Alianza

SINOPSIS:
Maestro indiscutible del difícil género del cuento, Antón Chéjov (1860-1904) extrajo la materia narrativa de la mayoría de sus relatos de la vida cotidiana de sus contemporáneos, en especial de las esperanzas y desventuras de las gentes de la clase media del gran imperio zarista, como funcionarios, médicos, pequeños propietarios o profesores. Entre los diez cuentos reunidos en este volumen, seleccionados y traducidos por Juan López-Morillas, figuran títulos tan conocidos como «El amanuense», «Casa con desván» y "La señora del perrito", relato de exquisita finura, tratado con aguda penetración psicológica, que narra la historia de un gran amor entre una joven casada y un hombre maduro.

OPINIÓN:
Hacía tiempo que tenía una cuenta pendiente con Chéjov. Es verdad que no me prodigo mucho en la lectura de relato corto, pero bien merece la pena hacer una excepción con el considerado maestro del género.
He empezado con este autor imprescindible con “La señora del perrito y otros relatos”, una pequeña antología que se lee rápidamente y deja muy buen sabor de boca. Los relatos de esta antología están comprendidos entre 1882 y 1899, por lo que abarcan la mayor parte de la trayectoria de Chéjov. Me ha llamado la atención la habilidad para trasladar al lector a la atmósfera del cuento sin extenderse demasiado en descripciones del entorno. No obstante, sí incide de manera muy particular en el desarrollo psicológico de los personajes: probablemente sea una de de sus mayores virtudes.
Tras leer un par de relatos, resulta evidente el porqué de la fama de Chéjov como escritor de cuentos. Llegar al lector de esa manera está al alcance de muy pocos.
Ana Rayas

19 de julio de 2018

"Románov. Crónica de un final: 1917-1918"

Románov Crónica de un final 1917-1918
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Tatiana Shvaliova
Edición: Tatiana Shvaliova con la colaboración de Ezra Alcázar
Editorial: Páginas de Espuma

SINOPSIS:
Correspondencia y memoria de una familia, documental del final de los últimos zares de Rusia, este libro recoge cartas, diarios, documentos y testimonios  sobre uno de los episodios más trágicos de nuestra historia.
Durante trescientos años el destino de todas las Rusias había sido guiado por la dinastía Románov. Cuando en 1896 Nicolás II fue coronado no podía imaginar que poco más de dos décadas después los acontecimientos tenían reservado para él y los suyos un trágico fin. A principios del siglo XX la imperial Rusia, sumida en la I Guerra Mundial y en un clima prerrevolucionario, se rompe en mil pedazos y la revolución de febrero de 1917  desemboca en la abdicación del zar, la aparición del sóviet como nuevo modelo de poder, el posterior cautiverio de la familia real y su ejecución en julio de 1918. 
En aquellos meses convulsos todos sus integrantes –los zares y sus cinco hijos– vivieron tres encierros en los que la correspondencia y el diario fueron una vía de escape, confesión y diálogo con el exterior. Estas páginas, construidas desde la pasión y el amor, la incomprensión y el temor, la memoria y el análisis de una época, recorren aquellas vidas y sus propias escrituras que son testimonio histórico, pero también vital y cotidiano, de uno de los episodios decisivos de la historia contemporánea.

OPINIÓN:
Estos días se han cumplido 100 años de la ejecución del zar Nicolás II y su familia que se dio lugar en la noche del 16 al 17 de julio de 1918.
La presente publicación recopila los testimonios de la familia y allegados, desde febrero de 1917 a julio de 1918. En ella encontramos sobre todo fragmentos del diario de Nicolás II y de la zarina Alejandra, también algunas cartas de sus hijas e hijo, las memorias de Pierre Guillard, su profesor, y algún escrito de las memorias de Aleksandr Kérenski, que tras la revolución ocupó puestos importantes en el Gobierno Provisional de Rusia.
El libro se estructura en tres partes que se corresponden con los tres lugares en los que la familia pasó el cautiverio. Primero en Tsárskoye Seló, después en Tobolsk y finalmente en Ekaterimburgo. 
Nadie de la familia sospechó su final, así que nos encontramos ante escritos que describen, en numerosas ocasiones, hechos cotidianos. Nicolás II describe, por ejemplo, la preocupación por lo que sucede en el país, la primera guerra mundial, el desasosiego por estar lejos de su familia cuando el deber le reclamaba, y también nos hace participes de las pequeñas cosas del día a día, como sus lecturas o los paseos y juegos con la familia. 
A lo largo de las páginas se nos descubre la forma de ser de todos ellos, especialmente del zar y la zarina, y del conjunto, una familia muy unida, creyente, leal y fuerte.
Me ha gustado mucho conocer los últimos momentos de la familia Románov. El zar era una figura clave en los acontecimientos y la atmósfera política de su país era una cuestión primordial para él y su familia. Al tiempo que sabemos de su vida, se es testigo de los cambios que la sociedad rusa reclamaba y, con ello, el conflicto interno que se avecinaba. Una lectura muy interesante que se lee con avidez (al menos yo, a cada nota o carta leída, pensaba "otra, un poco más", y seguía).
Dolors Martínez

13 de abril de 2018

"El cupón falso", de Lev Tolstói

El cupón falso Lev Tolstói
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Víctor Gallego
Ilustraciones: Ana Pez
Editorial: Nórdica

SINOPSIS:
"El cupón falso" es una pequeña joya por descubrir. Tolstói narra, con su genio habitual, la historia de una pequeña estafa, un delito sin importancia. El dinero conseguido de forma tan poco honrada irá pasando de mano en mano, llevando la ruina y la desgracia a cuantos lo toquen. Esta novela corta, de claro tono moral sobre las consecuencias del delito, narra de manera brillante cómo faltas aparentemente pequeñas acaban teniendo dramáticas consecuencias. El sentimiento de culpa y la necesidad de su expiación también están muy presentes en esta historia.
Una obra con apariencia de drama social que sorprende por la modernidad de su estructura y la agilidad de su narración. En 1983 fue llevada al cine por Robert Bresson. 

OPINIÓN:
Novela corta que el gran escritor ruso Lev Tolstói terminó de escribir unos años antes de su muerte pero que se publicó de manera póstuma. La historia consta de dos partes. En la primera de ellas un estudiante de quince años, instigado por un amigo, falsifica un cheque para poder obtener el dinero que necesita para pagar una deuda. Y al igual que una pequeña bola de nieve puede terminar convertida en alud, aquí a raíz de esa pequeña estafa se inicia una concatenación de engaños y malas acciones que culminará en crímenes atroces. En la segunda parte la espiral da un giro, y también a modo “efecto mariposa”, el arrepentimiento y conversión religiosa de un asesino en serie afectará al resto de personajes de manera encadenada.
Novela breve que no obstante recomiendo leer con calma, por la cantidad de personajes que aparecen y que debido a la estructura de la historia tienen su importancia, cada uno de ellos con su recorrido particular. En mi caso a las pocas páginas decidí hacerme un pequeño esquema que me resultó muy útil a medida que avanzaba la lectura y los personajes reaparecían.
El libro en su conjunto implica una profunda crítica social y en él se plasman las grandes desigualdades e injusticias que prevalecían en la sociedad rusa de principios del siglo XX, sobre todo entre poderosos y campesinos. Hay también una crítica directa a la hipocresía en que vivía la iglesia, corrompida por el deseo de poder y alejada de la verdadera fe. Me ha sorprendido el componente moralista de la trama, que no esperaba, aunque en el fondo refleja la transformación interior que el mismo autor vivió.
La prosa es excelente, directa y concisa, capaz de transmitir mucho en pocas palabras; los capítulos cortos agilizan la lectura y las ilustraciones de Ana Pez, sencillas, coloridas y acordes con el texto, me han gustado. Una lectura muy recomendable que no pueden dejar de disfrutar los amantes de la literatura rusa
.
Esther Rodríguez

17 de octubre de 2017

"Cuentos rusos", de VV.AA.

Cuentos rusos
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa, Cuentos
Traducción: José Laín Entralgo
Editorial: Salvat

SINOPSIS: 
Biblioteca Básica Salvat. Libro RTV nº 56.
Selección y traducción de José Laín Entralgo. Prólogo de Augusto Vidal. 

Cuentos incluidos:
"Chelkash", de Máximo Gorki.
"Una buena vida", de Iván A. Bunin.
"La necesidad", de Vladimir G. Korolenko.
"El despertar", de Isaac E. Bábel.
"La víbora", de Alexéi N. Tolstói.
"El conde del Mediterráneo", de Iliá Ilf y Evgueni Petrov.
"La luz del sol", de Tatiana Tess.
"El telegrama", de Konstantín G. Paustovski

OPINIÓN:
Tenía yo ocho o nueve años cuando llegaron a casa los libros de esta colección benéfica. Uno por semana, 25 pesetas. Baste decir que leí en ella La isla del tesoro.
Este volumen es del año 70, aunque lo compré en Gerona el 2014, pues no conservo el de mi infancia. Se encuentran estos títulos en ferias de viejo, mercadillos y tenderetes varios, por uno o dos euros. 
Ocho relatos desiguales por su interés. Muy bueno el del malvado Gorki, atractivos los demás, salvo uno en plan alegórico hindú. Aquí están, que yo conociese de antes, Bunin y Bábel.
Todos los autores conocen la revolución soviética, de la que cinco son partidarios, dos contrarios y otro favorable y víctima, cosa nada rara con Stalin. Curiosamente, en los prologuillos que presentan cada cuento, no se critica a la Unión Soviética; del que murió exiliado se dice que murió en la emigración, más suave no se puede ser. Quien escribió estas notas no necesitaba ser prosoviético. En la España franquista y católica del 70 se admiraban las supuestas eficacia, seriedad, laboriosidad, capacidad tecnológica rusas, lo recuerdo.
Luis Miguel Sotillo Castro

29 de agosto de 2017

"El idiota", de Fiódor M. Dostoievski

El idiota Fiódor M. Dostoievski
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: José Laín Entralgo & Augusto Vidal
Editorial: Debolsillo

SINOPSIS:
La quintaesencia de la novela rusa y una de las cumbres de la narrativa universal. Tras retratar magistralmente la figura culpable en "Crimen y castigo", Dostoievski ahonda en "El idiota" en el alma torturada de un hombre inocente. El joven y piadoso principe Mishkin regresa a su Rusia natal de un sanatorio suizo donde ha estado varios años para recibir una herencia y "mezclarse con la gente". Sin embargo, en San Petersburgo solo le aguarda una sociedad obsesionada con el dinero, el poder y la manipulación que pondrá a prueba su moral y sus puros sentimientos. Antes de llegar a su destino conoce al inquietante Rogozhin, hijo de un acaudalado mercader, cuya fijación por la hermosa Nastasia Filippovna acabará por arrastrar a los tres protagonistas a un fatal desenlace.

OPINIONES:
Lo leímos en agosto de 2017 en el Club de lectura Literatura +1.

Éste ha sido mi primer libro de Dostoievski. La verdad es que el balance final es positivo. A pesar de que algún capítulo (no muchos) lo he encontrado un poco denso, la historia me ha parecido interesante. Me han resultado muy curiosos los personajes de la novela. Eran muy variables, tan pronto estaban a favor de algo como en contra un poco después. No parecían de fiar. Adoro al príncipe Michkin, es mi personaje favorito. Un hombre que conserva la inocencia de un niño, que no ve la maldad y que, cuando la ve, encuentra la forma de excusarla, es admirable. Me molestaba enormemente que le llamaran "idiota" y que criticaran que no supiera "estar en sociedad". ¿Qué esperaban de una persona que ha estado enferma toda su vida, aislada y sin poder recibir la educación que le correspondía? Pero eso se aprende, sobre todo si alguien quiere molestarse en enseñártelo. Me ha gustado especialmente el capítulo en el que describe los síntomas y las sensaciones que tiene cuando va a sufrir un ataque. Ha sido tan real... Yo le hubiera titulado "Los idiotas", ya que el único que no me lo ha parecido ha sido Michkin.
Mar García

Acabé hace unos días de leer por segunda vez El idiota. De la primera vez no me quedó ningún recuerdo salvo que era un autor de “especial” lectura. Era la época en que consideraba una obligación leer las obras de los grandes novelistas del XIX y a ello me dediqué con empeño. Esta vez ha sido diferente. Cuando resultó ganadora mi primer impulso fue no leerla, pero caí en la tentación y ahí he andado con la sensación ALGUNA VEZ de estar en "galeras". Y es complicada hasta para hacer una mínima valoración y es por eso por lo que en aras de la claridad expondré muy sucintamente qué es lo que menos me ha gustado y a continuación aquello que más me ha agradado… pero antes de empezar unas
PALABRAS DE DOSTOIEVSKI: Acerca de EL IDIOTA, escribe en una carta a Strajov (filósofo y crítico literario): “Hay mucho en la novela escrito a vuela pluma, mucho harto prolijo y malogrado; pero también hay en ella mucho logrado. Defiendo, no mi novela, sino mi idea"
LO QUE MENOS ME HA GUSTADO
-La excesiva longitud de las partes y el gran número de personajes.
-El carácter melodramáticamente tumultuoso de algunos momentos tal es el caso, por poner un ejemplo, de lo acontecido cuando el príncipe llega a hospedarse en casa de Gabriel Ardalionovich o Gania en la Primera Parte. No creo que cupiera nadie más en esa habitación … ni que haya más estados emocionales que exponer sobre el tapete así tenemos ira, desprecio, amor, orgullo, resentimiento, ironía, risas, llantos, humillación, violencia física, violencia psicológica, entradas salidas, juegos…
-Los “golpes de efecto” a fin de mantener el interés, técnica comprensible por su carácter folletinesco.
-La ausencia de elementos descriptivos de la cotidianidad.
-Las narraciones intercaladas (al modo cervantino) demasiado almibaradas como la de la pastora Suiza pero hay que comprender que sería muy del gusto de los lectores del momento.
LO QUE MÁS ME HA GUSTADO
-La posición del NARRADOR que no todo lo sabe, que casi no opina, no se compadece, muy al estilo cervantino en el Quijote, y que nos va llevando de escenario en escenario para que asistamos a las diversas representaciones de los personajes de turno. Verdad es que tengo mis preferidos entre los cuales voy a destacar:
-EL PRÍNCIPE del que va a ir señalándonos, ya mediante la tercera persona o por la fuerza de la acción, diálogos incluidos, el errático pero consecuente discurso del mismo. Neófito en las artes del saber estar en sociedad, planteará a cara descubierta, cual Quijote ante los molinos, su forma de ver el mundo y sólo las Epanchinas, con su madre a la cabeza, sabrán distinguir el oro entre las vetas de su actuación. Inteligente, sensible, clarividente, irónico, permeable a todo tipo de situaciones y personas y sobre todo compasivo ante, a veces, desaforadas conductas, terminará siendo víctima de su actuación pues como todo buen mártir se olvidó de la piedad hacia sí mismo.
-LISAVETA PROKOFIEVNA de origen noble, único familiar del príncipe. Sus tres hijas educadas en un contexto de libertad para lo que es la época dicen mucho de su carácter. Extrovertida, inquieta, práctica, siente un particular afecto desde el primer momento por el príncipe, afecto que prevalecerá a pesar de verse inmersa en situaciones problemáticas en donde el príncipe entra en colisión con “los otros” en el círculo social que toque.
-LEBEDIEV: Servil, manipulador, astuto, charlatán siempre al lado del poderoso. Su lucha por la supervivencia le lleva a aliarse con aquel que le reporte beneficio y será una presencia constante cerca del príncipe en casi toda la obra.
-En cuanto al RESTO DE PERSONAJES hay algunos que me son francamente antipáticos como NASTASIA FILIPOVNA Y ROGOCHÍN cuyas tensiones vitales son agotadoras. El “querer y no poder”, su imposible redención por más que el Príncipe se empeñe los convierte en personajes con un destino trágico en cuya caída lo arrastrarán.
-También me ha resultado original su ESTRUCTURA. Cito un pequeño fragmento que he leído en torno a esto “Grossman ve el rasgo principal de la poética de Dostoievski (…) en la UNIÓN DE LOS ELEMENTOS MÁS HETEROGÉNEOS Y DISPARES, en la unidad de la construcción novelesca y en el rompimiento del tejido narrativo, unificado e íntegro. Éste es -dice- el principio general de su composición novelesca: SOMETER LOS ELEMENTOS POLARIZADOS Y DISPARES de la narración a la unidad del propósito filosófico y al movimiento turbulento de los sucesos. Reunir en una sola creación literaria las confesiones filosóficas y las aventuras criminales; incluir el drama religioso en el argumento de un relato folletinesco; inducir todas las peripecias de una narración de aventuras a las revelaciones de un misterio nuevo, éstas fueron las tareas que se imponía Dostoievski y que lo inspiraban a un complejo trabajo de creación (…) Su tarea es la de superar la dificultad más grande para un artista: crear una obra unificada y al mismo tiempo integrada de toda clase de elementos heterogéneos, dispares por su valor y profundamente ajenos unos a otros”. (Grossman).
-Y no quiero terminar esta pequeñísima opinión sin citar el dominio de Dostoievski en el uso del DIÁLOGO como factor revelador de los avatares de las conciencias expuestas a la mirada del lector. Es en estos dos útimos aspectos: la diversidad de voces y escenarios y la capacidad dialógica en los que encuentro la inpiración de Cervantes. Y colorín colorado este cuento se ha acabado….
Ana Ballester
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